Juan Carlos Borbón, el único Jefe de Estado no electo que asistía a la Cumbre Iberoamericana, mandó callar al Presidente de Venezuela, Hugo Chávez, por sus críticas al ex-presidente José María Aznar, al que había llamado «verdadero fascista», y al que Zapatero había salido a defender durante el plenario de la Cumbre. Chávez acusó a […]
Juan Carlos Borbón, el único Jefe de Estado no electo que asistía a la Cumbre Iberoamericana, mandó callar al Presidente de Venezuela, Hugo Chávez, por sus críticas al ex-presidente José María Aznar, al que había llamado «verdadero fascista», y al que Zapatero había salido a defender durante el plenario de la Cumbre.
Chávez acusó a Aznar de conocer que se iba a producir en 2002 un golpe de Estado contra el presidente venezolano «y lo apoyó». También señaló que tras el golpe, sólo los embajadores estadounidense y español reconocieron al nuevo Ejecutivo.
Chávez además reveló datos sobre una conversación que mantuvo con el entonces presidente del Gobierno español en julio de 1999. Según Chávez, Aznar le dijo: «Vengo a invitarte a que te unas a nuestro club, tienes petróleo, tienes que incorporarte al primer mundo, basta que tú lo decidas, ya que tienes un fuerte apoyo popular y político».
«Pero yo tenía que dejar las relaciones con Cuba, Aznar me dijo que no me convenía la amistad con Castro, Fidel Castro, que para mi es como un padre, un padre revolucionario, un ejemplo de dignidad, de lucha, de resistencia a un imperio», contó Chávez.
Chávez, según su relato, le preguntó: «¿Y qué pasa con los países pobres, como Haití?», a lo que Aznar, según el presidente venezolano, respondió: «Esos se jodieron». «Este es el rostro más fuerte del fascismo y del racismo», afirmó Chávez.
Zapatero tomó entonces la palabra para llamar a la «calma» a Chávez y exigir «respeto» para Aznar porque, aunque dijo que él no era la persona que más ideales compartía con el ex presidente, recordó que a Aznar le eligieron los españoles de forma democrática.
Fue en ese momento cuando Chávez le pidió el mismo respeto para su gobierno y su pueblo, en ese momento el Rey, levantando el dedo, le espetó malhumorado»¿Por qué no te callas?».
Tras el intercambio dialéctico, tomó la palabra el presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, que criticó la participación de la diplomacia española en acciones desestabilizadoras en la región pero sobre todo el papel de las empresas españolas, en ese momento el Rey se levantó y abandonó la sesión plenaria.
El último en pedir la palabra fue el vicepresidente de Cuba, Carlos Lage, quien dijo que «el ex presidente Aznar ha atacado la dignidad de Venezuela con epítetos más graves que lo dicho hoy aquí por el presidente Chávez».
Agregó que en su opinión «un presidente no sólo se debe legitimar por ser elegido democráticamente, porque se puede haber sido elegido democráticamente, pero dedicarse a matar». Lage pidió que no se interprete «el derecho de Venezuela a defenderse en este foro como un ataque al Gobierno de España».