La estrategia de varios sectores del Movimiento de Liberación Nacional que empuja la celebración de una Asamblea Constitucional de status es una acción equivocada.
Descansa en la premisa de lo que hagan, de lo que hacen los estadounidenses. Se erige en la creencia de la “imposibilidad” de la estadidad porque las condiciones objetivas (políticas, económicas- culturales-sociales) en este momento apuntan a que la anexión no será aceptada por los EEUU.
Pero, nadie en sano juicio pueda argumentar que eso es lo que pasará. Nadie puede predecir que pasado mañana no cambiaran las condiciones objetivas y relación a los intereses de los EEUU, donde la anexión sea el camino que escoja el imperio para asegurar el quedarse con nuestra nación y continuar su explotación económica y humana.
Por ello, la consecución de la independencia y nuestra descolonización, tiene que basarse en nuestros esfuerzos y nuestros caminos. En el trabajo organizado y sistemático de cambiar la correlación de fuerza y números a favor de la independencia. Mientras partamos que por default y el supuesto rechazo hoy de los estadounidenses de la estadidad, la gente se irá a la independencia, eso no hará sostenible a mediano y largo plazo la gesta de la independencia y su funcionamiento.
Hay que crear instancias de confrontación y no cooperación en las calles y en todos los foros pertinentes. Hay que intencionalmente avanzar la concientización política de nosotros en el MLN y crear espacios para expandir esos esfuerzos entre los hermanos y hermanas boricuas que todavía no ven la independencia como lo que es, la única solución. Y eso no se va a lograr si legitimamos la creencia y alentamos un proceso que legitima su postura errada en relación sobre la libre asociación y la anexión como fórmulas dizque descolonizadoras, que es lo que hace la Asamblea Constitucional de Status.
Al estadounidense no le compete ninguna función en decidir sobre el status porque solo existe una formula descolonizadora, la independencia. Al estadounidense se le dice lo que exigimos por derecho natural por ejemplo: a) que se vayan, retirando todas sus instituciones represivas de nuestra nación: b) exigiendo negociaciones para establecer los parámetros de resarcimiento por más de 120 años de coloniaje y destrucción de la economía natural, social y política en nuestra nación; c) negociar el resarcimiento por los impactos en las redes comunitarias debido a la violencia económica de la colonia y el rompimiento de nuestras comunidades con su forzada migración; d) y el establecimiento en el futuro de relaciones diplomáticas basadas en el respeto de la soberanía e independencia de cada cual.
No es liberador, ni descolonizador el empujar y legitimar un proceso que delega en los estadounidenses el decirnos que es aceptable o no es descolonizador cuando solo la independencia es descolonizadora.
Pero solo podremos alcanzar y lograr este verdadero proceso de descolonización si cambiamos la correlación de fuerzas, y creamos las condiciones para cambiar las condiciones objetivas hacia la independencia.
A pesar de las buenas intenciones, la asamblea de status no es un instrumento que ayuda en ese cambio, porque se basa en el inmovilismo. La asamblea de status legitima la estadidad y alienta el inmovilismo y en esta coyuntura actual, donde ya los estadounidenses claramente dicen que somos la colonia y ejercen brutalmente y sin ambages el poder que siempre han ejercido, esta postura no ayuda avanzar la descolonización y la independencia. Por ello seamos radicales y defendamos la independencia.