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Los trabajadores textiles de Bangladesh protestan por los bajos salarios

Fuentes: Agencias

Más de 100 empresas textiles de Bangladesh se vieron forzadas a cerrar el lunes después de que miles de trabajadores continuaran sus protestas por tercer día para reclamar un salario mínimo mensual de 100 dólares (unos 74 euros), y unas 50 personas resultaron heridas en los disturbios, dijeron policías y testigos. La industria textil es […]

Más de 100 empresas textiles de Bangladesh se vieron forzadas a cerrar el lunes después de que miles de trabajadores continuaran sus protestas por tercer día para reclamar un salario mínimo mensual de 100 dólares (unos 74 euros), y unas 50 personas resultaron heridas en los disturbios, dijeron policías y testigos.

La industria textil es vital para Bangladesh, y sus bajos salarios y acceso libre de impuestos a los mercados occidentales han ayudado al país a convertirse en el segundo mayor exportador del mundo después de China.

Pero este sector valorado en 20.000 millones de dólares, que suministra a muchas marcas occidentales, ha estado bajo los focos tras una serie de accidentes mortales, como el hundimiento de un edificio en el que había varios fabricantes el pasado mes de abril en el que murieron más de 1.130 personas.

El lunes, los trabajadores salieron a la calle por tercer día, bloqueando calles importantes y atacando algunos vehículos en los polígonos industriales de Gazipur y Savar, situadas en las afueras de la capital, Dacca.

Al menos 50 personas, entre ellas algunos policías, resultaron heridas, dijeron policías y testigos, después de que la policía lanzara gases lacrimógenos y balas de goma, y los trabajadores respondieran lanzando ladrillos rotos. Algunos empleados también asaltaron algunas factorías, dijeron testigos.

«Tuvimos que tomar medidas duras para restaurar el orden, ya que los trabajadores, desafiantes, no paraban la violencia», dijo un oficial de policía de Gazipur.

El salario mínimo mensual en Bangladesh es de 38 dólares, la mitad de lo que ganan los camboyanos. El Gobierno está negociando con sindicatos y empresarios para establecer un nuevo sueldo mínimo.

La última subida salarial para el sector textil tuvo lugar a finales de 2010, en respuesta a meses de protestas callejeras, y supuso casi duplicar la cifra anterior.

Recientemente, los empresarios ofrecieron un aumento del 20 por ciento que fue rechazado por los trabajadores, calificándolo de «inhumano y humillante».

«Trabajamos para sobrevivir, pero ni siquiera podemos cubrir nuestras necesidades básicas», dijo una mujer que participaba en las protestas.

Los últimos accidentes han puesto bajo presión al Gobierno, empresarios y a las marcas mundiales que usan las factorías para reformar una industria que emplea a cuarto millones de personas y genera el 80 por ciento de los ingresos por exportaciones del país.

El hundimiento del Rana Plaza el pasado 24 de abril, un edificio construido sobre territorio pantanoso en las afueras de Dacca con varias plantas construidas ilegalmente, es de los peores accidentes industriales del mundo y ha galvanizado las marcas para seguir más de cerca a sus suministradores.

Este mes, un grupo de minoristas y marcas de ropa no consiguieron alcanzar un fondo de compensación para las víctimas de los desastres en las factorías de Bangladesh, ya que muchas de las empresas que se suministraban las prendas de estas fábricas decidieron no participar en el proceso.

Los costes laborales extremadamente bajos y lo que los más críticos consideran disminuciones en la seguridad convierten al país de 160 millones de habitantes en el más barato para fabricar grandes cantidades de prendas, de las que el 60 por ciento va a Europa y el 23 por ciento a Estados Unidos.