«¿Por qué no te callas?», espetó el rey español, Juan Carlos de Borbón, al presidente venezolano, que había calificado de «fascista» a José María Aznar, tal y como había hecho la víspera. Borbón, visiblemente alterado, abandonó el acto de clausura de la Cumbre Iberoamericana que se ha celebrado en Santiago de Chile para no escuchar […]
«¿Por qué no te callas?», espetó el rey español, Juan Carlos de Borbón, al presidente venezolano, que había calificado de «fascista» a José María Aznar, tal y como había hecho la víspera. Borbón, visiblemente alterado, abandonó el acto de clausura de la Cumbre Iberoamericana que se ha celebrado en Santiago de Chile para no escuchar las críticas que el presidente nicaragüense, Daniel Ortega, dirigió a la multinacional española Unión Fenosa.
El presidente venezolano, Hugo Chávez, volvió a criticar duramente al ex presidente del Gobierno español José María Aznar, a quien calificó de nuevo de «fascista» y sostuvo que en una conversación privada le respondió «esos se jodieron» al aludir a los países pobres del mundo.
Chávez reveló detalles de una conversación mantenida con Aznar durante la visita oficial a Caracas que el entonces mandatario español hizo en julio de 1999 para «invitarme a incorporarme al club del primer mundo porque teníamos petróleo». Para ello, según Chávez, Aznar le exigió la ruptura de relaciones con Cuba.
En la sesión de clausura de la Cumbre Iberoamericana, Chávez reiteró su acusación a Aznar de que éste apoyó el golpe que intentó derrocarle en 2002. «Sabía del golpe y lo apoyó», insistió el presidente venezolano.
«Aznar no sólo apoyó el golpe, sino que como presidente en ejercicio de la UE promovió la aprobación de un comunicado en su contra», añadió Chávez.
«Una serpiente es más humana que un fascista o un racista; un tigre es más humano que un fascista o un racista», prosiguió.
Posteriormente, Chávez pidió la palabra en la sesión de clausura de la Cumbre para responder a la intervención del actual presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, centrada en subrayar que un país nunca podrá avanzar si busca justificaciones de que alguien desde fuera impide su progreso.
El presidente venezolano mostró su desacuerdo con las palabras de Rodríguez Zapatero y respondió que «no se pueden minimizar» el impacto de los factores externos.
El rey español, Juan Carlos Borbón, trató de impedir la respuesta de Chávez a Zapatero lanzando su exabrupto («¿Por qué no te callas?»).
Previamente, Rodríguez Zapatero reclamó a Chávez «respeto» para Aznar destacando que «fue elegido por los españoles».
El presidente nicaragüense, Daniel Ortega, por su parte, criticó la actitud de las empresas multinacionales españolas en Latinoamérica, especialmente la de la eléctrica Unión Fenosa, «que llegó a Nicaragua con los gobiernos peleles. Nosotros no le hubiéramos dejado llegar, puesto que compraron mediante actos de corrupción sólo las empresas generadoras [de electricidad] que estaban en buen estado y podían sacar lo que estaban dando por la empresa en tan sólo un año».
Ortega criticó también al Estado español por permitir a EEUU repostar sus aviones durante el ataque que llevaron a cabo en 1986 contra el líder libio Muamar el-Gadafi.
La respuesta de Borbón fue abandonar airadamente el recinto. El Jefe del Estado español no escuchó el himno chileno, que puso el punto final al acto de clausura de la Cumbre.
El vicepresidente cubano, Carlos Lage, destacó que Chávez «tenía derecho a defenderse» y recordó que Aznar «ha atacado en reiteradas ocasiones la dignidad de Venezuela».
El convaleciente presidente de Cuba; Fidel Castro, llamó por teléfono a su homólogo venezolano, Hugo Chávez, mientras éste pronunciaba un discurso en la clausura de la Cumbre de los Pueblos, que se celebró en Santiago de Chile de forma paralela a la Cumbre Iberoamericana.
Chávez estaba en plena alocución cuando el vicepresidente cubano, Carlos Lage, le pasó un teléfono celular y dijo que estaba llamando Fidel Castro, en medio de la expectación de unas 5.000 personas congregadas en el velódromo del Estadio Nacional.
Chávez escuchó unos momentos y repitió para los asistentes lo que decía el presidente cubano, que está alejado de su cargo desde julio del año pasado.
«Fidel está recordando en estos momentos a los combatientes chilenos que murieron en Nicaragua combatiendo contra Somoza», dijo, entre aplausos de la multitud.
«Fidel rinde tributo a la memoria de estos internacionalistas heroicos y todos los combatientes chilenos que murieron combatiendo contra la tiranía», añadió, lo que aumentó el volumen de los aplausos.
«Dice que están todos los que cayeron unidos en la memoria de los pueblos y en la gloria de los pueblos», continuó.
Tras una pausa, Chávez dijo por el teléfono: «Bueno, Fidel, qué lástima que no sacamos tu voz al altavoz, la gente quería oírte, oír tu voz».
Chávez pidió al público «un gran grito para Fidel, que él lo escuche allá, compañeros», a lo que la multitud respondió coreando rítmicamente «Fidel, Fidel, qué tiene Fidel, que los imperialistas no pueden con él».