En mayo de 2018, la UNESCO dictaminó que Israel es una «potencia ocupante» y un mes después condenaba las actividades ilegales israelíes en Jerusalén oriental ocupada. Y en junio de 2018 se adoptó otra resolución que consideraba a la Ciudad Vieja de Jerusalén y sus muros como uno de los lugares del patrimonio mundial en […]
En mayo de 2018, la UNESCO dictaminó que Israel es una «potencia ocupante» y un mes después condenaba las actividades ilegales israelíes en Jerusalén oriental ocupada. Y en junio de 2018 se adoptó otra resolución que consideraba a la Ciudad Vieja de Jerusalén y sus muros como uno de los lugares del patrimonio mundial en más peligro.
El ministro de Asuntos Exteriores de Irán, Mohammad Javad Zarif, se ha mofado de la decisión de Estados Unidos e Israel de abandonar la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO). Zarif publicó en Twitter: «El régimen de Trump, junto al régimen israelí, abandonaron de forma oficial hoy la UNESCO».
El ministro enumeró entonces todos los tratados que los EE. UU. han abandonado. Entre estos citó el Plan de Acción Integral Conjunto (JCPOA), el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (NAFTA), el TPP de la Asociación Transpacífica y el Convenio sobre Cambio Climático de París, añadiendo: ¿Queda algo más que puedan abandonar la administración Trump y su régimen clientelar? ¿Quizá el planeta Tierra en su conjunto?
Estados Unidos e Israel abandonaron oficialmente la UNESCO el martes a medianoche.
Israel había amenazado repetidamente con retirarse de la UNESCO tras la adopción por parte del plenario de esta fundamental agencia de la ONU de varias resoluciones que reafirman los derechos de la población palestina sobre las ciudades de Jerusalén y Hebrón.
La UNESCO decidió en octubre de 2017 incluir la ciudad de Hebrón y la mezquita de Haram al-Ibrahimi, venerada conjuntamente por la religión musulmana y la judía, en la Lista del Patrimonio Mundial.
También en 2017, la UNESCO votó a favor de una resolución que negaba cualquier conexión entre la Mezquita de Al-Aqsa y el judaísmo. Sobre esta cuestión Israel ha siempre aspirado a que se reconociera este lugar sagrado musulmán como «El Monte del Templo».
En mayo de 2018, la UNESCO dictaminó que Israel es una «potencia ocupante» y un mes después condenaba las actividades ilegales israelíes en Jerusalén oriental ocupada. Y en junio de 2018 se adoptó otra resolución que consideraba a la Ciudad Vieja de Jerusalén y sus muros como uno de los lugares del patrimonio mundial en más peligro.
En respuesta, Israel y los Estados Unidos han recortado en múltiples ocasiones el monto de fondos que suministraban a la UNESCO, acusándola de «antisemitismo».
Jerusalén se mantiene en el corazón de este conflicto en Medio Oriente que se extiende desde hace ya décadas. El pueblo palestino espera que Jerusalén Oriental, ocupada por Israel desde 1967, sea algún día la capital de un Estado palestino.