Traducido para Rebelión por Susana Merino
La puesta en perspectiva de los desafíos ha puesto en juego la geografía y la historia de este espacio considerado como un Mediterráneo asiático, cuya misma denominación plantea problemas. La falta de claridad sobre la soberanía de estos conjunto de islas es islotes (Parace. Spratly, los arrecifes Scarborough, Natuna, etc.) y las delimitaciones marítimas se hallan en el centro de los litigios que enfrentan a siete estados (China, Taiwan, Vietnam, Malasia, Indonesia, Brunei y Filipinas). Los bloqueos políticos a la regulación de diferendos son también jurídicos y están vinculados a los límites de los tratados internacionales. La primera mesa redonda titulada: «¿Qué dice el derecho internacional?», puso de relieve la dificultad de encontrar criterios y normas jurídicas que enmarquen la resolución política de estos conflictos.
1.- ¿Qué dice el derecho internacional?
Un momento crucial se produce en 2009, año en que China reivindica ante las Naciones Unidas su soberanía sobre la plataforma continental, las islas, los islotes, los fondos marinos según una línea de ocho trazos (lengua de buey). El mapa que la fundamenta en que figuran los símbolos (trazos) no reconocidos por la Oficina Hidrográfica Internacional y la justificación histórica que invoca no constituyen títulos jurídicos (Franckx). Existen en el pasado otros casos similares: los Países Bajos y los EE.UU. (1928), el mapa de los rusos sobre el Ártico, la frontera que enfrentó a Botswana con Namibia en 1986. Eritrea y el Yemen. Los mapas deben ser neutros como en la regulación del conflicto entre Chile y la Argentina en 1977. El vocabulario debe ser el usado en los tratados internacionales. De modo que «aguas pertinentes» o «adyacentes» utilizado por China no figuran en la declaración de Montego Bay de 1982 (CNUDM) de la que China fue signataria.
La clasificación de las zonas marítimas ha evolucionado desde la creación de las Zonas Económicas Exclusivas (innovación de Montego Bay, hasta 200 millas náuticas desde las costas) en un período en el que las apuestas económicas vinculadas a la exploración y a la explotación de los recursos naturales han hecho sentir su peso sobre la definición de derecho soberano de los Estados (Coutansais). Nuevas necesidades refuerzan la voluntad de ejercer competencias sobre las ZEE y las plataformas continentales (metales, hidrocarburos, fauna y flora de las plataformas, una gran riqueza genética susceptible de utilizarse en medicina, cosmética, etc) Los Estados buscan entonces aumentarlas (de200 a 300 millas náuticas de las costas) para acceder al nuevo Eldorado de los océanos, especialmente en Asia (pesca y demografía, 2.000 millones de habitantes para 2050).
Los principales recursos de hidrocarburos roceden de los mares (3 de cada 10 barriles). Con el calentamiento climático, la producción de energía a partir de las corrientes y de los vientos marinos se vuelve estratégica (DCNS se lanza a la energía renovable).
Faltas de limitaciones y de un estatuto definitorio de las islas las reivindicaciones son legítimas; pero los espacios deshabitados, la mayor parte de ellos sumergidos hasta la Segunda Guerra Mundial, no eran objeto de interés hasta la entreguerras, Las desequilibradas relaciones de fuerza entre los países del área son un peligro (conflictos militares China-Vietnamen 1956 y 1974). El esfuerzo armamentista de los Estados pequeños no se compara con el de China
Frente a esto los EE.UU. aparecen como un elemento de equilibrio. En la Carta de las Naciones Unidas (Art. 2 , pág.4) la ocupación es ilegal, la regulación debe fundarse en las negociaciones, la justicia, el arbitraje y la mediación de las organizaciones regionales. Pero China impone negociaciones bilaterales sesgadas, afirmando su previa soberanía. Desde los años 70 el debate es más bien político que jurídico. La aplicación del derecho internacional supone que las partes se le sometan. El CIJ resulta impotente ante China aunque medió en los diferendos de Camboya y Tailandia, entre Indonesia y Malasia en 2002, entre Malasia y Singapur en 2008. El derecho que se pruebe en cada paso (informes administrativo, catastro, censos, etc.).
Existen instrumentos jurídicos: CIJ, CNUDM, declaración de conducta de 2003, propuestas de soberanía conjunta y de militarización. Vietnam y Filipinas plantearon su litigio en la CIJ en 2012, previendo un compromiso. Pero el nexo entre nacionalismo y territorios produce a veces una exacerbación en materia de soberanía. La lógica del juicio imparcial de S. Tonnenson no funciona debido a que China rechaza todo compromiso. El cambio de gobierno, ¿introducirá más flexibilidad? Según él, sería necesario un acuerdo dado el hecho de que no existen islas en el Spratly, puesto que la mayor parte queda sumergida durante la marea alta y es imposible asegurar la vida en ellas, se aplicaría entonces el derecho marítimo y no quedarían más que las reivindicaciones sobre la extensión de la plataforma continental (requerimiento por Filipinas de 350 millas rechazado por Vietnam y China). La declaración de conducta para la paz , la reserva y las medidas de «confidence building» firmada por China y el ASEAN no es obligatoria. De modo que su impacto es limitado o mejor dicho nulo. Algunas pistas para orientarse hacia verdaderos compromisos:
– Este mar podría ser un espacio internacional protegido, pero para ello es necesario establecer reglas que sean aceptadas por todos.
– Los EE.UU. podrían establecer la pesca común mediante la creación de una comisión de pesca conjunta (China-Malasia en el 2000, Tailandia-Malasia en 1991)
– Podría establecerse una zona neutral como entre Irak y Arabia en 1922
Debate
Está planteada la libertad de navegación, principio garantizado por la CNUDM. Las reglas jurídicas existentes son discutibles y deberían evolucionar. Vuelven al primer plano las consideraciones militares y geopolíticas.
La cartografía francesa de la región es muy rica y tiende a mantener las toponimias más antiguas, pero el Quai d’Orsay vela para que no se tome ninguna decisión. La zona se halla por lo menos mal cartografiada y peligrosa para la navegación. Los riesgos de enfrentamiento aumentan cada vez más desde que las potencias se fortifican.
La ASEAN ha sido debilitada por falta de consenso (oposición de Camboya a la declaración común de la cumbre del verano 2012 para preservar su alianza con China). Las apuestas son políticas y más fácilmente tratables en un marco bilateral. Si dos Estados eligieran el CIJ para un territorio igualmente disputado por China, esta sería ciertamente obligada a entrar en el juego.
2.- Apuestas políticas, estratégicas y económicas.
China pretende aprovechar la relativa declinación de los EE.UU. que intentan un reequilibrio de sus fuerzas atlánticas hacia el Pacífico para imponerse en un contexto de rivalidades. Un tercio del comercio mundial, 1,2 billones de dólares del comercio estadounidense transitan por la zona.
El mar de China meridional es, después de la Guerra Fría, un lugar de enfrentamiento de potencias nucleares, las apuestas navales son enormes en un espacio en que las fronteras son discutidas, en donde aumentan el crimen organizado y el terrorismo. Si estallara un conflicto militar se instalaría una base francesa en la Polinesia francesa y en Nueva Caledonia (protección de sus residentes que aumentan en número) Es un territorio de prospección de hidrocarburos y un reservorio alimentario, un lugar de paso de la información (cables submarinos que lidera Francia) y de entrenamiento de submarinos nucleares para China. Se encuentran allí cruceros rusos e indios, la VII Flota estadounidense (portaviones con base en Japón, «First to fight» con base en Guam) con destroyers Arleigh Burke. Los EE.UU. han firmado un acuerdo con Singapur para estacionar submarinos nucleares. La flota de China moderna y eficiente aunque hasta ahora no haya arrojado un misil y muy superior al conjunto de los navíos de todos los países de la región y aún del Atlántico (13 destructores, fragatas de moderna y antigua generación, 260 patrulleros) Cerrada por estrechos el mar es inaccesible para los submarinos sumergidos salvo en el sur (estrecho de Lombok). Francia debe desarrollar su capacidad en la lucha antisubmarina porque recuperará su vigor como en los peores momentos de la guerra fría.
El aprovisionamiento energético en hidrocarburos sigue siendo superior a cualquier otra fuente de energía (83% en Francia, 7% nuclear, 7% hidráulica y el resto renovable). La cifra comercializada en energías fósiles asciende a los 4mil mil millones de USD, según las estimaciones entre 30 y 40 veces más que la de la pesca. Lo que se discute es el derecho de unos y otros a ampliar su plataforma continental como en el caso del Ártico. La ampliación de 200 a 300 millas está reconocida por el derecho internacional si la plataforma y la geología la justifican.
Las islas no tienen derecho a un reconocimiento continental porque no están nada o poco habitadas. En este contexto una empresa petrolera no puedo intervenir sino donde la soberanía estatal no está en debate. Prefieren evitar negociar opciones con varios estados Los petroleros funcionan en todas las profundidades. Pero con los litigios, existen partes inexplotables. De modo que habría que crear zonas comunes de explotación con atribuciones por contrato y distribución de la renta minera. En el mar oriental la situación es muy complicada mientras que los intereses petroleros subyacentes son de primer orden.
Los EE.UU. que están atentos a toda clase de toma de posición tienen un miedo pánico al riesgo de escaladas. Los acuerdos bilaterales entre China y los países del área son guardianes de dementes (Filipinas-China) Taiwan frente a China que vio con desagrado que reemplazara una parte de sus guardacostas, dispone de muy importante equipamiento militar. En su conflicto de soberanía con Japón, China ha pedido a Taiwan que santifique (Godement) el espacio sujeto de reivindicación. Natuna se encuentra ubicada en el corazón de un yacimiento de gas y de una red de oleoductos, pero China le ha declarado a la ASEAN que no accionará contra Indonesia que reivindica allí su soberanía. Cuando hay recursos prevalece el pragmatismo. Desde el punto de vista militar a China le corresponde una devolución legítima de un océano Pacífico ocupado por los EE.UU. desde hace 50 años. Sus interlocutores también tienen mala fe. Japón y los EE.UU.: permiten que sus naves transiten la ZEE china. El razonamiento sobre líneas marítimas y comerciales no es pertinente porque todo estado tiene derecho a bloquear un estrecho, pero la configuración no es la misma que la de la segunda guerra mundial. Se necesitan modernos medios de disuasión, no exclusivamente navales, aunque el lobby naval juega un importante papel político en Chin: La mayor sensibilidad nacional contra el Japón es fácil de exacerbar, sobre todo en una parte del ejército , los veteranos y una parte del PCC. El rechazo de Wen Jibao de aumentar en un 10% el presupuesto militar es un destacable esfuerzo.
La fórmula «el siglo XXI estadounidense será asiático-pacífico» de Hillary Clinton (Foreign Affairs, noviembre 2011 revela cuánto preocupan a China los equilibrios regionales y mundiales. Ella se halla iniciando un giro económico hacia una transición más centrada en la demanda interna, que requerirá mayores importaciones. De modo que la ruta marítima sigue siendo estratégica. Desde 2009, reivindica activamente la soberanía sobre una zona igual al Mediterráneo y obliga a incluir estas reivindicaciones en los mapas chinos so pena de multas ( de 10 a 100.000 yuanes). Considera que estos islotes forman parte de sus intereses fundamentales como el Tíbet o Taiwan. En ello intervienen varios actores chinos: el ministerio de Asuntos extranjeros, el ejército popular, las empresas públicas que tienen a veces estrategias más expansionistas. El nacionalismo es el fermento de la cohesión nacional, pero los hipernacionalistas que atizan el odio a Japón no logran el poder que no llegan a instrumentalizar estos movimientos, aun cuando la educación patriótica es muy importante. Sintiéndose amenazada por los EE.UU., China fortalece sus alianzas bilaterales y su participación en organizaciones regionales (ASEAN APEC). La Asociación Trans Pacífico ( Trans Pacific Partnership) de la que los EE.UU. es miembro es peligrosa porque provoca el riesgo de enfrentar los pro y los anti Pekin .India e Indonesia son nuevos apoyos para los EE.UU. dado que Taiwan que protege sus intereses en la zona y les ha solicitado no intervenir parece más ambiguo. Las antiguas heridas no se han cerrado. El futuro es incierto
Debate
China es dueña de dos grandes empresas petroleras comparables a las gigantes mundiales pero todavía no funcionan bien en el off-shore muy profundo y en la licuación de gas. Una serie de mecanismos muestra que no es razonable que el país busque enfrentamientos. Aunque la China debilita la concertación regional el ASEAN, debería retomar la regulación multilateral. Francia aboga por el código de buena conducta para la protección de los marinos, de los militares y de los pescadores y aprecia la iniciativa de Singapur (Shangri-la Dialogue) Tomaría parte en un eventual conflicto por mandato de las Naciones Unidas. China no desea escaladas, porque dispone de una administración adecuada y guardacostas. Aunque desarrolla operaciones conjuntas con Rusia en el mar oriental.
China ha comprendido que ya no puede contar más que con el carbón. La energía es el talón de Aquiles de su política exterior. Es líder como productor y proveedor en la nuclear, la eólica y la fotovoltáica.
La posición de la UE no es clara (las declaraciones de junio y julio de 2012, difieren). La oleada de violencia contra los japoneses ha provocado un gran shock en el Japón: manifestaciones, destrucción de negocios japoneses y ataques a chinos que trabajan para los japoneses.
3.- ¿Impases militares o soluciones políticas?
La situación muestra que es necesario aprender a vivir con los problemas de la región. Las relaciones interestatales se enfrentan pero creer que existe un permanente conflicto militar es exagerado (incidentes militares sin víctimas contrariamente a la sesentena de soldados vietnamitas en las islas Spraty frente a China). El impasse diplomático es real. Se han seguido cuatro vías:
– La declaración de la cumbre UE-Asia en Ventiane: China pone barreras a toda mención de litigio. Las discusiones entre países del sector abiertas a Europa han esbozado los contornos de la declaración de Manila.
– Diálogo – Sangri La: Realza la representación de los Estados, reúne los ministerios oficiales y los ejércitos, pero rehúsa contemplar una solución por el derecho. Las posiciones hoy están estancadas.
– Un foro formal interestatal en que los Estados no partes del conflicto pueden opinar.
– La regionalización que se apoya en la organización ASEAN y su conferencia regional de Ministros de Defensa. Pero no tiene una posición propia y unánime.
El ministro filipino ha subrayado la pertinencia de la vía de la ONU, que Francia debe apoyar para internacionalizar al máximo el conflicto. Los países del sureste van a dialogar con Europa, los EE.UU., el APEC en consonancia con el derecho internacional.
La posición adoptada por China crea un clima de impasse sobre el manejo de la gestión del espacio marítimo y es un factor esencial en esta dramatización (una comisión encargada de redactar un nuevo libro blanco de la Defensa francesa está en debate). Las asociaciones logradas por los EE.UU. en la región son todavía frágiles. El Congreso desea reducir los instrumentos militares. Pero es preciso vigilar de cerca el retiro de las tropas de Afganistán (pasando por Singapur) Los EE.UU. asociarán a Europa y a otros países responsables de la seguridad en la región ¿lamado del ministro de Asunto extranjeros de Japón a favor de una asociación estratégica con Francia)? ¿Cuál será el papel de la OTAN?
Los litigios territoriales no deben ocultar el pesado antagonismo existente entre China y los EE.UU. China se proyecta en el mar del Sur. Los misiles de próxima generación tendrán un alcance de 20.000 kilómetros, pero están todavía en período de prueba. China quiere santificar este espacio para poder sacar sus submarinos nucleares lanzacohetes. Los incidentes se multiplican. Reed en 2011, Scarborough Reef, etc. La empresa china Oil Off Shore Corporation ha iniciado una exploración en la ZEE vietnamita. Los próximos incidentes podrían producirse en Indonesia (Natuna) y con Malasia (Luconia Reefs) porque sus aguas cortan la zona delimitada por la línea de nueve trazos. Los chinos rechazan que se prohiba la navegación internacional en esas zonas, pero interrogan a los navíos que por allí circulan. Los países del área no pueden responder militarmente porque serían culpables. Las políticas marítimas se desarrollan. Rusia, inquieta por la influencia china, juega un papel ambiguo (venta de armas a Vietnam, organización cooperativa en Shangai). El problema es internacional no regional. Ningún país puede pretender la soberanía absoluta sobre la totalidad de un mar. Es necesario reconocer que los mares son patrimonio común de la humanidad.
Los desequilibrios entre la China y los países del área deben matizarse: en los estrechos los países costeros tienen ventajas como la de negar el acceso y pueden utilizar los «fast attack craft». A nivel regional la ASEAN se ha visto debilitada por presidencias rígidas e instituciones frágiles. Indonesia habría podido ciertamente anotarse como potencia regional (cultura, demografía,etc) pero no parece demasiado neutra con relación a China. China no es el «Gran Villano» Si alimentamos esta dinámica, aumentará el sentimiento de persecución y será antiproductivo. Las relaciones son ahora más complejas que durante la Guerra Fría. Todos los países de la región adquieren tecnologías y equipamientos militares de vanguardia. ¿Estamos asistiendo a una carrera armamentista sin control» Los gastos militares no aumentan vertiginosamente y sin embargo son reales. El desarrollo de buques paramilitares y de vehículos no armados pretende el enfrentamiento cara a cara con los equipos militares. Un conflicto abierto es poco probable debido al peso demográfico de la región. China no puede arriesgarse. Se podrían relanzar las soluciones políticas en 2013 si se realizan esfuerzos para:
– Una clarificación de los límites territoriales por parte de China y de Vietnam de conformidad con la CNUDM (puesta en marcha los grupos de trabajo).
– Colaboración en torno a los litigios con una puesta en común de la soberanía: zonas de pesca multilaterales.
– Patrullaje conjunto entre fuerzas militares.
– Comprometerse a no seguir realizando nuevas construcciones militares, avanzar hacia una desmilitarización y una sustitución por fuerzas civiles y policiales.
Loa alrededores de China se hacen más complejos, ¿será más conciliadora o encarará otras opciones? ¿Cuáles serán las consecuencias para Europa? ¿Debe implicarse? Del lado Chino se enfrentan cuatro escuelas de pensamiento: los partidarios de un apaciguamiento de las tensiones mediante la cooperación económica y el comercio (desarrollo de relaciones con Vietnam luego de dos años); acercamiento mediante la dominación no concederá ni posición ni injerencia; los partidarios de una China que se vuelve más fuerte y confiada pronta a buscar reequilibrios que no afecten sus intereses (reintegración de Taiwan); los defensores de una política nacionalista dura tendente a encarar una escalada en un contexto de crisis económica mundial. Esta última tendencia es minoritaria pero la probabilidad de una intensificación de las amenazas no debe excluirse. Washington reclama a Europa más actividad y que firme una asociación estratégica para garantizar la libertad de los mares sobre la base de sus intereses económicos. Pero no existe consenso entre sus Estados miembros. Otros temas más importantes deben preocupar a Europa: el mar de Aden y el mar Negro, la piratería en el Mediterráneo (el incidente en Argelia). No se han resulto numerosas disputas territoriales: entre Chipre (que ha pedido el apoyo de Rusia) y Turquía, entre Turquía y Grecia.
Deng Xiao Ping preconizaba el final de la tiranía, de la hegemonía, una reforma permanente con un cambio regular de equipos. Existe una verdadera voluntad de cambio en China. Francia no puede estar demasiado presente en Asia (más agregados en defensa, más visitas presidenciales). Debería más bien desarrollar una presencia económica más efectiva con Europa articulada con el tema de la seguridad.
China se esfuerza por adoptar una posición constructiva. Es la primera socia de los países del área con los que tiene importantes déficit comerciales.
El internacionalismo del tema multiplica los actores y tal vez también las dificultades. El tiempo de las dominaciones imperiales ha sido superado, China no tiene recursos para serlo en Asia del Sur como tampoco los EE.UU. en América Latina-
Ni la UE ni sus Estados miembros dan señales de querer involucrarse en estos temas ni de la seguridad marítima en Asia.
Fuente: http://www.gabrielperi.fr/IMG/pdf/cr-colloque-mer_de_chine_meridionale_nouvel_espace_de_crise.pdf
rCR