Ya han pasado 4 años de aquella madrugada del 28 de junio de 2009, cuando en la víspera de la consulta popular de la IV Urna, el presidente constitucional de Honduras, Manuel Zelaya Rosales, era derrocado por un golpe cívico-militar, sacado a balazos de su casa y llevado en pijama hacia Costa Rica. Ante la […]
Ya han pasado 4 años de aquella madrugada del 28 de junio de 2009, cuando en la víspera de la consulta popular de la IV Urna, el presidente constitucional de Honduras, Manuel Zelaya Rosales, era derrocado por un golpe cívico-militar, sacado a balazos de su casa y llevado en pijama hacia Costa Rica.
Ante la ruptura del orden constitucional, el pueblo salió a las calles de forma espontánea y se organizó, dando vida a una de las luchas de resistencia más contundentes y propositivas de la región.
Cuatro años después, Honduras está hundida en una crisis político-económica y de seguridad sin precedentes y en la antesala de las elecciones generales del próximo noviembre.
En ocasión del 4′ aniversario del golpe y del surgimiento de la Resistencia, La Rel conversó con Carlos H Reyes, presidente del STIBYS y miembro de la Coordinación Nacional del Frente Nacional de Resistencia Popular (FNRP).
-¿Qué es lo que más te acuerdas de aquel 28 de junio?
-En cuanto nos dimos cuenta de que habían atacado la casa del presidente Zelaya y lo habían montado a un avión, rumbo a Costa Rica, lo primero que dije fue que en América Latina no se habían acabado los golpes de Estado, y que debíamos organizarnos y reaccionar.
Yo he vivido varios golpes en mi país y siempre he visto como el imperio gringo los lava. Lamenté lo que pasó a Centroamérica en 1836, cuando nos dividieron en cinco repúblicas minusválidas y muy débiles. La oligarquía y el imperio mandan al pueblo a votar y, cuando no les gusta al que elige porque toma algunas medidas tibias que dicen que les afecta, dan un golpe.
Me dio cólera y lástima, pero me sobrepuse y comenzamos a organizarnos para ir frente a Casa Presidencial donde surgió la Resistencia.
-Fue en un pequeño local frente a Casa Presidencial donde nace el Frente Nacional de Resistencia Contra el Golpe de Estado. ¿Qué ha quedado, 4 años después, de aquella experiencia y de las expectativas de aquellos días?
-Vos estabas ahí con nosotros en tu labor para la Rel-UITA, y sabes que nos estábamos preparando para llevar a cabo la consulta popular de la IV Urna, y no para enfrentar a un golpe de Estado. Sin embargo, el pueblo reaccionó de una forma inesperada, se organizó, se movilizó y tomó conciencia, despertando la preocupación de la oligarquía. El resultado fue un baño de sangre, que aún sigue y se ha profundizado.
Lo que nunca me imaginé era que, 4 años después, Honduras y su institucionalidad estuviese casi colapsada, ni que se profundizara tanto la intervención extranjera. Tampoco pensé que los poquitos que nos reunimos aquella mañana del 28 de junio íbamos a llegar a algo tan grande como lo que hemos construido en todo ese tiempo, en los aspectos sociales y políticos de este país.
Esta conjunción nos ha llevado a esta situación inédita de conciencia de clase en una gran parte del pueblo hondureño, despertando aún más temor en la oligarquía.
-¿Hay preocupación por lo que puede venir en este años electoral?
-Estos señores del imperio de los Estados Unidos y la oligarquía que dieron el golpe y que han llevado a un casi colapso de esta Honduras querida, están dispuestos a que haya más intervención y hasta a dar otro golpe de Estado, en caso de ganar el partido Libertad y Refundación (LIBRE) en noviembre próximo.
Todo esto se puede deducir muy claramente de la campaña que han montado los partidos de la derecha contra la Resistencia y contra LIBRE, y ya están diciendo que su victoria generaría la misma crisis que los obligó a defender la «democracia» que el presidente Zelaya, en su momento, puso en peligro.
-El partido LIBRE es otro de los resultados inesperados del golpe que dio la oligarquía…
-Su conformación fue una decisión de la Asamblea Nacional del FNRP y es su brazo político. Se rompió el bipartidismo y los dos partidos tradicionales tratarán de disputarse un electorado que ya no controlan, chantajeándolo con el fantasma del golpe de Estado, para infundir terror y hacer que LIBRE baje el perfil revolucionario que ha tenido el FNRP. Sin embargo van a fracasar, porque el pueblo ha tomado conciencia y ya sabe escoger sus propios caminos. Creo que vamos hacia algo importante e histórico.
Fuente: http://nicaraguaymasespanol.