Después de que el 28 de junio de 2009 los militares irrumpieron disparando en su casa y se llevaron a su marido, el entonces presidente Manuel Zelaya, Xiomara Castro tuvo que soportar las amenazas, el acoso y el miedo a ser arrestada. Se escondió con su familia para no ser detectada, luchó para poder abrazar […]
Después de que el 28 de junio de 2009 los militares irrumpieron disparando en su casa y se llevaron a su marido, el entonces presidente Manuel Zelaya, Xiomara Castro tuvo que soportar las amenazas, el acoso y el miedo a ser arrestada. Se escondió con su familia para no ser detectada, luchó para poder abrazar nuevamente a su marido y nunca se fue al exilio. Un mes después del golpe, encerrada en un pequeño hotel en el pueblo de El Paraíso, a pocos kilómetros de la frontera con Nicaragua, Xiomara Castro nació por segunda vez.
Con la voz firme y los ojos enrojecidos por las lágrimas del estupor que experimentaba al enfrentarse diariamente al régimen de Roberto Micheletti, la ex primera dama aseguraba estar lista para resistir y reclamar sus derechos. «Nadie puede negar que sigamos luchando y que este esfuerzo pueda ser ejemplo para todas las personas que se sienten violentadas en sus derechos», decía en aquella ocasión.
Tres años después, Xiomara Castro es la candidata por consenso del partido Libre (Libertad y Refundación), brazo político-electoral del FNRP (Frente Nacional de Resistencia Popular). En una entrevista en exclusiva con Opera Mundi dice estar preparada para enfrentar este nuevo reto y espera contar con el cariño y el apoyo del pueblo hondureño.
La candidata presidencial manifiesta no sentir rencor por lo que ha pasado, antes bien asegura que en cuanto asuma la Presidencia de Honduras, convocará a todos los sectores del país para impulsar un verdadero diálogo y alcanzar la reconciliación por medio de una Asamblea Nacional Constituyente.
* * *
– OM: Ya han pasado tres años. ¿Cómo está el pueblo hondureño?
– XC: El día que se dio el golpe de Estado creyeron que sólo iban a haber tres días de protesta y que Honduras volvería a la normalidad, como siempre había ocurrido en el pasado. Pensaron que el pueblo hondureño seguía sumiso en la indiferencia, en la apatía, pero se equivocaron, porque a tres años del golpe el pueblo sigue de pie, reclamando el retorno al orden constitucional, el respeto a los derechos humanos, exigiendo justicia por los mártires que derramaron su sangre, por el único delito de defender la democracia en nuestro país. Han sido tres años de crisis política, económica y social, pero el pueblo ya está consciente de que llegó el momento de revertir el golpe de Estado. Honduras ya no va a exportar estrategias para que otros países de América Latina continúen sufriendo golpes de Estado.
– OM: ¿Usted se refiere a la situación de Paraguay?
– XC: Por supuesto. En Honduras vamos a la conquista del poder. El pueblo va al poder y vamos a refundar nuestra patria, a cambiar este sistema que no da respuestas y oprime a los que más sufren en nuestro país. Vamos a cambiar porque queremos un sistema justo, equitativo, donde todos y todas tengan oportunidades. Vamos a demostrar, con nuestro ejemplo, con el pueblo en lucha y con esta sangre derramada, que somos capaces de cambiar la historia de los países, y que nunca más en América Latina se vuelva a dar un golpe de Estado.
– OP: ¿Qué opina de la intención del Congreso de Honduras de introducir en la Constitución la figura jurídica del ‘juicio político’?
– XC: Habría que discutirlo, pero yo voy más allá. Creo que deberíamos considerar la introducción de la ‘muerte cruzada’ y del ‘referéndum revocatorio’, es decir que no sean los diputados a decidir el futuro del país, sino todo el pueblo. Es necesaria la participación del pueblo en todas las decisiones que se tomen y eso es parte de las propuestas que vamos a impulsar.
– OM: ¿En algún momento usted se imaginó que, tres años después del golpe, iba a ser candidata a la Presidencia de la República?
– XC: Nunca me lo imaginé. Nunca pensé que íbamos a avanzar tanto y que el pueblo iba a empoderarse de la necesidad de cambiar radicalmente las cosas en nuestro país. Aquellos eran días de violencia y terror y yo miraba a un pueblo valiente enfrentándose a las armas, luchando contra el poder fáctico que se estaba instalando en el país. Y me junté con la gente. Crecimos en conciencia y supimos que Honduras nunca más iba a ser la misma.
– OM: ¿Se siente lista y preparada para este nuevo reto?
– XC: Estoy lista y preparada porque no estoy sola, sino que estoy a la par del pueblo. Simple y sencillamente he tomado la decisión de estar al frente del pueblo, de ser la primera en dar el paso, en luchar por la refundación del país, pero también de ser la primera en dar la vida, si es necesario.
– OM: ¿Cree que los sectores que han planeado y ejecutado el golpe y que todavía están al frente de las instituciones en Honduras, van a permitir estos cambios?
– XC: Yo confío en que el pueblo va a defender las urnas y la voluntad expresada por los electores. Va a ser muy difícil para ellos querer implementar un fraude en este proceso electoral al que vamos. Confío también que los países amigos van a estar vigilando que este proceso sea transparente.
– OM: ¿El FNRP y Libre mantienen la posición de que la lucha para el poder debe ser pacífica?
– XC: Sólo conocemos esta vía para alcanzar el poder. Nos oponemos al uso de las armas y de la fuerza brutal, y lo hemos demostrado durante estos tres años de lucha firme, pero pacífica. Otros son los que usan la violencia y nosotros somos los que hemos puesto los muertos, que hemos sufrido la persecución, las violaciones a los derechos humanos. Nunca hemos levantado la mano en contra de algún hermano o hermana que no opina de la misma forma que nosotros.
– OM: ¿Cuáles van a ser las primeras medidas que va a tomar en caso de ser electa mandataria del país?
– XC: El objetivo primordial del partido Libre va a ser refundar el país y llegar a un verdadero pacto social que reconcilie a la sociedad hondureña. El mismo día de la toma de posesión vamos a sentarnos con todos los sectores y vamos a convocar a una Asamblea Nacional Constituyente, para iniciar con pasos firmes este nuevo proceso y, así, poner bases solidas para la democracia.
Fuente original: Opera Mundi (en portugués)