«Este régimen salvaje esta reprimiendo al pueblo hondureño», dice en la siguiente entrevista Luís Baquedano, secretario general de la Central Unitaria de Trabajadores de Honduras, CUTH unos días antes el Paro Cívico Nacional. Durante la gran marcha obrera el miércoles pasado conversamos con el Luís Baquedano acerca las condiciones de convocar una huelga general en […]
«Este régimen salvaje esta reprimiendo al pueblo hondureño», dice en la siguiente entrevista Luís Baquedano, secretario general de la Central Unitaria de Trabajadores de Honduras, CUTH unos días antes el Paro Cívico Nacional.
Durante la gran marcha obrera el miércoles pasado conversamos con el Luís Baquedano acerca las condiciones de convocar una huelga general en el país centroamericano. También lo tomamos el pulso sobre las medidas de fuerza para rechazar el juego humillante del régimen de facto en contra los trabajadores hondureños que han esperado diez meses para el aumento del salario mínimo, un aumento «pírrico» como lo tildó el diputado Marvin Ponce (UD) en un primer comentario.
Al otro día de la marcha obrera, el Congreso Nacional aumentó el odio de clase entre los trabajadores en el país, imponiendo una legislación de Empleo Temporal en Honduras. Es una ley que no solamente va a precarizar el trabajo, sino convertirá prácticamente a los trabajadores en jornaleros sin seguro social y toda la legislación que hasta ahora han protegido al trabajador.
Es más, la existencia del sindicato como una organización de defensa de los trabajadores va a ser golpeado mortalmente, lo cual muestra todas las experiencias internacionales.
El secretario general de la Central Unitaria de Trabajadores de Honduras, CUTH, rechaza en forma tajante las trampas del régimen y dice que las centrales obreras van a recurrir a la Corte Suprema de Justicia para que esa corte anule la legalidad de la decisión de salario mínimo del régimen de Porfirio Lobo. Si la Corte no lo hace, lo cual es bastante probable por ser uno de los actores que avaló judicialmente el golpe de estado el año pasado, los sindicatos hondureños recurrirán a la justicia internacional.
El pueblo trabajador hondureño enfrenta grandes peligros con las nuevas leyes impuestos por la continuación del régimen del golpe de estado. A parte del desarme de las conquistas de la gran Huelga General del 1954, que comenzó en las fincas bananeras y que terminó en una legislación laboral y Código de Trabajo muy avanzado por su época, el Congreso golpista ha tomado decisiones últimamente en donde entregan el patrimonio de los recursos naturales al Poder Fáctico en Honduras o a las transnacionales.