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El presidente iraní declará que "obtener la bomba atómica está en contra de las enseñanzas del Islam"

Irán y Siria suman fuerzas ante amenazas foráneas

Fuentes: Prensa Latina

El presidente iraní, Mahmoud Ahmadinejad, y su colega sirio, Bashar al-Assad, iniciaron hoy aquí conversaciones para fortalecer la cooperación política, económica y cultural, en un ambiente marcado por amenazas foráneas a sus respectivos gobiernos. Tras un caluroso recibimiento con 21 salvas de honor, en el que pasaron revista a una guardia militar mientras se escuchaban […]

El presidente iraní, Mahmoud Ahmadinejad, y su colega sirio, Bashar al-Assad, iniciaron hoy aquí conversaciones para fortalecer la cooperación política, económica y cultural, en un ambiente marcado por amenazas foráneas a sus respectivos gobiernos.

Tras un caluroso recibimiento con 21 salvas de honor, en el que pasaron revista a una guardia militar mientras se escuchaban los himnos nacionales de los dos países, Admadinejad y el-Assad ingresaron al Palacio Presidencial, donde desarrollaron las pláticas.

Al término de esta visita oficial de dos días, ambos firmarán una serie de acuerdos de colaboración económica y cultural, según informó el propio mandatario iraní en declaraciones a la prensa.

Teherán y Damasco tienen una posición común en cuestiones islámicas y regionales, dijo, al remarcar la tendencia creciente en las relaciones bilaterales entre los dos países después del triunfo de la Revolución Islámica en Irán, en 1979, reportó la agencia Irna.

Este es la primera visita de Ahmadinejad al exterior desde que asumió la presidencia de Irán, en retribución al gesto de el-Assad, quien también fue el primero que acudió a felicitarlo tras su elección, en agosto del año pasado.

El gobernante iraní recordó que durante su primer encuentro con el gobernante sirio ambas partes alcanzaron acuerdos en diversos campos y establecieron varias empresas conjuntas.

Añadió que en esta ocasión conversarán sobre cuestiones claves de importancia bilateral, regional e internacional.

En vísperas de su llegada a Damasco, el primer ministro sirio, Muhammad Naji al-Utri, hizo un llamado a la expansión de las relaciones con Irán en todos los terrenos.

Enfatizó que los dos países tienen intereses comunes en el plano regional e internacional y están enfrentados a sus enemigos en una misma trinchera.

Al-Utri precisó esas posiciones tras recibir al embajador iraní Mohammad Hassan Akhtari, ante quien abogó por extender la cooperación económica y técnica, así como vínculos políticos del más alto nivel para confrontar los desafíos actuales.

Irán se encuentra en estos momentos bajo fuertes presiones de Estados Unidos, Inglaterra, Francia y Alemania para que detenga sus investigaciones nucleares y se someta a una vigilancia que no tiene precedentes por parte de la Organización de Energía Atómica (OIEA).

Con el pretexto de que el programa nuclear iraní puede derivar en su uso con fines militares, las tres naciones europeas acordaron el último lunes remitir ante la directiva de la OIEA, una petición para que Teherán sea sometido a sanciones del Consejo de Seguridad de la ONU.

En la más reciente aclaración sobre los objetivos de su política nuclear, el Líder Supremo de Irán, ayatola Alí Jamenei, negó que ese país esté procurando el arma atómica.

«Esto es algo que los occidentales saben bien -enfatizó- ya que obtener la bomba atómica está en contra de los intereses políticos y económicos del país y además en contraposición de las enseñanzas del Islam».

Por tanto, agregó, la República islámica continuará por el cauce del avance científico apoyándose en sus principios y sin temer a los escándalos, y el mundo tampoco puede ejercer influencia alguna en la voluntad del pueblo iraní.

Siria, por su parte, sufre fuertes presiones políticas y diplomáticas de Washington y sus aliados occidentales que vinculan a Damasco con la muerte del ex primer ministro libanés Rafia Hariri, ocurrido en Beirut, en febrero del año pasado.

Estados Unidos también la acusa de respaldar al movimiento político-militar chiita Hezbolah, a la que considera una organización terrorista, así como de facilitar la infiltración en Iraq de insurgentes opuestos a la ocupación militar norteamericana.

A raíz de su proclamada guerra contra el terrorismo, el presidente estadounidense, George W. Bush, incluyó a Siria e Irán en el denominado «eje del mal», contra los cuales se reserva el derecho de lanzar ataques sorpresivos y preventivos en cualquier momento.

Por otro lado, altos funcionarios del gobierno israelí expresaron públicamente su decisión de actuar por los medios a su alcance, entre ellos la fuerza militar, en caso de fracaso de las presiones diplomáticas para que Irán abandone su programa militar.