La enérgica resistencia de la Venezuela bolivariana a los asaltos imperiales de Washington ha desencadenado una nueva ola progresista en América Latina, como demuestran las victorias de la izquierda en Chile, Perú y Bolivia, donde el MAS volvió al poder tras el golpe de Estado contra Evo Morales.
Mientras tanto, Cuba está dando lecciones al mundo con sus vacunas y su eficaz gestión de la pandemia, a pesar del grave bloqueo que sufre la isla desde hace más de sesenta años.
La creciente presencia de China en América Latina supone un gran desafío para Estados Unidos en lo que considera su propio patio trasero.
De estos temas hablamos con Hernando Calvo Ospina, periodista y escritor colombiano, gran conocedor de la realidad latinoamericana y autor de artículos y documentales conocidos en todo el mundo y galardonados con varios premios.
ENTREVISTA
– Incluso en Chile, cuna del neoliberalismo, ha habido una victoria de un candidato progresista. ¿Qué importancia tuvo la resistencia de la Venezuela bolivariana para que esta nueva ola progresista llegara a América Latina?
– Así como Cuba con su Revolución en 1959 dio al continente una sacudida de consecuencias inimaginables y duraderas, al punto de obligar a Estados Unidos a replantear sus estrategias en todo sentido, el ascenso del presidente Chávez al gobierno venezolano, y la posterior decisión de llevar a cabo la Revolución Bolivariana, volvió a sacudir al continente y muchas cosas no volvieron a ser las mismas.
Pero así como Washington reaccionó para frenar la expansión del ejemplo cubano, plagando América Latina de dictaduras, cuando el ejemplo de Chávez llevó a muchas naciones a tener gobiernos progresistas y revolucionarios, también reaccionó utilizando los órganos del Estado, como el poder judicial o el legislativo, para deshacerse de ellos e instalar a sus secuaces en el poder.
En ambos casos, la propaganda de los medios de comunicación, llena de falsedades, ha intentado hacer aparecer estos dos proyectos políticos como los peores para el futuro de otros pueblos. El «castrochavismo» se convirtió en una especie de virus amenazante si salía elegido un candidato progresista.
Con la mayoría de los gobiernos progresistas arrinconados o derrotados, el esfuerzo de Estados Unidos se centró en derribar a Venezuela, especialmente tras la muerte del presidente Chávez. Creían que el presidente Maduro sería derrocado en poco tiempo.
No sólo eso, como Cuba es la joya de la corona, y Venezuela es la corona, si derrocaran a Venezuela, Cuba se hundiría en el Caribe para siempre.
Pero no, Venezuela ha resistido y resiste. Maduro y su gobierno han demostrado una increíble sagacidad política al resistir y terminar venciendo a Washington, demostrando su incapacidad política cuando no puede actuar con bombas e invasiones, en complicidad con sus cómplices.
Este ejemplo bolivariano de resistencia ha servido para mostrar a la gente que es posible un camino diferente al neoliberalismo: incluso Cuba, con sus limitados recursos, es un ejemplo en muchos aspectos, como su sistema sanitario.
– Este año están previstas elecciones presidenciales en dos países, Brasil y Colombia, donde los candidatos progresistas tienen muchas posibilidades de ser elegidos. ¿Podría la caída de estos dos bastiones neoliberales marcar la derrota definitiva del neoliberalismo en la región y el inicio de un nuevo ciclo integracionista?
– Es muy posible. Y sería un golpe terrible para Washington. Pero cuidado, porque lo que está en juego para Washington no es poco. Y mucho más cuando podría ser el fortalecimiento de la integración latinoamericana.
El hecho es que Colombia es su principal aliado estratégico en América Latina, ¡hasta el punto de incluirlo en la OTAN! Colombia es un país invadido por tropas estadounidenses y aliadas. Es su principal cómplice en la desestabilización de Venezuela, algo crucial para Washington. La importancia de Colombia puede medirse por la «ceguera» de Washington ante un Estado narco-paramilitar. ¿Podría el candidato de la oposición, Petro, revertir siquiera una fracción de lo que éste estado representa para Washington y el comercio internacional de drogas? Tendrá que enfrentarse a un Estado, con su establishment militar, que está organizado y entrenado según el concepto anticomunista del enemigo interno (la Doctrina de Seguridad Nacional), y el narcoparamilitarismo como partes esenciales de su ser.
Y Brasil. Tengamos en cuenta que es la principal potencia latinoamericana. No olvidemos que Lula y Dilma apenas pudieron tocar algunos pelos del sistema. A pesar de ello, consiguieron grandes avances sociales y promovieron con fuerza la integración latinoamericana. Con Bolsonaro, la derecha corrupta y antipopular se ha enquistado terriblemente. Con Bolsonaro, Brasil volvió a ser el aliado estratégico de Washington.
Si Petro y Lula llegaran al gobierno, que no es lo mismo que tener el poder, se enfrentarían a unos poderes que sin movilización poco o nada podrían hacer, sin excluir un golpe de Estado.
Ah, pero con la llegada de estos dos líderes al gobierno favorecería la integración latinoamericana. Y se fortalecerían los gobiernos progresistas y revolucionarios, desde Argentina hasta Chile, Perú, Bolivia, Honduras, y los principales objetivos que Washington quiere destruir: Nicaragua, Venezuela y Cuba.
No olvidemos el importante apoyo que recibiría México, otra potencia latina, que con López Obrador está apostando fuerte por el respeto a la soberanía.
Este avance en la integració no se lograría con tan sólo el triunfo de esos dos candidatos. En los primeros meses.
– A pesar de un bloqueo criminal que lleva más de sesenta años, Cuba ha conseguido desarrollar sus propias vacunas contra el Covid, sobrellevar la pandemia mucho mejor que muchos países occidentales y enviar sus propios médicos a los países que los necesitaban, como Italia. ¿Cuál cree que es la lección que los países ricos podrían aprender de Cuba?
– Los países ricos europeos se creen nuestros padres y Estados Unidos se cree nuestro dueño, y actúan como tales. Ni los «padres» ni el «propietario» creen que tienen algo para aprender de nosotros, salvo de sus errores cometidos y por los cuales hemos intentado escapar de sus garras.
No es sólo su arrogancia lo que les ciega ante el desarrollo científico en Cuba: son los miles de millones que ganan sus empresas farmacéuticas. No hay que olvidar que muchos de los que dirigen estos gobiernos tienen estrechas relaciones con estas empresas.
Creo que con esta actitud de mirar sólo el aspecto económico de los medicamentos, una parte importante de sus pueblos también están sufriendo la falta de vacunas. También hay muchos que salen a la calle a protestar por la desconfianza en las vacunas que se ofrecen, y porque no se les permite elegir otras producidas en Cuba, Rusia o China, que se sabe que son mucho más eficaces.
Pero lo más importante de esta forma puramente financiera de gestionar la asistencia sanitaria es que la mayoría de los seres humanos del mundo no tienen acceso a las vacunas y a la salud. Esta es una de las razones por las que no se puede controlar el virus.
– Incluso la Venezuela bolivariana, golpeada por las brutales sanciones imperiales y la continua desestabilización de Washington, está en vías de recuperación. ¿Puede ser este el año de la recuperación total de Caracas?
– Esto es lo que esperamos. Eso es lo que muestran los indicadores. Pero para ello es esencial, como ha repetido el presidente Maduro, que los infiltrados en los altos cargos del Estado sean desenmascarados y sustituidos por los que verdaderamente creen en la Revolución.
Lo cierto es que están saliendo del abismo en el que Washington quiso enterrar la Revolución. Pero no podemos dormir tranquilos: Washington no duerme y Venezuela sigue siendo un objetivo estratégico a destruir.
– Nicaragua ha roto sus relaciones con Taiwán y ha restablecido sus relaciones diplomáticas con la República Popular China, y se ha declarado dispuesta a participar activamente en la construcción de la Nueva Ruta de la Seda. Lo mismo podría ocurrir en Honduras con la toma de posesión de la nueva presidenta Xiomara Castro. Cuba se ha adherido oficialmente, y luego hay otros países como Venezuela con los que China mantiene relaciones importantes y consolidadas. ¿Cuáles son los beneficios para los países y pueblos de la región de esta relación cada vez más fuerte con el gigante asiático? ¿Podemos considerar que la era de América Latina como el «patio trasero» de Estados Unidos ha terminado?
– Creo que es demasiado pronto para decir que América Latina dejará dentro de poco de ser el patio trasero de Washington. Hay mucho trabajo por hacer, y las burguesías de estas naciones están muy compaginadas con el norte. Además a nuestras izquierdas y fuerzas progresistas aún les falta bastante para aprender a entender a ese pueblo que dice reinvindicar y defender.
Lo cierto es que China ya tiene una inmensa presencia en América Latina. Es posible que a nivel económico supere a Estados Unidos. Y esto se puede ver con simples ejemplos: en muchos lugares alejados de las grandes ciudades, se puede encontrar una pequeña tienda regentada por chinos o llena de productos chinos (es raro encontrar hoy en día un producto en el mundo que no contenga algo chino). Por no hablar de África.
Otro ejemplo concreto. Me enteré directamente por un funcionario del Departamento de Estado, en 2012, que Estados Unidos tenía tres razones para promover las negociaciones y el desarme de la guerrilla de las FARC. Una de ellas era poder entrar en los territorios controlados por la guerrilla: allí sólo había empresas chinas. Porque Estados Unidos nunca ha respetado a la población. Antes de que lleguen sus empresas, hay represión y muerte. Entonces roban todo y no dejan nada.
En cambio, el gobierno chino nunca ha enviado asesores militares para enseñar a torturar y asesinar. Nunca ha intentado derrocar a un gobierno elegido democráticamente. Respeta las leyes del país y al contrato que firma (muy diferente a la práctica de las empresas estadounidenses). Llegan sonriendo a los territorios, construyen escuelas y centros de salud, construyen carreteras. ¡Esta es la realidad!
* Fuente original: Calvo Ospina: «La resistenza del Venezuela ha mostrato ai popoli che una strada diversa dal neoliberismo é possibile» – L’Intervista de l’AntiDiplomatico – L’Antidiplomatico (lantidiplomatico.it)
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