La próxima entrega de los premios Oscar -que no sé cuándo será- debería incluir entre sus nominados a muchísimos actores que tuvieron que ver con el golpe de Estado en Honduras. Cabe destacar realmente a todos los organizadores de la fascista asonada centroamericana, expertos en dirigir a los sumisos medios de comunicación a los patrones […]
La próxima entrega de los premios Oscar -que no sé cuándo será- debería incluir entre sus nominados a muchísimos actores que tuvieron que ver con el golpe de Estado en Honduras.
Cabe destacar realmente a todos los organizadores de la fascista asonada centroamericana, expertos en dirigir a los sumisos medios de comunicación a los patrones de información afines a sus intereses.
La última noticia trascendente desde Tegucigalpa nos dice que el nuevo presidente, Porfirio Lobo, decidió mantener en sus cargos a la cúpula militar golpista liderada por el general Romeo Vázquez.
Pero hace varias semanas se había anunciado con toda pompa que la justicia hondureña enjuiciaría a Romeo Vázquez por sacar del país en paños menores al presidente constitucional José Manuel Zelaya.
Mediáticamente fue una noticia potente, ahora que volvía la democracia a Honduras sí se iba a hacer justicia. Claro que lo iban a enjuiciar en medio de anuncios de una amnistía que en ese mismo momento discutía el Congreso que también se prestó al golpe de Estado (pero eso era lo de menos).
Ahora resulta que ni siquiera hizo falta enjuiciarlo para amnistiarlo al día siguiente, Romeo Vázquez es ratificado en su puesto por la nueva democracia hondureña, aceptada hasta por el propio titular de la OEA, José Miguel Insulza, quien en las últimas horas realiza un intenso lobby para regresar a Honduras al seno de la organización.
Insulza había sido (aparentemente) un activo defensor de la democracia en Honduras.
¿Qué habrá pasado ahora?
¿Habrá negociado su continuidad como Secretario General con alguna autoridad de Washington que como moneda de cambio le exigió el regreso de Tegucigalpa a la OEA?
El golpe triunfó en Honduras me decía el otro día un colega, y tiene razón nomás.
La cadena CNN, que es la voz velada pero oficial del gobierno estadounidense, repetía esta semana que la decisión de expulsar por la fuerza a Zelaya había desatado una crisis de 7 meses que había finalizado con la asunción de Porfirio Lobo, ni una palabra sobre un golpe de Estado o un ataque a la democracia, simplemente una crisis que se desató por derrocar a un presidente (claro que ni se menciona el concepto de derrocar).
Nos dicen entonces que el golpe de Estado no existió y que la crisis ya es parte del pasado.
Es la misma idea que promueve Washington desde que se quitó de encima a una molesta ficha que sumaba su voluntad a la propuesta del ALBA (Zelaya obviamente).
Si la crisis política terminó habría que preguntárselo a los familiares de dos integrantes de la resistencia que fueron asesinados en los últimos 10 días, pero esto ya no es noticia para casi nadie, porque hay que dar la sensación de normalidad.
La misma sensación de normalidad y democracia la impulsaron con el famoso Acuerdo de San José, que para lo único que sirvió fue para dilatar día tras día, semana tras semana, la restitución de Zelaya.
Los dictadores se mostraban como dialogadores, los medios afines fortalecían esa matriz, y vaya que lo lograron a nivel masivo.
Honduras volverá ahora a la OEA y lo primero que habría que preguntarse es para qué sirve este organismo con sede en Washington y por qué los gobiernos más progresistas de la región no definen de una vez por todas huir de un instrumento que como está hiper demostrado, siempre es funcional al gobierno que está a la cabeza de todas las conspiraciones en contra la integración latinoamericana.
Sobre las ternas para los premios Oscar
Mejor actor: Roberto Micheletti, Gral. Romeo Vázquez y Hugo Llorens (embajador de EEUU en Honduras)
Mejor guión: el Pentágono, Thomas Shannon (una especia de vicecanciller de EEUU para América Latina quien ejercía la misma función durante la administración de George W. Bush) y los poderes hondureños (judicial, legislativo y militar)
Mejor actor de reparto: Oscar Arias, Barack Obama y Hillary Clinton.
Puesta en escena: CNN, los medios privados hondureños y la OEA.
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