España y Francia han comenzado la normalización de las relaciones diplomáticas con la continuación de la dictadura que dirige el golpista Pepe Lobo, después de resultar vencedor en unas elecciones organizadas por la dictadura hondureña, en medio de represión, desapariciones, asesinatos y una abstención que rondó el 70%. Los dos países europeos ya han mandado […]
España y Francia han comenzado la normalización de las relaciones diplomáticas con la continuación de la dictadura que dirige el golpista Pepe Lobo, después de resultar vencedor en unas elecciones organizadas por la dictadura hondureña, en medio de represión, desapariciones, asesinatos y una abstención que rondó el 70%.
Los dos países europeos ya han mandado de vuelta a sus embajadores. Italia y Alemania ya han anunciado que los suyos volverán a Honduras durante esta semana.
Esta normalización diplomática no tiene en cuenta la sistemática violación de los derechos humanos por parte del régimen del ultraderechista Pepe Lobo, quién sigue manteniendo la cruenta represión que su precedesor, Roberto Micheletti, instauró como política gubernamental para eliminar a toda resistencia al golpe de estado que acabó con el gobierno de Manuel Zelaya el pasado 28 de julio.
La mayoría del pueblo hondureño, organizado en el Frente Nacional de Resistencia Popular (FNRP), no reconoce a Pepe Lobo como presidente de Honduras y, junto con Zelaya, sigue reivindicando la vuelta de la democracia y la asamblea constituyente. Por ahora sólo los países que integran el ALBA siguen apoyando estas reivindicaciones y han declarado no reconocer el gobierno del golpista Pepe Lobo.
El objetivo de estas acciones es la rápida firma del Tratado de Libre Comercio que la Unión Europea quiere firmar con los países centroamericanos, para mejorar las condiciones y aumentar los beneficios de las empresas privadas europeas en Centroamérica.
Mientras tanto la secretaria de estado de los Estados Unidos de América, Hillary Clinton, ha anunciado que su país tiene mucho interés en seguir apoyando al ilegítimo gobierno de Lobo y ha confirmado que la pequeña parte de la ayuda que EEUU dejó de enviar por el golpe de estado, volverá a las manos del régimen hondureño.
Para Clinton, los esfuerzos que Lobo está haciendo con todos los sectores de Honduras, menos con el FNRP, es una muestra que el sucesor de Micheletti está muy interesado en fortalecer la democracia en Honduras.