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Un deber ineludible del pueblo hondureño por el que hay que resistir y luchar cada vez más

La refundación de Honduras

Fuentes: Rebelión

La sensación de inmovilidad que se ha dado durante la ultima semana; con los medios golpistas hablando de dialogo, combinado con el estado de sitio que viola todas nuestras libertades fundamentales, son simplemente formas de aplacar el ímpetu de la resistencia. La derecha nos quiere callados, no por lo que dirán, sino porque quiere hacernos […]

La sensación de inmovilidad que se ha dado durante la ultima semana; con los medios golpistas hablando de dialogo, combinado con el estado de sitio que viola todas nuestras libertades fundamentales, son simplemente formas de aplacar el ímpetu de la resistencia. La derecha nos quiere callados, no por lo que dirán, sino porque quiere hacernos sofocar nuestras aspiraciones en la frustración.

Los hechos, por otro lado, muestran una realidad menos favorable para las maniobras que llevan adelante los fascistas desde el poder. Por esa razón los miembros de la resistencia debemos estar pendientes de la correlación que existe entre todos los acontecimientos, y proseguir en nuestra misión de buscar sin descanso nuestra verdadera independencia.

No debemos olvidar nunca que los crímenes de lesa humanidad cometidos por el régimen de facto son imprescriptibles, por lo que ellos necesitan el dialogo pase lo que pase, y lo necesitan pronto. No es raro entonces que hablen de dialogo los golpistas, la tristemente celebre OEA, y otros mas, mientras el presidente constitucional de la República, José Manuel Zelaya Rosales afirma que a él no le han hecho ninguna propuesta formal de parte de los golpistas.

Entre la reunión del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidad con una resolución de condena, más de relaciones públicas que de un compromiso firme con la democracia, hasta el día de ayer las declaraciones y comunicados a nivel local e internacional han variado notablemente.

El presidente Zelaya hablo a través de su celular con la Asamblea General de las Naciones Unidas; Micheletti admitió haber llevado adelante el golpe porque Mel era «comunista» y no le gustaban (imagino que a sus amos empresarios) sus amigos del sur. A confesión de partes relevo de pruebas.

Juan José Pineda tomó la iniciativa de buscar el dialogo, o tal vez no. El hecho es que hoy hablan de un plan que nadie conoce excepto el mismo Pineda, y, por lo visto, el propio Micheletti (bueno es posible que por cortesía zoológica también se lo hayan informado a los demás autores materiales e intelectuales del golpe). El mismo programa terrorista mediático Abriendo Brecha hizo una «encuesta» sobre las opciones «Plan de Tegucigalpa» versus «Plan de San José». La «unanimidad» en el pensamiento del encargado de operar la encuesta fue evidente y contundente a favor del Plan Tegucigalpa.

El presidente Zelaya ha hecho un llamado a una reunión de emergencia de la Asamblea General de las Naciones Unidas que reafirme su condena al golpe, solo que esta vez contará, además, con la documentación de todos los crímenes cometidos por el régimen; los informes de las violaciones a los derechos humanos, a la libertad de expresión, el despilfarro, la falta de libertades y mucho mas.

También se han sumado los pueblos de América Latina a exigir a sus gobiernos que apoyen la democracia en Honduras. La lucha en Honduras es la lucha de todos los pueblos de este continente. Nadie quiere regresar a las oscuridades de la represión de los años setenta y ochenta que sacrificaron generaciones enteras. La agresión de que hoy son victimas las democracias latinoamericanas requiere de un estado de alerta permanente de sus pueblos y sus gobiernos populares.

La desinformación y la mentira constituyen armas que los fascistas tratan de usar en nuestra contra, aun cuando se encuentran en sus últimos momentos de barbarie. Hace un par de días celebraron la visita del Congresista DeMintt y otros tres representantes republicanos. A nadie le dijeron que la Cámara de representantes de Estados Unidos se compone de 435 representantes, de los cuales unos quince son considerados de ultra derecha. De esos 15 nos visitaron 4, ¡el 1% apenas!

Tampoco hicieron mucha difusión de la carta de los representantes demócratas al señor Barack Obama, sobre la posición de la administración demócrata frente al golpe en Honduras y su petición de que no se reconozca ningún gobierno salido de las elecciones promovidas por los golpistas. Nadie en los medios locales golpistas parece recordar que los visitantes republicanos están en minoría absoluta en el gobierno gringo. Esto se llama desinformación.

Todo el movimiento internacional contra este golpe tiene un actor fundamental: la resistencia hondureña. No es casualidad de que traten de someternos por cualquier vía. A palos, asesinando gente valiosa e inocente, manteniéndonos en indefensión, desinformando, provocándonos miedo. Vaya si han utilizado recursos para evitar que sigamos adelante con nuestra causa.

El presidente Zelaya, sin ánimos serviles de mi parte, ha hecho un papel digno que todos debemos imitar. Nunca un presidente Hondureño había hecho tantos sacrificios por su pueblo; hoy el presidente Zelaya sigue dando su lucha desde una «prisión» diplomática, fiel a su propósito liberador, sacrificando todo incluso a su propia familia por el ideal de una patria nueva para las generaciones que vienen. Por sus hijos, por los tuyos, por los míos por los de todos. Por eso tenemos la obligación moral de estar firmes al lado de José Manuel Zelaya, sin descanso con constancia.

Pero esta gesta no es del presidente Zelaya, es de todos. Hay una lucha que debemos llevar a cabo si o si. Esta lucha puede ir mas allá de las posibilidades del presidente, pero todos, incluido él, deberemos seguir esta misión mas allá de cualquier acontecimiento.

Cuando los golpistas planificaron la defenestración pensaron en nuestra indiferencia como una de sus mayores armas. Hoy somos una resistencia que sirve de ejemplo a los pueblos de nuestra América, y contamos con el reconocimiento y apoyo de millones de personas.

Nuestra misión ha sido llevar adelante una resistencia que es considerada heroica por muchos; una resistencia de la que se hablará por muchos años después de que triunfemos; el papel del dictador será mas bien didáctico, para mostrar a nuestros niños lo que debe evitarse; todos los demás golpistas en algún pestilente rincón del olvido.

Ante este cúmulo de hechos, el papel de la resistencia es ahora mas importante que nunca. Debemos cumplir con el deber patriótico que hoy la historia nos ha asignado. Estamos en la obligación histórica de asumir proyectos de unidad; de dirigencia unificada central; de organización en las células mas pequeñas posibles para conformar un gigantesco todo.

Es nuestro deber, de todos absolutamente todos, seguir con disciplina y determinación, las directrices del Frente Nacional de Resistencia contra el Golpe de Estado. Debemos mantener e intensificar en numero y acciones la movilización popular. No perdamos de vista las dificultades económicas que ya se le provocan a los enemigos fascistas, los que, en ultima instancia, causan mas problemas para ellos que cualquier condena.

Quisiera pedirles a todos los que leen esta nota que me escriban a ([email protected]) dándome sus ideas de cambios que creen son necesarios para hacer una Honduras nueva. De este modo podremos ir construyendo un documento con las aspiraciones del pueblo. Por ejemplo, «…garantizar el derecho a una vivienda digna…», o «…declarar la vivienda un propósito de interés publico que no puede tener como prioridad el lucro…». Organicémonos, esto es parte de la lucha. Pronunciémonos, este es un derecho irrenunciable.

Hermanos hondureños, ¡hoy estamos obligados a cumplir, a cumplir, solamente a cumplir!

¡Seguiremos movilizados! ¡Seremos más creativos que nuca en nuestras formas de protesta! ¡No tenemos horarios para protestar!

¡La lucha es de 24 horas, 7 días todo el año, toda la vida si es preciso!

¡Hasta la victoria siempre!

Rebelión ha publicado este artículo a petición expresa del autor, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.