El gobierno ha publicado un análisis de los números que marcarían el resultado económico para el país del proyecto UPM2. La piedra angular de dicho informe es que se generaría una nueva recaudación anual de U$S 120 millones por impuestos (dgi) y aportes (bps). Demostramos, basándonos en la información de cuentas nacionales del bcu, que […]
El gobierno ha publicado un análisis de los números que marcarían el resultado económico para el país del proyecto UPM2. La piedra angular de dicho informe es que se generaría una nueva recaudación anual de U$S 120 millones por impuestos (dgi) y aportes (bps). Demostramos, basándonos en la información de cuentas nacionales del bcu, que dicha afirmación es incorrecta. El aumento real de recaudación previsible no supera los U$S 30 millones. Esto afecta esencialmente todo el balance entre los aportes de ROU y los de UPM al proyecto. Los números a la luz de esta consideración son profundamente negativos para el país. Estamos preparando un nuevo trabajo donde lo demostramos.
Hace una semana publicamos un trabajo que criticaba uno de los informes publicados[1] en página de Presidencia de la República respecto al costo-beneficio del proyecto UPM2.
Citábamos dicho trabajo: «En suma, la puesta en marcha de una tercera planta de celulosa con el rango de capacidad de producción especificado en la VAL, y de mantenerse los precios de exportación de los últimos años, tendría un impacto incremental en las exportaciones de bienes en torno a los US$ 1.155 millones.
Teniendo en cuenta que los insumos para la producción de celulosa serán principalmente de origen nacional, un incremento de las exportaciones de aproximadamente US$ 1.155 millones redundará en un aumento de similar magnitud en el Producto Interno Bruto, aproximadamente 1,9% del PIB a valores de 2017.
Una posible estimación del impacto recaudatorio de la puesta en marcha de la segunda planta de UPM podría realizarse a partir de la presión tributaria sectorial de DGI y BPS del sector ‘A.020-Silvicultura, extracción madera y servicios conexos’: en promedio 14,9% del valor agregado sectorial en el periodo 2011-2014.
Considerando que aproximadamente el 30% 2 del PIB antes mencionado se generaría dentro de la zona franca, y por ende no se encontraría gravado, el coeficiente de presión tributaria sectorial corresponde se aplique sobre el 70% restante del PIB. En efecto, esto equivale a decir en forma simplificada que, un aumento del PIB de US$ 1.155 millones se podría traducir en recaudación de la DGI y del BPS por aproximadamente US$ 120 millones anuales.»
Y a continuación afirmábamos:
«¿por qué decimos que es la piedra angular del análisis económico financiero del proyecto?
Porque todos los números que siguen, y son muchos, se basan precisamente en esa supuesta recaudación de 120 millones de dólares anuales de impuestos que generaría UPM2 al funcionar a plenitud. O sea, frente a los costos para el país (gravemente minimizados ya que no se considera el contrato eléctrico) se contrapone esa cifra de hipotética recaudación y se le suman los magros cánones que pagaría UPM. Veámoslo en detalle: 1) Se afirma que (después de revisar antes los precios de exportación de la celulosa) la planta incrementaría las exportaciones nacionales en U$S 1.155 millones, un 1.9% del pbi. Y se dice que dicho aumento del pbi se debe a que los insumos para la producción de celulosa son en su gran mayoría de origen nacional. En efecto, para calcular el pbi generado por cualquier producción se detraen del valor total generado los valores sumados de los insumos que entraron al proceso. Dicho de otra forma, la mayoría del valor (U$S 1.155 millones) exportado fue generado antes de la entrada de la planta. 2) Entonces, ¿en qué quedamos… si el 70% del valor se generó al producir los troncos (materia prima esencial, seguramente la mayoría del valor que ingresa a la planta que se complementa con los químicos que se utilizan en el proceso, parte de ellos producidos también en el país) está claro que la planta no provoca un aumento del pbi del 1.9%. Si seguimos el razonamiento del gobierno la planta genera apenas un 0.57% de aumento del pbi. El resto se produce en los viveros, los montes, el transporte, los químicos, etc. Y, consecuentemente, los 120 millones de dólares de recaudación del bps y la dgi que supuestamente provocaría UPM2 no existen.»[2]
Nuestro razonamiento se basaba en la línea argumental del gobierno y la aceptación de la afirmación de que «Considerando que aproximadamente el 30% 2 del PIB antes mencionado se generaría dentro de la zona franca, y por ende no se encontraría gravado, el coeficiente de presión tributaria sectorial corresponde se aplique sobre el 70% restante del PIB.»
Continuamos investigando y fuimos a la fuente, que no es otra que los informes de cuentas nacionales (c.c.n.n.) que publica el Banco Central del Uruguay (bcu).
Revisamos los antecedentes: ¿que dicen dichos informes respecto a lo sucedido con la instalación de las dos plantas de celulosa existentes? Resumimos lo informado en el siguiente cuadro:
Como se observa, tomamos un período de dos años lo cual permite comparar lo sucedido antes de que las plantas (Botnia y Montes del Plata) comenzaran a funcionar y los cambios en el pbi de los rubros involucrados («Fabricación de papel y de productos de papel y cartón» y «silvicultura, etc.») con los datos dos años después cuando las industrias estaban funcionando a pleno. Como se observa el funcionamiento pleno de Botnia implicó un aumento del rubro silvicultura prácticamente insignificante del 0,05% del pbi. Sin embargo el pbi del rubro que incluye la celulosa aumentó un 1,70%. O sea, como se lee en la última fila casi el 100% del aumento del pbi se produjo como resultado de la celulosa. Para la segunda planta (MDP) los datos son algo diferentes: la silvicultura alcanza el 20% del aumento del pbi total del emprendimiento. Eso se debe a que, según c.c.n.n. entre los años 2013 y 2015 el pbi del rubro «silvicultura» aumentó un 86%[3].
Si promediamos el aumento del pbi en el sector silvícola producido durante el inicio de la producción de las plantas existentes nos da aproximadamente un 0,2% del pbi. A su vez, según declara el gobierno en el documento citado,la recaudación que genera el sector silvícola incluyendo impuestos a dgi y aportes a bps es del 14,9%. Si multiplicamos ambas cantidades por U$S 60.000 millones (monto aproximado del pbi en la actualidad) el resultado es que una eventual UPM2 generaría unos U$S 18 millones de recaudación adicional en el sector silvícola.
Considerando un empleo de 500 personas en la nueva zona franca [4] (calculamos salarios nominales de U$S 55.000 anuales y, aportes de 28,5% por bps más FONASA; más IRPF por 10%) resulta que el estado recaudaría por todo concepto unos U$S 10,7 millones anuales.
En suma: los 120 millones de recaudación en que el gobierno basa su análisis financiero y que fundamenta, como vimos, en una asunción completamente errónea se transforman en algo más de U$S 29 millones.
A modo de «prueba del 9»: Cuando analizamos la silvicultura en conjunto, en 2017 (último informe anual de c.c.n.n.) representaba un 0,78% del pbi. Si aplicamos el cociente (14,9%) que informa el gobierno sobre recaudación que genera (dgi+bps) el sector, nos da un global de U$S 70 millones[5]. Resulta imposible, entonces, que el crecimiento del sector genere un aumento de U$S 120 millones de recaudación. Además, en el rubro no se discriminan las plantaciones con destino aserrado, enchapado, leña, etc. de las que se destinan a celulosa. Aquellas representan alrededor de un tercio del total por lo cual la recaudación por concepto de la silvicultura dedicada a celulosa no pasa de U$S 46 millones.
Notas:
[1] https://medios.presidencia.
[2] Teniendo en cuenta los antecedentes del gobierno en materia de números agregábamos: «Y, que conste en actas, estamos tomando el dato de los 120 millones de dólares del gobierno a «valor facial». Número que dada la «precisión» de lo que mencionamos antes debería ser estudiado con lupa.» Precisamente, a este estudio nos abocamos aquí.
[3] Nos resulta difícil explicar dicho resultado. El rubro se genera, básicamente, en el crecimiento de los árboles plantados. Comprende también la siembra, los viveros, la extracción y los servicios conexos. Pero es claro que el primer aspecto es el decisivo. El aumento de este pbi es por lo tanto progresivo de acuerdo al ritmo de crecimiento de los árboles. El período de plantación más acelerada de eucaliptus se dio entre los años 90 y 99. En se período el área plantada se multiplicó por 10. De acuerdo al ciclo de crecimiento de los árboles los grandes aumentos del pbi deberían haberse producido entre 1999 y 2010.
[4] Cantidad informada por las empesas MDP y UPM en la encuesta de la dgzf de 2015.
[5] El total de pbi generado por el sector silvícola es de aproximadamente U$S 468 millones. El total del pbi generado por las plantas de celulosa (incluye otros rubros, como fabricación de papel y cartón que representan una parte menor del total pero no podemos discriminar de aquella) suma U$S 1.800 millones). Por supuesto el 100% de esta cifra se produce en la industria. Una eventual UPM2 produciría otro tanto.
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