Fracasa negociación tras el despido de cientos de cortadores. El drama de los migrantes nicaragüenses en las plantaciones costarricenses.
Tras el despido arbitrario de cientos de cortadores de caña de azúcar, todos migrantes nicaragüenses, que trabajaban para empresas contratadas por Ingenio Taboga, el Ministerio de Trabajo convocó a una reunión entre los representantes de la patronal y el Sindicato de Trabajadores de la Industria de la Caña (Sintraica).
Hace unas tres semanas, durante una inspección de trabajo en el Ingenio Taboga, el sindicato denunció una importante cantidad de irregularidades y las pésimas condiciones en que trabajan y viven los trabajadores migrantes que llegan de la vecina Nicaragua.
El no pago del salario mínimo, el cobro por trasporte y herramientas de trabajo, el incumplimiento del reglamento de actividad laboral bajo el sol, la falta de medidas de higiene y seguridad frente a la pandemia, son solamente algunas de las tantas irregularidades constatadas.
La respuesta de la empresa fue el despido de más de doscientos trabajadores, que en este momento andan deambulando por las calles de Bebedero (distrito de Cañas), desesperados, con hambre y sin dinero para regresar a Nicaragua.
“La nueva gerencia de la empresa volvió a contratar a los mismos contratistas que generaron las condiciones para que estallara la huelga en 2018. Estos son los resultados”, dijo a La Rel, Frank Ulloa, asesor sindical del Sintraica y la Rel UITA.
“Lo peor fue cuando vimos que Ingenio Taboga había delegado a este mismo señor para que se reuniera con el sindicato. ¿Cómo íbamos a negociar con el principal responsable de esta situación?
Llegó con una actitud totalmente confrontativa e intolerante. Al final ratificamos que la negociación debe ser directamente con los propietarios de la empresa y nos levantamos”, explicó Ulloa.
El asesor sindical dijo también que están pensando presentar una denuncia por varios delitos, entre otros el de trata de personas con fines de explotación laboral.
“La situación es insostenible y puede explotar en cualquier momento. Da vergüenza ver en qué condiciones viven y trabajan estas personas, y más vergüenza da la actitud de la gerencia de la empresa.
Los dueños de Ingenio Taboga deben retomar las riendas y enmendar las barbaridades que se han cometido”, concluyó Frank Ulloa.
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Fuente: Rel UITA