La lucha emprendida por la Plataforma por la Defensa de la Salud y la Educación contra la privatización de ambos sectores y las masivas movilizaciones a nivel nacional marcan un hito en la historia reciente de Honduras, mandando una señal muy clara a un gobierno cada día más tambaleante. La Rel conversó con el dirigente […]
La lucha emprendida por la Plataforma por la Defensa de la Salud y la Educación contra la privatización de ambos sectores y las masivas movilizaciones a nivel nacional marcan un hito en la historia reciente de Honduras, mandando una señal muy clara a un gobierno cada día más tambaleante. La Rel conversó con el dirigente sindical y líder social Carlos H. Reyes.
La unión de los gremios magisteriales y de la salud, que desembocó en la creación de la Plataforma, vino a romper esta agenda, posicionando a nivel nacional el rechazo a la privatización de los sectores salud y educación.
Comenzó la movilización popular de médicos y maestros y se fueron sumando otros sectores. La lucha fue arreciando y la población comenzó a entender un poco más los peligros que hay detrás de un proceso privatizador como este.
Recordemos que la lucha contra las privatizaciones la empezamos a principio de los 90, cuando en todo el continente se impulsó la agenda neoliberal. Han tenido que pasar casi 30 años para que la gente entendiera el daño que acarrean estos procesos.
Hoy no sólo se está entendiendo eso, sino también que estamos en plena dictadura. Por esto en las calles, a la par del rechazo a la privatización de la salud y la educación, está la exigencia de que Juan Orlando Hernández se vaya ya.
¿Y cómo pretendían transformar a estos sectores? Con nuevos modelos de prestación de servicios, es decir privatizando el servicio público.
El rechazo a estas medidas hizo que una cantidad enorme de personas se volcara a las calles, sufriendo la arremetida policial y militar. Hay compañeras y compañeros asesinados, heridos, perseguidos, presos.
Todo esto obligó al gobierno a derogar los PCM, aunque lo hizo de una forma burda, instalando una supuesta mesa de diálogo con gente que nada tiene que ver con la Plataforma.
Durante todo este proceso hemos visto cómo funcionan los grupos paramilitares entrenados por el Comando Sur y los israelíes. Y la supuesta quema de la entrada de la embajada de Estados Unidos es la mejor muestra de cómo pretenden fortalecer al régimen, criminalizando la lucha popular.
Afortunadamente el pueblo hondureño ha venido tomando más conciencia de clase sobre lo que está pasando en el país, y esto es muy importante.
Fuente: Rel-UITA
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