Históricamente el independentismo ha tenido dos posiciones frente a las elecciones. Están los que plantean el boicot electoral frente a los que defienden el participar.
Podemos debatir los méritos o defectos de ambas posiciones de manera abstracta. Pues para un revolucionario TODOS los métodos de lucha son válidos. Para un revolucionario el problema no es participar o boicotear, sino como se hace y para que.
El Boicot electoral:
Cual es la razón de impulsar un boicot electoral? Estratégicamente el boicot tiene dos objetivos. 1. Deslegitimar el gobierno colonial frente a la comunidad internacional y 2. Como una demostración de rechazo al poder imperial. Ninguna de las dos es suficiente para lograr la independencia. Es obvio que el boicot solo sirve como parte de una estrategia más amplia que incluye otros métodos de lucha que pueden incluir la huelga general, la desobediencia civil, la resistencia pacífica y hasta la lucha armada. Quienes se apoyan en el pensamiento del maestro olvidan que este las utilizo TODAS.
Cierto que si las elecciones fueran buenas para la independencia los norteamericanos no las permitirían. Pero eso no necesariamente significa que sean malas tampoco. Solo significa que debemos estar conscientes de que no sirven para lograr la independencia. Eso no significa que no se pueda participar. Eso dependerá de las condiciones concretas en el momento. Sin una estrategia más amplia que una al independentismo el participar o no se vuelve irrelevante. El boicot se convierte entonces en un mal sustituto de una verdadera estrategia de lucha.
La participación electoral:
Cual es la razón de participar en unas elecciones si sabemos que no sirven para lograr la independencia? Hay dos razones; 1. Utilizar las elecciones como un foro para llevar de manera más amplia el mensaje independentista y 2. Utilizar la «legalidad» de las elecciones para organizar al pueblo para una lucha más allá de las elecciones. Igual que el boicot, la participación electoral sin una estrategia más amplia solo sirve como un placebo político.
Obsesionarse con una victoria electoral puede llevar a perder de perspectiva los objetivos de la participación misma. Esto puede llevar a hacer más daño que bien al cometer errores con consecuencias perjudiciales a la lucha, tales como:
1. Abandonar la lucha en la calle. Esto en el momento que más hace falta.
2. Legitimar la estadidad y la libre asociación como «fórmulas descolonizadoras».
3. Minimizar el mensaje independentista. Esto es desperdiciar un foro importante. Si no se va a llevar el mensaje independentista; entonces para que se participa en las elecciones?
4. Confundir al pueblo con el discurso de que el problema es el bipartidismo y no la colonia. Esto lleva el mensaje equivocado que los problemas del pueblo se resuelven con elegir «buenos gobernantes». Esto mientras se ignora a la Corte Federal, el FBI, la Junta, fiscalía federal y las leyes federales que nos impone el Congreso.
5. Movilizar recursos valiosos para apoyar a organizaciones que no son independentistas. Utilizar el tiempo, esfuerzo y sacrificio de compañeros valiosos para hacer campaña por candidatos que que están hasta en contra de la independencia. Esto el peor desperdicio de recursos que se pueda imaginar.
Conclusión:
Sin una verdadera estrategia que unifique la lucha por nuestra liberación nacional, el participar o no en las elecciones es irrelevante. En ambos casos estamos desperdiciando recursos valiosos en luchas que adelantan muy poco o nada. El Movimiento de Liberación Nacional para ser efectivo debe sentarse a repensar las estrategias que tiene en este momento. Debemos desarrollar una estrategia de lucha que sea capaz de incorporar los diferentes sectores en resistencia, así como los diferentes métodos de lucha. La buena voluntad es fundamental junto a la madurez política para lograr la unidad. Pero esto solo no basta. Hace falta un plan de lucha en torno al cual podamos unirnos nosotros y al resto del pueblo en resistencia. Ese es el verdadero reto que tenemos de frente.
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