En entrevista telefónica desde Montevideo, Atilio Borón (1943) analiza la coyuntura del frustrado golpe de Estado en Ecuador y del vigente en Honduras, el profesor de Teoría Política y Social en la Facultad de Ciencias Sociales (Universidad de Buenos Aires), conversó con defensoresenlinea.com «Para revertir el golpe de Estado en Honduras se necesita Organización popular, […]
En entrevista telefónica desde Montevideo, Atilio Borón (1943) analiza la coyuntura del frustrado golpe de Estado en Ecuador y del vigente en Honduras, el profesor de Teoría Política y Social en la Facultad de Ciencias Sociales (Universidad de Buenos Aires), conversó con defensoresenlinea.com «Para revertir el golpe de Estado en Honduras se necesita Organización popular, concientización, apoyo internacional y una adecuada estrategia de lucha (…) La Organización de Estados Americanos (OEA) ya no tiene nada que hacer. Murió con el fin de la bipolaridad. La UNASUR y el ALBA son las opciones, recuerda cómo arreglaron en un par de días las crisis de Bolivia y de Ecuador»
Exiliado por la dictadura del Plan Cóndor, se vio imposibilitado de regresar a Santiago de Chile, donde había vivido hasta mediados de la Unidad Popular (1972), en el país trasandino estudió un Magíster en Ciencia Política por la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (FLACSO-1967), después del doctorado en Ciencias Políticas por la Universidad de Harvard (1976), se trasladó a México (1976-1984); Atilio Borón es columnista del periódico Página 12 (Argentina) y del colectivo Rebelión.org (España); en medio de una pausa del Programa Latinoamericano de Educación a Distancia en Ciencias Sociales (PLED) que dirige, declara a defensoresenlinea.com «La asonada golpista de los Estados Unidos en contra de Latinoamérica es el resultado de la nueva doctrina de la guerra infinita y de la necesidad de apoderarse de recursos naturales estratégicos, entre ellos el petróleo»
MC.- ¿No le parece raro que el intento de golpe de Estado en Ecuador se diera unos días después de las elecciones legislativas en Venezuela y en la víspera de la elección presidencial de Brasil?
AB.- No, para nada. Era previsible que el imperialismo algo haría. Si no pudieron bajar por la vía parlamentaria al Presidente Hugo Chávez aprovecharían cualquier coyuntura para golpear a alguno de sus aliados y hacerlo antes de la elección brasileña era importante.
MC.- ¿La derecha internacional se está reorganizando y remilitarizando?
AB.- Definitivamente. Hoy en Venezuela la derecha cuenta con algo más de 5 millones de votos; hace cinco años su presencia era casi nula. La militarización viene de Estados Unidos y aquí se refuerza con paramilitares. Y en el terreno intelectual Vargas Llosa y sus amigos juegan, con el apoyo de la «prensa seria» del continente un papel de enorme importancia.
MC.- ¿El intento de golpe de Estado en Ecuador es un hecho aislado o forma parte de la nueva Doctrina de Seguridad Nacional norteamericana?
AB.- No, es el resultado de la nueva doctrina de la guerra infinita y de la necesidad de apoderarse de recursos naturales estratégicos, entre ellos el petróleo.
MC.- ¿Quién está detrás de la Policía Nacional que secuestró al Presidente Rafael Correa?
AB.- No lo sé a ciencia cierta, pero la mano de Lucio Gutiérrez, un lacayo de los Estados Unidos, está claramente involucrada en los hechos.
MC.- ¿Era necesario que el Presidente Fernando Lugo destituyera a la cúpula militar paraguaya?
AB.- Sí, porque de lo contrario no podría gobernar.
MC.- ¿Por qué algunos militares leales revirtieron el golpe en Venezuela y Ecuador a diferencia de Honduras?
AB.- Porque en Honduras el ejército fue reformateado durante los años de John Negroponte en la Embajada de Estados Unidos y porque no hubo en Honduras un hecho traumático como el del «caracazo», donde las Fuerzas Armadas dispararon al pueblo.
MC.- ¿Tiene alguna propuesta para revertir el golpe de Estado que vivimos permanentemente en Honduras?
AB.- Organización popular, concientización, apoyo internacional y una adecuada estrategia de lucha.
MC.- ¿Refundar la OEA o apostar todo por el ALBA y UNASUR?
AB.- La Organización de Estados Americanos (OEA) ya no tiene nada que hacer. Murió con el fin de la bipolaridad. La UNASUR y el ALBA son las opciones, recuerda cómo arreglaron en un par de días las crisis de Bolivia y de Ecuador.
MC.- Finalmente, ¿en qué foros académicos y políticos ha participado recientemente?, ¿piensa viajar a Ecuador?
AB.- Durante estos meses he participado en muchos foros académicos, ya sea por el Programa Latinoamericano de Educación a Distancia en Ciencias Sociales (PLED) o en actividades políticas; pienso viajar al Ecuador probablemente en diciembre.
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