El ejército del palmero Facussé deja un saldo de cinco muertos, heridos y desaparecidos
Fue una verdadera masacre la que ocurrió el día de ayer, 15 de noviembre, en la finca El Tumbador, municipio de Trujillo, en el norte de Honduras. Un ejército de más de 200 guardias de seguridad del productor palmero Miguel Facussé Barjum, presidente de la Corporación Dinant, atacó con armas de grueso calibre a miembros del Movimiento Campesino del Aguán (MCA), quienes desde hace nueve meses recuperaron esa tierra, que les fue arrebatada por el sanguinario empresario para sembrar palma africana.
La violenta acción de los grupos paramilitares dejó un trágico saldo de cuatro fallecidos -Teodoro Acosta (45), Ignacio Reyes (50), Raúl Castillo (45) y Ciriaco Muñóz (45)-, dos desaparecidos -José Luis Sauceda Pastrana ¹ y Noé Pérez- y varios heridos, algunos de los cuales están hospitalizados en graves condiciones.-
«Los guardias de Facussé llegaron a las 5 de la mañana a la finca El Tumbador y exigieron a los campesinos que desalojaran el lugar. Ante el rechazo de los compañeros llamaron a más gente. Llegaron más de 200 guardias de seguridad y sin mediar palabras abrieron fuego con armas de grueso calibre», relató a Sirel Santos Cruz, miembro del MCA.
Según varios testigos, los guardias del empresario palmero usaron armas de guerra: AK-47, M-16 y fusiles R-15. Invadieron la finca y persiguieron a los miembros del MCA por más de cuatro horas. Ni la Policía -que como siempre llegó cuando la situación se había calmado y la masacre estaba consumada- pudo entrar al lugar que estaba fuertemente custodiado por los guardias.
«Fue una masacre. Dispararon a matar. La gente escapaba entre las palmas, tratando de protegerse. Todavía hay dos compañeros desaparecidos y no sabemos si están escondidos o si fueron asesinados y sus cuerpos están en la finca. Nadie puede entrar. Estas tierras son nuestras y las vamos a defender», explicó conmocionado Cruz.
Corrupción y saqueo
La finca El Tumbador es parte de una de las tantas «historias negras» que han contribuido al despojo de las tierras en Honduras por manos de terratenientes sin escrúpulos.
Cuando Temístocles Ramírez de Arellano, puertorriqueño nacionalizado estadounidense, fue obligado a vender al Estado sus 5.724 hectáreas en el Bajo Aguán, esas tierras volvieron a manos del Instituto Nacional Agrario (INA) para fines de Reforma Agraria. Sobre estas tierras el gobierno de Honduras instaló el tristemente famoso Centro Regional de Entrenamiento Militar (CREM), donde en los años 80 expertos estadounidenses entrenaron a las tropas hondureñas, salvadoreñas, guatemaltecas y a la «Contra» nicaragüense en el arte de matar.
Afinando técnicas de corrupción y apegándose a la Ley de Modernización Agrícola, aprobada a principio de los 90, los terratenientes lograron adueñarse ilegalmente de estas tierras, comenzando a sembrar palma africana. Cuando las familias campesinas se enteraron de la existencia de una escritura con la que la Procuraduría General de la República pasaba las tierras al INA, comenzaron a organizarse para su recuperación.
«El INA ya midió la tierra de la finca El Tumbador. Definió que es parte del sitio CREM y que la van a entregar a los campesinos, los cuales tendrán que pagar solamente el valor de las mejoras -dijo a Sirel, Esly Banegas, coordinadora regional de la Coordinadora de Organizaciones Populares del Aguán (COPA)-
Lo que ocurrió es absurdo. Ya hay negociaciones avanzadas y el mismo Facussé aceptó que esas son tierras fiscales para Reforma Agraria. Los campesinos del MCA han sido constantemente hostigados y amenazados, y lo que presenciamos ayer es una evidente demostración de que el poder en Honduras está en manos de los grupos económicos hegemónicos. Son ellos quienes mandan en el país», aseveró Banegas.
También para el Movimiento Unificado Campesino del Aguán (MUCA), la masacre perpetrada por los guardias de Miguel Facussé demuestra la debilidad y la connivencia del gobierno de Porfirio Lobo con la oligarquía nacional.
«El régimen de Porfirio Lobo, los ministros de Seguridad y Defensa y Miguel Facussé son los principales responsables de lo que ha ocurrido. Quieren sembrar el terror en la región para detener la lucha por la tierra, y ya han avisado que van nuevamente a militarizar la zona- dijo Juan Chinchilla, directivo del MUCA-.
El MUCA se solidariza con los compañeros y compañeras del MCA. Estamos indignados ante esta nueva masacre y la ineptitud de este régimen. Exigimos que se investiguen a fondo estos hechos. ¡Basta ya de impunidad!», remarcó Chinchilla.
Ante esta situación, el MCA se prepara para lo que pueda venir en los próximo días.
«Estamos heridos. En diez años nos han asesinado a más de 20 compañeros. Es una campaña de terror, para amedrentarnos, para que renunciemos a nuestros derechos sobre la tierra. Sin embargo ya estamos tomando las medidas necesarias y no lo van a lograr», concluyó Santos Cruz.
ÚLTIMO MOMENTO
Encuentran sin vida uno de los dos campesinos desaparecidos del MCA
Suben a cinco las víctimas de la masacre en en Bajo Aguán
José Luis Sauceda Pastrana, de 32 años, fue encontrado muerto la mañana de hoy en las cercanías de la finca El Tumbador. El cuerpo del miembro del MCA, quien se reportaba como desaparecido después del violento ataque de los guardias de seguridad del productor palmero Miguel Facussé, fue encontrado con tres disparos de fusil R-15 en su rostro. Una ejecución sumaria que lleva a cinco el número de miembros del MCA asesinados el día de ayer. Ninguna noticia, por el momento, sobre el paradero del otro campesino desaparecido, Noé Pérez.
Fuente: http://www.rel-uita.org/