Los asesinatos colectivos contra niños, niñas, jóvenes, hombres y mujeres, acrecientan la violencia en Honduras y la misma en forma selectiva contra las personas que promueven y defienden los derechos humanos, pero los responsables de este terror no son llevados los tribunales, dice un comunicado de la Coordinadora de Instituciones Privadas Pro los Niñas y […]
Los asesinatos colectivos contra niños, niñas, jóvenes, hombres y mujeres, acrecientan la violencia en Honduras y la misma en forma selectiva contra las personas que promueven y defienden los derechos humanos, pero los responsables de este terror no son llevados los tribunales, dice un comunicado de la Coordinadora de Instituciones Privadas Pro los Niñas y Niños, Jóvenes y sus Derechos, COIPRODEN y la Red Infantil de la Región Norte del país.
Señalan que la persecución, seguimientos y amenazas por el trabajo que realizan personas como Héctor Soto, Director del Grupo de Sociedad Civil, GSC, ha obligado a éstas a abandonar el país algunas de ellas con todo y familia, en virtud de la incapacidad manifiesta de las autoridades de brindar las protecciones mínimas e investigar para poner a la orden de los tribunales a los responsables del terror.
«Nos solidarizamos con todos y todas las víctimas, especialmente con los familiares del joven Héctor Soto, Director del Grupo de Sociedad Civil, GSC, donde el COIPRODEN es miembro activo», dice el comunicado.
A la vez, esta red de organizaciones exhortan a las autoridades el deber de garantizar la integridad física y síquica del pueblo hondureño, en especial de las niñas, niños y jóvenes, así como de los y las defensores de derechos humanos.