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Uruguay con una previsión de crecimiento del 6%

¿Las ganancias todavía privatizadas?

Fuentes: Bitácora

Tendremos que observar cuales son las previsiones presupuéstales del gobierno y los ajustes que propondrá el equipo económico pare tener un panorama más claro y alentarnos o deprimirnos por un futuro, que de mejorar la capacidad de compra de las familias, sería de espectacular crecimiento. De lo contrario – repitiendo las recetas recesivas y ajustando […]

Tendremos que observar cuales son las previsiones presupuéstales del gobierno y los ajustes que propondrá el equipo económico pare tener un panorama más claro y alentarnos o deprimirnos por un futuro, que de mejorar la capacidad de compra de las familias, sería de espectacular crecimiento. De lo contrario – repitiendo las recetas recesivas y ajustando aun más los cinturones de la gente – la felicidad colectiva que se pregonó reiteradamente quedará para otra oportunidad.

Sin embargo debemos reconocer que existen algunos mecanismos que se han puesto en marcha, como los Consejos de Salarios y también, en alguna medida, el llamado Plan de Emergencia, que pueden determinar pautas de mejoramiento colectivo. Más allá de las políticas que surjan del Palacio de Hacienda, que los trabajadores reciban un mejor salario y que a través del plan que comanda Marina Arismendi, se le otorgue algún poder de compra a los sectores de la población más desamparada, es positivo para el conjunto Son elementos que seguramente redundarán en un mejor desenvolvimiento económico y convertirán en realidad las previsiones de crecimiento, el 6 %, que manejó el ministro de Economía, Danilo Astori, a su regreso – el pasado lunes – del encuentro en Washington con el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial.

Por supuesto que debemos señalar que en el crecimiento de una economía existe un elemento in cuantificable que está vinculado a algunos factores que no muchas veces se tienen en cuenta: hablamos de las expectativas.

Una sociedad que vive hoy, como la nuestra, en el marco de una economía en crecimiento y que está esperanzada por el nuevo horizonte propuesto por el gobierno encabezado por Tabaré Vázquez, adopta una serie de modalidades (maneras de actuar) que redundan en la mejoría económica. La Dirección Nacional de Estadística le asigna al gasto de las familias ser el factor sustantivo en el proceso de mejoría de la actividad económica que, por supuesto, tiene otro de sus basamentos sustanciales en el crecimiento de las exportaciones. Pese a ello debemos señalar que los dividendos de ese proceso positivo comenzaron a derramarse de manera muy lenta sobre algunos sectores de la sociedad, sin que ese espectacular y positivo12 % de crecimiento del PBI haya significado el abatimiento de la pobreza e incidido en la reversión de la espantosa marginalidad que vive un sector importante de la población.

En definitiva, afirmamos que existen factores psicológicos positivos, propios de las circunstancias que vive el país, que llevan a las familias a tener menos temores en el futuro, trasladando al consumo parte de lo que antes era atesorado previéndose situaciones difíciles.

Sin embargo existen todavía elementos distorsionantes y negativos, como las tarifas públicas, con las que no se busca el equilibrio que determine una mayor demanda, lo que seria el resultado de una adecuada política de precios.

¿Cómo puede ser que aquí se pague la nafta al precio más alto del continente? Qué también sean descomunales las tarifas de las comunicaciones y que ANTEL deba ser defendida en materia de telefonía básica por una política monopólica que la preserve de la competencia y que, además, de manera insólita, se anuncie que se suspende una licitación para que el avance tecnológico que su resultado implicaría, no perjudique a la empresa pública.

Lo que aparece como en todo este contexto es que las ecuaciones de precios de muchas empresas públicas, tienen elementos que los distorsionan y determinan que si las mismas no son preservadas por el monopolio, están lejos de poder competir en un mercado abierto.

Sobre el punto no nos cabe duda que uno de esos elementos, quizás el más negativo, es la carga impositiva que impone el propio Estado la que, a niveles internacionales, es también récord.

Obligación impositiva, además, que en pesos crece incesantemente, pues a cada incremento de tarifas, la carga impositiva es porcentualmente la misma, o sea que el Estado recibe en cada aumento una mayor cantidad de pesos. ¿Por qué no se ha pensado en mantener en un nivel fijo (en pesos), para así trasladar parte de ese beneficio a los precios?

Ello redundaría, por razones obvias que sería tedioso explicar aquí, en una mayor venta de los productos lo que, en definitiva, mejoraría la ecuación, adecuando los valores a una realidad tarifaria que hoy tiene como denominador común la distorsión.

Si se adoptara un pretérito mecanismo de paulatina reducción tarifaria, que requeriría también de una readecuación importante de algunas empresas estatales, se estaría contribuyendo también a impulsar la mejoría económica.

Por supuesto, como adelantan quienes estudian los mercados internacionales, se prevé para este año un más lento crecimiento de países como Uruguay, volcados por convicción y necesidad al comercio exterior pero, que se desarrollan, gracias al gasto que realizan las familias.

La exportación es una manera de medir el ingreso de divisas, pero el desarrollo está vinculada a la distribución de la riqueza, al desenvolvimiento interno y a la mejoría del pequeño mercado que movemos los uruguayos, para el que producen las también las pequeñas empresas (al nivel uruguayo), para las que trabajan los uruguayos en las más diversas actividades.

Las dos etapas tienen una vinculación, pero la segunda ha sido la más golpeada por gobiernos que trasladaron a la gente el costo de la crisis del 2002. Ellos siempre fueron partidarios de socializar las deudas y lo hicieron en este caso.

No recordaron lo hecho y la amnesia se extendió, como ocurrió desde el tercer trimestre del 2003, a todo lo largo del 2004 y en lo que va del corriente año, cuando la tendencia revirtió la recesión. .

Fue cuando las ganancias se mantuvieron privatizadas.

(*) Periodista.