La Organización Mundial de la Salud (OMS) asegura en una nueva publicación que la creciente medicalización de los nacimientos está dañando la capacidad de las mujeres para dar a luz. El parto debe ser tratado como un proceso natural, con la madre en el centro de la toma de decisiones y solo debe intervenirse cuando […]
La Organización Mundial de la Salud (OMS) asegura en una nueva publicación que la creciente medicalización de los nacimientos está dañando la capacidad de las mujeres para dar a luz. El parto debe ser tratado como un proceso natural, con la madre en el centro de la toma de decisiones y solo debe intervenirse cuando haya complicaciones.
Cada año, 140 millones de mujeres dan a luz. La mayoría de estos partos ocurren sin complicaciones. Sin embargo, en los últimos 20 años los partos se han tratado más como un problema médico, que como un proceso natural. Ahora, la OMS ha emitido nuevas recomendaciones para reducir las intervenciones médicas innecesarias.
Unas 830 mujeres mueren cada día en el mundo por complicaciones durante el embarazo o el parto. La mayoría de estas muertes podrían evitarse con cuidados sanitarios de calidad.
El derecho a decidir cómo controlar el dolor durante el parto y a rechazar intervenciones médicas innecesarias son dos de las medidas que incluyen la nueva guía.
Las directrices proponen un acercamiento holístico al parto, en el que la madre tenga preeminencia», afirmó Olufemi Oladapo, del Departamento de Salud Reproductiva de la OMS.
El parto en un proceso fisiológico normal que se lleva a cabo sin complicaciones en la mayoría de los casos. Sin embargo, los estudios muestran que una gran parte de las mujeres embarazadas sanas son sometidas al menos a una intervención clínica durante el parto. Según la OMS, esas intervenciones en muchas ocasiones son «innecesarias y potencialmente dañinas».
Por ejemplo, las cesáreas o el uso de la oxitocina eran recursos que antes solo se utilizaban para evitar riesgos o tratar complicaciones y que hoy se han convertido en habituales.
«Queremos que las mujeres den a luz en un ambiente seguro, con auxiliares para el parto bien formados y en instalaciones bien equipadas. Sin embargo, la creciente medicalización de los nacimientos normales está dañando la propia capacidad de las mujeres para dar a luz e impactando negativamente su experiencia durante el parto», dice la doctora Nothemba Simelela, subdirectora general de la OMS para Familia, Mujer, Niños y Adolescentes.
La Guía de la OMS incluye 56 recomendaciones, entre ellas: permitir que las mujeres decidan sobre los métodos para aliviar el dolor, lo que implica decidir si quiere o rechaza el uso de la epidural y si la desea, en qué momento. Además, que la mujer decida la posiciones para dar a luz y cuando empujar durante el parto. Y pueda elegir al acompañante durante el alumbramiento. La OMS subraya que es fundamental asegurar un cuidado respetuoso y buena comunicación entre la mujer y el equipo médico, así como respetar la privacidad y confidencialidad.
Las nuevas recomendaciones pretenden que las mujeres recuperen el control del parto. «En los últimos años, el médico ha tomado toma el control completo del parto y queremos que las mujeres se involucren en la toma de decisiones sobre el cuidado que reciben», explica la OMS.
Por ejemplo, en la postura para parir. Durante años las mujeres han tenido que tumbarse de espaldas, pero la OMS dice que hacerlo en otra postura no tiene ningún impacto negativo y por eso recomienda que se deje elegir a las mujeres si quieren parir en cuclillas, sentadas o en otra postura que les resulte confortable.
En los países de medianos y bajos ingresos, las intervenciones médicas innecesarias «a menudo suponen una carga en los recursos ya escasos, aumentando aún más la brecha de igualdad», señala la OMS.
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