Sr. René Castro Ministro de Relaciones Exteriores y Culto República de Costa Rica Respetado Señor Ministro: Las organizaciones feministas abajo firmantes le hacemos llegar nuestro cordial saludo, en este día, con el objetivo fundamental de expresarle las siguientes inquietudes y demandas con respecto a la situación de la hermana República de Honduras. Como es de […]
Sr. René Castro
Ministro de Relaciones Exteriores y Culto
República de Costa Rica
Respetado Señor Ministro:
Las organizaciones feministas abajo firmantes le hacemos llegar nuestro cordial saludo, en este día, con el objetivo fundamental de expresarle las siguientes inquietudes y demandas con respecto a la situación de la hermana República de Honduras.
Como es de su conocimiento, el pueblo hondureño se encuentra en una grave crisis política y social desde el pasado golpe de Estado, ocurrido el 28 de junio del año 2009. La situación no ha mejorado desde entonces y los abusos de poder del actual gobierno, presidido por el Sr. Porfirio Lobo, se han exacerbado en las últimas semanas.
Es de conocimiento público que la reciente huelga del Magisterio Nacional de Honduras, que todavía se mantiene convocada, ha sido respondida con actos desproporcionados de fuerza policial y militar. El resultado es que a la fecha ha fallecido una persona, la profesora Ilse Velásquez Rodríguez, el día 18 de marzo, en uno de esos episodios de represión. Y es de la mayor importancia además señalar que la Sra. Velásquez Rodríguez era miembra fundadora de la Comité de Familiares de Detenidos y Desaparecidos de Honduras (COFADEH).
Los cables internacionales dan cuenta de las muchas personas que han sido golpeadas, amenazadas, afectadas en su salud por los gases lacrimógenos, perseguidas, e incluso, detenidas arbitrariamente, como es el caso de la líder garífuna Miriam Miranda, quien es Coordinadora General de la OFRANEH (Organización Fraternal Negra Hondureña) y cuyo testimonio adjuntamos en esta carta.
Frente a este escenario tan dramático, y a todas luces, inaceptable para cualquier persona y cualquier sociedad demócrata y respetuosa de los derechos humanos, presentamos las siguientes demandas ciudadanas:
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Que el Gobierno de la República de Costa Rica retire de inmediato su reconocimiento al Sr. Porfirio Lobo en su calidad de Presidente de la República de Honduras, en vista de que las elecciones nacionales que se efectuaron no califican como proceso democrático, transparente y legítimo.
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Que la Sra. Presidenta de la República de Costa Rica retire su apoyo a la República de Honduras, en su intento para reintegrarse a la Organización de Estados Americanos, hasta tanto no cese toda forma de violencia de Estado y se investiguen y sancionen los hechos ocurridos el 28 de junio del año 2009 y los sucesivos actos de violencia y persecución contra la ciudadanía organizada en repudio al golpe de Estado.
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Que el Gobierno de la República de Costa Rica, a través de su Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto, se manifieste de inmediato en contra de todo acto de violencia y represión efectuado por el actual gobierno hondureño en contra de la sociedad civil.
Organizaciones Firmantes:
Feministas en Resistencia contra el Golpe de Estado en Honduras-Capítulo Costa Rica
Red Feminista contra la Violencia hacia las Mujeres
CEFEMINA
Coordinadora del Beso Diverso
30 de marzo de 2011
Anexo:
Extracto del testimonio de la Sra. Miriam Miranda
«El día de ayer fui capturada de forma selectiva por agentes del Ministerio de seguridad en medio de una protesta en las inmediaciones de la comunidad garífuna de Triunfo de la Cruz. En el proceso de ser arrestada me dispararon varias bombas lacrimógenas impactándome una en el abdomen, causándome quemaduras en el estómago; posteriormente fui arrastrada por el asfalto al mismo que tiempo que los policías me golpeaban, proferían insultos raciales.
El operativo dirigido por el Sub Comisario Víctor Sánchez Bonilla, el que en medio de la muchedumbre me señaló a sus subalternos para que fuera la única capturada en medio de todas las personas, demuestra la estrategia por parte de las fuerzas represoras de focalizar a dirigentes como objetivos militares.
Cabe mencionar al ser capturada me llevaron directamente a una bartolina de la cárcel de Tela, sin hacer requerimiento, sin atención medica por las quemaduras y la intoxicación que sufrí por las bombas lacrimógenas. Hasta dos horas y media después me leyeren mis derechos sin que me dijeran de qué me acusaban. Posteriormente me informo la Juez Ejecutora de turno que se me acusaba de sedición.»