Desde el 7 de agosto de 2016, la firma de relaciones públicas Keybridge Communications fue contratada por el gobierno de Honduras para proveer el servicio de alcance de medios y monitoreo, con el propósito de lavar la imagen de la actual administración gubernamental, afectada por el involucramiento de funcionarios estatales en el crimen organizado, además […]
Desde el 7 de agosto de 2016, la firma de relaciones públicas Keybridge Communications fue contratada por el gobierno de Honduras para proveer el servicio de alcance de medios y monitoreo, con el propósito de lavar la imagen de la actual administración gubernamental, afectada por el involucramiento de funcionarios estatales en el crimen organizado, además de los altos índices de violencia que padecemos los hondureños, situación que definitivamente afecta la imagen del país y ahuyenta las inversiones extranjeras.
Keybridge en su pagina web señala que «nuestro equipo de escritores, diseñadores, expertos en web y estrategas de medios se especializa en dar forma a las noticias». En otras palabras Keybridge se ha dedicado en los últimos meses desde Washington a influir los medios de comunicación sobre los hipotéticos logros de la administración de Juan Orlando Hernandez en cuanto el descenso de la violencia en el país y los ficticios logros en relación a la guerra contra las drogas.
En la era de las posverdad y las noticias falsas, las empresas dedicadas a las relaciones públicas, cumplen con la función de subvertir la realidad para obtener réditos políticos. En el caso de Honduras, el supuesto descenso de los homicidios que viene preconizando la actual administración gubernamental, se transformó en un enorme éxito para Juan Orlando Hernández (JOH), al cual se le adjudica una supuesta efectividad a través de su política de «mano dura», solapando el hecho que el aumento de la violencia en Honduras aconteció precisamente después del golpe de Estado de 2009, y sobre todo durante la cuestionada administración de Porfirio Lobo, de la cual formó parte Juan Orlando Hernández.
Keybridge manifiesta tener la capacidad de colocar artículos de opinión (Op-Eds) en casi todas las ciudades de los Estados Unidos, tales como Wall Strret Journal, Washington Post, USA Today, Los Angeles Daily News, entre otros. Los escritores fantasmas de Keybridge se han encargado de «legitimar» al actual régimen, logrando convencer a una enorme audiencia de lectores estadounidenses, de los supuestos avances en Honduras en relación a la lucha contra el narcotráfico y la corrupción. Mientras tanto, para aquellos que vivimos en Honduras, sobrevivir es un milagro ante la ausencia de un estado de de ley y la intimidad que existe entre las fuerzas de seguridad y el crimen organizado.
La utilización de la firmas de relaciones publicas con fines políticos no es una novedad. Sin embargo en los últimos años se ha convertido la contratación de ciertas compañías de relaciones públicas como un paso mandatario para manipular la opinión pública sobre temas controversiales. Keybridge fue contrata por Sally Pipes, la que dirigió una furibunda campaña contra el sistema de salud promovido por Barack Obama (Obamacare), utilizando los canales de distribución de los «op- Eds» de la firma de Keybridge.
La utilización de firmas de relaciones publicas estadounidenses han manipulado elecciones invocando el fantasma de la violencia tribal, tal como sucedió en la pasadas elecciones en Kenia, cuando Harris Media -empresa con sede en Texas- creo dos sitios en la internet, Real Raila y Uhura for Us, destinados a suscitar el pánico entre los electores asociados a la oposición con limpiezas étnicas.
En Honduras el fantasma de Hugo Chavez viene siendo utilizado como herramienta para desatar el miedo entre la población sobre el arribo de un supuesto régimen comunista, manejado por la dupleta Nasralla-Zelaya. Esa misma campaña viene siendo utilizada en Washington, cundiendo la idea entre miembros del partido Republicano, de la factible pérdida de una sus colonias de ultramar más fieles a los mandatos del imperio.
Honduras firmó con la consultora Mckinsey un contrato desde junio de 2015, con el propósito de diseñar un plan de Nación destinado a la creación de empleos y fortalecer las difuntas ciudades modelo -pilar económico de las administraciones Lobo-Hernandez- las que fueron resucitadas como propaganda electoral, convirtiéndolas en un salvavidas, ante la incapacidad gubernamental de atraer la inversión extranjera a un país sumido en la violencia.
Las ciudades modelos fueron concebidas por Paul Romer -actual vicepresidente del Banco Mundial y Economista en Jefe- el que se retiró del experimento en gobernanza manifestando su repudio al carácter autocrático de JOH y los libertarios de ultraderecha que colaboran con su administración. «Es como una aristocracia. Una vez que los controlan ellos deciden quien puede ser socio de su club y jamas esta sometido a la decisiones del pueblo». Las ciudades modelo o Zonas de Empleo y Desarrollo Económico (ZEDE) a diferencia de las miles de Zonas Económicas Especiales existentes en el planeta, conllevan la tercerización de la justicia y seguridad, dando lugar a factibles ciudades-nación independientes dentro del territorio nacional. En la versión de las ZEDE impulsadas por la actual administración más de 20 comunidades de las 47 que existen en Honduras se encuentran dentro de las áreas de influencia de las zonas designadas para las ciudades modelo.
Aparentemente existen enormes intereses económicos en mantener el actual gobierno en el poder, a pesar de la ilegalidad del actual régimen. Los experimentos en gobernanza como las ciudades modelo (ZEDE) se reafirman como el eje de las administraciones Lobo-Hernández, el que incluye la subasta del país y la fractura del actual estado-nación. El papel desempeñado por Keybridge -la «Boutiques de la posverdad»- tendrá severas consecuencias para el pueblo hondureño, el que ya de por sí viene padeciendo las dictaduras de la dupleta Lobo-Hernandez, la que con el apoyo de libertarios de ultraderecha estadounidenses implementarán de la mano de la consultora Mckinsey, las nuevas formas de dictadura del siglo XXI, bajo el manto del egoísmo ético preconizado por Ayn Rand.
Organización Fraternal Negra Hondureña, OFRANEH
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