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¿ Hacia donde van las Fuerzas Armadas uruguayas?

Fuentes: Rebelión

      En los últimos días se ha intensificado la afluencia de información acerca de iniciativas y actividades del Comando Sur norteamericano en nuestro país. Dado los sorprendentes contenidos de esas informaciones surgen dos hipótesis.       De acuerdo a la primera, estamos ante la existencia de un centro de fabricación de falsedades […]

 

 

 

En los últimos días se ha intensificado la afluencia de información acerca de iniciativas y actividades del Comando Sur norteamericano en nuestro país. Dado los sorprendentes contenidos de esas informaciones surgen dos hipótesis.

 

 

 

De acuerdo a la primera, estamos ante la existencia de un centro de fabricación de falsedades sobre las cuestiones militares. Según la otra hipótesis estamos ante pasos sorprendentes dados por el Ministerio de Defensa Nacional en materia de compromisos militares con las Fuerzas Armadas de los Estados Unidos.

 

 

 

Esta segunda posibilidad tropieza con el hecho de que el tema ha sido objeto de estudio, discusión y pronunciamientos por parte del Frente Amplio y en ninguna de estas instancias se resolvió una política con los perfiles que surgirían de la ‘información’ que estamos examinando.

 

 

 

Veamos lo que se viene diciendo. Una nota publicada en El País del 11 de junio de este año dice: «l a buena disposición de los gobiernos de Uruguay y Estados Unidos para estrechar vínculos , no alcanza sólo a la protección recíproca de las inversiones o a la eventual firma de una acuerdo de libre comercio entre ambos países, sino que abarca también aspectos referidos a la preparación militar.

 

 

 

(…) desde que el Frente Amplio accedió al gobierno el 1° de marzo del año pasado hasta ahora, la administración del presidente George W. Bush ha dispuesto destinar U$S 1,2 millones en programas de asistencia del Comando Sur del Ejército de Estados Unidos (…).

 

 

 

Esos programas son parte de un entrenamiento que llevan adelante efectivos estadounidenses, que llegan a Uruguay para instruir a militares y monitorear la construcción de distintos emprendimientos, financiados por Estados Unidos, a través del Comando Sur.

 

 

 

El Comando Sur de Estados Unidos tiene sede en Miami, y es el responsable de las actividades militares de ese país en América Latina. Sus cometidos apuntan a conducir operaciones militares y promover la cooperación en seguridad para alcanzar los objetivos estratégicos de Estados Unidos , según consta en su página Web (www.southcom.mil).

 

 

 

De acuerdo a la información, a través del Programa de asistencia humanitaria del Comando Sur para Uruguay, entre el 2005 y 2006 se proyectaron inversiones por valor de U$S 1,2 millones.

 

 

 

Esa colaboración forma parte de la asistencia que proporciona el Comando Sur a las naciones amigas ante eventuales desastres y como forma de desarrollar las capacidades .

 

 

 

(…) Los proyectos de la administración Bush en Uruguay son varios y de distinto alcance, ya que van desde la construcción de una policlínica hasta la creación de centros para emergencias.

Los planes del Comando Sur, sin embargo, no se limitan sólo a la construcción de unidades militares, sino que también está prevista una clínica de sanidad y dental en Santa Catalina por valor de U$S 330 mil.

 

 

 

De acuerdo a las fuentes (…), esa policlínica será construida con la colaboración de un batallón de ingenieros de Estados Unidos, en la zona de las viviendas para personal subalterno de la Armada uruguaya. El centro, no obstante, estaría abierto al resto de la población.

 

 

 

Por su parte, en su edición del jueves 29, el semanario Búsqueda agrega: El gobierno de Estados Unidos planifica la realización de operaciones de estabilidad en los países en los que intervenga militarmente y para eso solicitará colaboración a las naciones amigas , entre las que se encuentra Uruguay, según comentaron representantes del gobierno norteamericano a una delegación de autoridades uruguayas que concurrió a ese país en junio.

 

Las «operaciones de estabilidad» que prepara el gobierno de EE.UU. se pondrán en práctica en regiones en los que las Fuerzas Armadas de ese país ya terminaron las «operaciones de combate», como por ejemplo Irak y Afganistán , y serán similares a las Misiones de Paz que lleva a cabo la Organización de Naciones Unidas (ONU) en lugares como Haití o el Congo.

 

Lo que todavía no resolvió el gobierno norteamericano es si también recurrirá a la ONU para llevar a cabo esas «operaciones» que si las realizará por fuera de esa organización, dijeron a Búsqueda participantes de la delegación uruguaya que viajó a Estados unidos.

 

 

 

Agregaron que el Jefe del Comando Sur, Gral. John Craddok, recomendó instalar en Uruguay una especie de «escuela de misiones de paz» para militares de toda la región, administrada por las Fuerzas Armadas, y comparó lo realizado por esas misiones con lo que pretende hacer Estados Unidos en las operaciones de estabilidad.

 

 

 

En sus proyectos de colaboración con Uruguay para el 2006, las fuerzas estadounidenses tienen previsto también el envío de materiales que les resulten excedentes en las áreas de sanidad, escuelas, muebles y apoyo para desastres.

 

 

 

Vale la pena recordar que, hace alrededor de un año, el jefe del Comando Sur visitó nuestro país. Entonces no perdió la oportunidad para atacar al gobierno de Venezuela y a Cuba. Luego Craddock destacó como increíble la tarea que cumple Uruguay en materia de participación en misiones de paz de ONU y dijo que es la mayor contribución per cápita del mundo en número de efectivos, que son muy profesionales y muy bien entrenados».

 

 

 

Algunas reflexiones para ir intercambiando:

 

 

 

1- Las acciones estratégicas promovidas desde el Comando Sur tienen como objetivo, lisa y llanamente, la defensa de los intereses de los Estados Unidos. Todos los programas, incluyendo el de ayuda ante los desastres o los llamados ‘de ayuda humanitaria’ están al servicio de esos intereses.

 

 

 

 

 

 

2- Las autoridades de EE.UU. se proponen convocar a Uruguay para misiones a realizar después que las operaciones de combate estén ya terminadas. Como ejemplo remiten a la situación actual de Irak, donde como es evidente, las operaciones de combate están lejos de estar terminadas.

 

 

 

3- La operaciones a las que Uruguay será invitado a participar serán o no con el aval de las Naciones Unidas. (Esto es inaudito) Como en el caso del ataque a Irak, podrán ser decididas unilateralmente por el gobierno de los EE.UU.

 

 

 

4- Desde la jefatura del Comando Sur no se oculta la intención de colocar a Uruguay en una línea de enfrentamiento con los gobiernos de Venezuela y de Cuba.

 

 

 

Acerca de los cuatro puntos anteriores no ha habido, hasta el momento, otras versiones que las provenientes de las cuestionadas fuentes citadas. Falta la palabra oficial del gobierno, la información adecuada al Poder Legislativo y, en otro orden, a la fuerza política Frente Amplio.

 

 

 

5- El antiimperialismo es uno de los rasgos distintivos principales de la identidad política e ideológica del Frente Amplio .

 

 

 

Como lo explicó Carlos Real de Azúa en un trabajo publicado por la Cámara de Diputados, la construcción de la conciencia antiimperialista no fue una respuesta empírica frente a los hechos ni una iluminación súbita.

 

 

 

No respondió ni responde a las coordenadas de lo que se cree como fruto del sentido común , no. (En ese terreno, todo simplismo, del tipo ‘gano una policlínica’ es torpe y reaccionario.)

 

 

 

El antiimperialismo fue el resultado de la evolución del pensamiento nacional y de nuestra experiencia de lucha.

 

 

 

Se hizo a partir del examen crítico de nuestra historia y de la de América Latina. Una mirada desde el ángulo de los intereses de los pueblos.

 

 

 

El antiimperialismo histórico está confirmado por los hechos de la actualidad internacional.

 

 

 

Desde el punto de vista de nuestro programa no es un adminículo que se pueda poner y sacar de acuerdo a las conveniencias del momento.

 

 

 

El antiimperialismo es racionalmente coherente con el conjunto de transformaciones de signo popular y nacional que la izquierda se propone realizar.