Se cumplen 73 años de la ofensiva militar anglonorteamericana (Gran Bretaña, EE.UU. y Canadá) en Normandía, más conocida por día D u operación Overlord. En medio de toda la exageración que afirma que el día D (6 de junio de 1944) fue el principio del fin de la Wehrtmacht, la realidad es que si comparamos […]
Se cumplen 73 años de la ofensiva militar anglonorteamericana (Gran Bretaña, EE.UU. y Canadá) en Normandía, más conocida por día D u operación Overlord. En medio de toda la exageración que afirma que el día D (6 de junio de 1944) fue el principio del fin de la Wehrtmacht, la realidad es que si comparamos el frente occidental con el oriental, la operación Overlord no tuvo incidencia en la derrota definitiva de los ejércitos del III Reich.
La prioridad del III Reich: destruir la URSS
La Alemania nazi y sus aliados, entre los que se incluyen la España franquista (1), destinaron el mayor contingente militar conocido en la historia de la humanidad con el objetivo de derrotar y destruir a la Unión Soviética.
Toda la economía de los países aliados de Hitler (Italia, Finlandia, Rumanía, Hungría, España, Portugal, Bulgaria, Turquía) se dispusieron al servicio de su máquina de guerra. Rumanía cubría el 60% del petróleo, Hungría suministraba materia prima para la fundición de aluminio y alimentos, Bulgaria, productos alimenticios, la materia prima estratégica llegaba de España, Portugal y Turquía, etc. Alrededor de 6.500 empresas industriales de la Europa ocupada producían armas, municiones y equipos militares para la Wehrmacht (2). Parte del combustible fue suministrado hasta finales de 1941 por empresas estadounidenses a través de países «neutrales» aliados de Hitler (España y Portugal). Al comienzo de la guerra, la Wehrmacht superaba en casi el doble a las tropas soviéticas en efectivos, y también poseía más artillería, tanques y aviones. Sufrió su primera derrota cerca de Moscú, cuando el ejército soviético no poseía aún superioridad en fuerzas. Hasta marzo de 1943 el ejército soviético no logró la superioridad en fuerzas y medios en el frente del este (3).
En esta agresión militar perecieron 26,2 millones de soviéticos, de los cuales dos tercios fueron civiles, muertos en bombardeos, asesinatos en masa, campos de exterminio, hambrunas y enfermedades provocadas por el asedio militar de los nazifascistas, «táctica militar» dirigida a romper y doblegar el espíritu de resistencia.
El fracaso de la guerra relámpago en el este
El alto mando nazi, estaba confiado en que la guerra relámpago en el este (operación Barbarroja) que se pensaba para 4 o 6 semanas, se completaría a finales de verano de 1941 siguiendo el mismo esquema que en Europa Occidental, y se encontró no sólo con la resistencia militar sino con que sus largas líneas de suministro se vieron obstaculizadas por la actividad de los partisanos. En menos de un mes la Werhmacht tras agredir a la URSS había perdido 100.000 soldados y oficiales, casi la mitad de sus tanques y 1300 aviones (4). La derrota de la Wehrmacht en a las puertas de Moscú en octubre de 1941 fue el fin de la operación Barbarroja.
Mientras las burguesías de Europa Occidental capitulaban política y militarmente ante Hitler, por miedo a armar a la población obrera y popular de sus países para contener el avance militar nazi, en la URSS obreros y campesinos se organizaban en milicias guerrilleras para combatir al invasor (5).
Mientras París cayó en pocos días, Kiev retardó el avance nazi 6 semanas, Leningrado resistió y Moscú rechazó 2 asaltos. No fue casual que los primeros 2 años de la guerra imperialista fuese un paseo militar para los nazis en Europa, ya que el colaboracionismo era mayoritario en los círculos militares y políticos de los países ocupados (Paises Bajos, Francia, etc.). Los dirigentes nazis habían explotado el espantajo de la revolución bolchevique en Occidente para intimidar a las clases dominantes que no sólo se negaron a resistir a la ocupación sino que colaboraron por interés de clase mientras la victoria nazi les parecía segura. Y la estrategia anti-fascista en la izquierda sólo fue defendida por los partidos comunistas y parte de la socialdemocracia. En Bélgica Henri de Man saludó la victoria militar de los nazis, y en Francia la mayoría de los diputados socialdemócratas votaron a favor de dar plenos poderes a Pétain y el régimen de Vichy.
No se puede negar la importancia de este acontecimiento histórico, porque una victoria relámpago contra la URSS habría hecho la derrota nazi imposible, ya que tal victoria hubiera proporcionado suficiente petróleo y recursos para convertirse en una potencia mundial invulnerable. Sin embargo, ocurrió lo contrario, tras perder el factor sorpresa, resultó que los soviéticos disponían de enormes masas de soldados, petróleo y otros recursos, así como un buen equipo militar producido en fábricas que se habían construido al otro lado de los Urales entre 1939 y 1941. Entre el 22 de junio de 1941 y el 31 de enero de 1942, en 7 meses los nazis perdieron 6000 aviones, más de 3200 tanques y un millón de bajas.
La importancia de la lucha guerrillera contra el invasor nazifascista
El abastecimiento de municiones y alimentos para la Wehrmacht desde la retaguardia siempre fue insuficiente ya que las líneas de suministro fueron quebradas por la actividad de los partisanos soviéticos. Mientras que en el norte de África la coalición anglonorteamericana se enfrentó sólo a 20 divisiones, y en Italia a 26 divisiones de la Wehrmacht, los nazis necesitaron el doble de tropas para hacer frente a la guerrilla soviética en la retaguardia. Sólo el movimiento guerrillero soviético consiguió que la Werhmacht retirase cerca de 500.000 soldados y oficiales del frente para combatir a la guerrilla en la retaguardia, equivalente a 50 divisiones (6).
Disparidad de fuerzas este/oeste
La diferencia militar del frente del este con el resto fue aplastante. Mientras que en Normandía se dieron 10.000 bajas de los aliados anglonorteamericanos, en las grandes batallas militares del este los muertos soviéticos se contaban por centenares de miles. En la batalla de Moscú intervinieron 3 millones de soldados y 2000 tanques. La URSS dispuso de la mitad de su ejército, la Werhmacht de un tercio. Mientras que en El Alamein lucharon sólo 80.000 soldados y oficiales alemanes e italianos (7), los efectivos de las tropas nazifascistas que atacaron Stalingrado sobrepasaban el millón.
En el frente del este 10,4 millones de soldados y oficiales fueron muertos, heridos o prisioneros, fueron destruidos 48.000 blindados, y 167.000 sistemas de artillería, lo que constituye el 75% de las pérdidas totales de la Alemania nazi durante la guerra y el 90% de sus bajas de la Segunda Guerra Mundial (8). Entre 1940-1945 las pérdidas de la Wehrmacht en el frente occidental, Italia y el norte de África entre muertos, heridos y prisioneros fueron de 550.000 soldados y oficiales (9).
El grueso de la Luftwafe también fue derrotada en el frente del este. Las pérdidas de la Luftwafe fue de 77.000 aviones de combate y bombarderos, 2,5 veces más que en los restantes frentes (30.000 aviones) (10).
Bragation, la liberación de Bielorrusia
La ofensiva que finiquitó al ejército alemán empezó en Bielorrusia. El alto mando soviético (Stavka) decidió iniciar el último golpe con la liberación de Bielorrusia 3 años después de la invasión de la URSS. La operación militar se denominó Bagration, la cual fue concebida para liberar el territorio soviético ocupado y romper las líneas alemanas abriendo el camino a Berlín a través de los países de Europa Oriental.
El 22 de junio, dos semanas y media más tarde del día D anglonorteamericano, la operación Bragation comenzó por donde menos se lo esperaban los estrategas militares nazis, por los pantanos y bosques de Bielorrusia. En días previos la Stavka ejecutó un plan de distracción masiva con el movimiento y concentración de tropas en Ucrania que convenció a alto mando alemán que el ataque principal comenzaría más al sur.
La relevancia de Bragation sobre Normandía queda reflejada en el volumen de fuerzas militares y el desarrollo del curso de la guerra. Mientras la Wehrmacht tenía 58 divisiones en el oeste, de las cuales 11 fueron desplegadas contra el desembarco en Normandía, en el este tenían 228 divisiones, es decir, 4 veces más tropas frente al ejército soviético que frente a los ejércitos anglonorteamericanos y más de 20 veces menos que en Normandía. Ni siquiera tras el 6 de junio de 1944 fueron transferidas fuerzas militares del este para contrarrestar el desembarco anglonorteamericano en Normandía.
Mientras que en Francia 175.000 soldados anglonorteamericanos se enfrentaban a 80.000 soldados alemanes en los desembarcos iniciales, la operación Bragatión enfrentó a 2,4 millones de soldados y oficiales soviéticos contra 700.000 soldados y oficiales alemanes, llegando a utilizar seis veces el número de piezas de artillería y dos veces el número de tanques que los aliados anglonorteamericanos lanzaron en la batalla más intensa del frente occidental, las Ardenas (11). La contienda entre el ejército soviético y la Wehrmacht ridiculizó la campaña anglonorteamericana en escala e intensidad. Infligió pérdidas mayores a las que sufrió el ejército alemán en Stalingrado y Normandía juntos.
Mientras los aliados anglonorteamericanos tardaron 20 días en romper las defensas de las playas de Normandía, en sólo un mes los ejércitos soviéticos ya habían aniquilado a 42 divisiones de la Wehrmacht (12).
La operación Bagration fue precedida por ataques coordinados de los partisanos soviéticos contra las líneas de abastecimiento alemanas (redes ferroviarias y puentes). El trabajo eficaz de los partisanos, el uso de armamento superior como el avión de ataque Shturmovik, el tanque mediano T-34 y las grandes oleadas de la infantería soviética, consiguieron romper la columna vertebral de los ejércitos del III Reich. Como resultado de la operación, las tropas soviéticas avanzaron 644 kilómetros, liberaron Bielorrusia en el centro, Ucrania en el sur y Estonia, Lituania y Letonia en el norte, echando a los ejércitos de Hitler de la URSS, infligiendo un número enorme de bajas de 500.000 soldados y oficiales de la Wehrmacht. En dos meses, el ejército soviético se encontraba ya en los Balcanes y a las puertas de Alemania.
De las bajas alemanas 160.000 fueron hechos presos. Desfilaron ante los moscovitas el 17 de julio, para refutar las afirmaciones de la propaganda nazi de que se trató de una «retirada planificada» de Bielorrusia y también para refutar la propaganda de los periódicos occidentales de que la operación se facilitó por las grandes cantidades de tropas alemanas que fueron transferidas al oeste en Francia. Por el contrario, fue esta ofensiva la que ayudó a aliviar el frente occidental, ya que la operación Bragatión obligó a desplegar hasta 46 divisiones de la Wehrmacht de occidente, incluyendo algunas de Francia, al frente oriental. Bragation demostró que cuando los aliados anglonorteamericanos abrieron el segundo frente reclamado desde 1941, el ejército soviético ya no lo necesitaba.
Conclusión, la puerta a Berlín se abrió en Bielorrusia y no en Normandía
Aunque los media occidentales de forma incansable siguen apostando por el Día-D como el principio del fin de Hitler, y sin negar el sacrificio de los hombres que arriesgaron todo en el desembarco en Normandía, una lectura objetiva de la historia nos muestra que la derrota militar del nazismo en Europa se debió más al esfuerzo de los pueblos y ejércitos soviéticos.
Fueron las batallas defensivas de Moscú y Stalingrado, la ofensiva de Kursk y la operación Bagration, las que frenaron el avance nazi en Europa, derrotaron y rompieron los ejércitos del III Reich, e hicieron posible la victoria final sobre el nazifascismo en Europa. Tal y como dice el historiador Chandar S. Sundaram, el verdadero día D comenzó el 22 de junio en Bielorrusia. Fue la liberación de Bielorrusia y no Normandía la que abrió las puertas hacia Berlín.
El esfuerzo anglonorteamericano en Europa no empezó hasta que en 1943, cuando tras la batalla de Stalingrado, quedó claro que la URSS había parado definitivamente el avance de la Wehrmacht y que la derrota de la Alemania nazi era inevitable. Las democracias capitalistas se dieron prisa en abrir el segundo frente únicamente para tomar posición en Europa y evitar que los soviéticos llegaran hasta Madrid. Dada la pasividad de los anglonorteamericanos hacia el continente durante los primeros dos años de la invasión de la URSS, si los acontecimientos hubieran sido favorables a Hitler es más que dudoso que se hubiera abierto el segundo frente.
Y a pesar del esfuerzo de las películas hollywoodenses de ignorar estos hechos, no han podido borrar de la memoria de generaciones pasadas, presentes y ni podrán hacerlo en generaciones futuras de que el mayor esfuerzo humano y militar por el derrocamiento del nazismo lo llevaron tanto el ejército y los pueblos soviéticos como los movimientos de resistencia antifascista que operaban en toda Europa desde el Atlántico hasta el Volga.
En memoria del sacrificio, sufrimiento y dignidad de quienes nos salvaron de la barbarie nazi. https://marxismoleninismo.
Notas:
1. La España franquista mandó la División Azul, compuesta de 50.000 soldados y oficiales, cuya mayor contribución militar fue la participación en el asedio de Leningrado, donde murieron más de un millón de civiles, hombres, mujeres, ancianos y niños, empujados por los nazifalangistas al hambre y al frío.
2. La gran guerra patria de la URSS 1941-1945 V.I. Chuikov, V.S. Riábov Ed. Progreso. Moscú. 1985.
3. La Segunda Guerra Mundial Mito y realidad Oleg A. Rzheshevski) Ed. Ciencias Sociales La Habana 1985
4. La gran guerra patria de la URSS 1941-1945 V.I. Chuikov, V.S. Riábov Ed. Progreso. Moscú. 1985.
5. Mientras en la URSS, Stalin llamaba a lucha: «…debemos crear esa milicia popular, poner en pie para la lucha a todos los trabajadores, que con su pecho defenderán su libertad y su país natal en nuestra Guerra Patria contra el fascismo alemán». (Poner en pie para la lucha a los trabajadores, discurso radiado de J. Stalin 3 de julio 1.941).
6. En los años de la guerra, actuaron 6.200 destacamentos guerrilleros y grupos clandestinos, en los cuales combatían más de 1 millón de guerrilleros en la retaguardia del enemigo en las zonas ocupadas de la federación rusa, Ucrania, Bielorrusia, Lituania, Estonia, Letonia y Moldavia (La Segunda Guerra Mundial Mito y realidad Oleg A. Rzheshevski. Ed. Ciencias Sociales La Habana 1985)
7. La Segunda Guerra Mundial Mito y realidad Oleg A. Rzheshevski. Ed. Ciencias Sociales La Habana 1985.
8. La gran guerra patria de la URSS 1941-1945 V.I. Chuikov, V.S. Riábov Ed. Progreso. Moscú. 1985.
9. Segunda Guerra Mundial, cifras y hechos. Revista Internacional n5 1985
10 La gran guerra patria de la URSS 1941-1945 V.I. Chuikov, V.S. Riábov Ed. Progreso. Moscú. 1985.
11. La operación Bagration fue el verdadero día D 21 JUNIO, 2014 Chandar S. Sundaram http://www.exordio.com/blog/
12. La operación Bagration fue el verdadero día D 21 JUNIO, 2014 Chandar S. Sundaram La Operación Bagratión, fue el verdadero Día-D – Blog de Exordio
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