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Entrevista al sociólogo estadounidense James Petras:

«Mientras EE.UU. no rompa relaciones y les retire el apoyo, los golpistas masacradores no se irán «

Fuentes: Yvke

 Cristina González, presidenta de YVKE Mundial, y el periodista Hernán Cano entrevistaron este domingo al intelectual estadounidense James Petras, quien se mostró consternado por la matanza desatadas por el ejército en Honduras y exigió una condena de los golpistas de Honduras por parte de la Casa Blanca: «Estamos frente a una masacre, un acto de […]

 Cristina González, presidenta de YVKE Mundial, y el periodista Hernán Cano entrevistaron este domingo al intelectual estadounidense James Petras, quien se mostró consternado por la matanza desatadas por el ejército en Honduras y exigió una condena de los golpistas de Honduras por parte de la Casa Blanca:

«Estamos frente a una masacre, un acto de terrorismo de Estado. Esperamos escuchar la voz del presidente norteamericano, que hasta ahora ha jugado un papel vergonzoso frente a los golpistas. Esperamos que por fin declare el golpe ilegal y condene a los golpistas, así como que corte la ayuda norteamericana y rompa relaciones con un gobierno masacrador, pero todavía no hemos recibido ningún anuncio de la Casa Blanca ni de la cancillera, Hillary Clinton. El pueblo aquí, particularmente las comunidades latinoamericanas están muy indignadas con este presidente, supuestamente representante de los grupos afroamericanos, latinoamericanos y las clases populares».

H.C. Hoy en la rueda de prensa del gobierno de facto se veía cierta desesperación por ser reconocidos por algún gobierno. Sin embargo, esta actitud beligerante y la represión salvaje del pueblo que esperaba en el aeropuerto a su presidente legítimo no parece mostrar a un gobierno que esté absolutamente aislado. ¿Cuando se refiere al papel indignante del gobierno estadounidense es porque cree que existe apoyo del gobierno de Estados Unidos a este golpe de Estado?

«Bueno, por lo menos veamos los indicadores concretos. Primero, el embajador norteamericano sigue allá. Segundo, los generales, mayores y coroneles estadounidenses estacionados en la base de Honduras siguen en contacto con los asesinos como si fuera una cosa rutinaria. Todavía el presidente norteamericano no ha definido las acciones en Honduras como un golpe de Estado ni ha roto relaciones ni ha cortado la ayuda. Mientras los golpistas masacradores sigan pensando que Washington va a seguir dando apoyo económico y diplomático o manteniendo relaciones, ellos no van a renunciar. Eso es categórico. Mientras Obama no rompa relaciones con los masacradores, ellos van a descartar las decisiones de la OEA y Naciones Unidas, porque el patrón de ellos es vital para sobrevivir en estas circunstancias.

Las miradas del mundo están puestas ahora en lo que va a hacer Obama: si va a seguir apoyando a un gobierno terrorista o, por fin, va a rectificar su política, poner distancia, rechazar a los masacradores y forzarlos a renunciar para ser reemplazados por el presidente legal, Zelaya.

C.G. Si nos ponemos a ver, a Estados Unidos le interesa demasiado ese punto de Centroamérica. De hecho, allí tiene bases militares, la formación de esa fuerza armada que no se ha resquebrajado y ha apoyado el golpe de estado incondicionalmente, lo que demuestra que su formación es de la Escuela de las Américas. ¿Por qué puede interesarle a Estados Unidos sacar de este apuro a Zelaya y defender la democracia en Honduras?

«Ahora el costo de seguir apoyando a los masacradores es altísimo. Ningún gobierno, ni Obama, ni los más liberales ni los más moderados de América Latina, pueden mantener una relación diplomática cordial con este gobierno. El costo para Washington de seguir apoyando a los golpistas después de la masacre ha subido muchísimo, frente al aislamiento total y la condena universal, el retiro de los embajadores de todos los países. Si Washington sigue la política de los últimos días va a ser totalmente desprestigiado».

C.G. Este caso es bastante parecido al de Jean Bertrand Aristide. Habiendo estado Negroponte controlando la fuerza armada de Honduras y teniendo la mediática controlada como la tiene el dictador que está ocupando el cargo presidencial en Honduras, ¿por qué no podemos decir que lo que hay es un lavado de cerebro que lo que hay es un lavado de cerebro que no va a parar? Recordemos que Estados Unidos acaba de poner en el poder a un presidente a punta de puro marketing ¿Puede ser que este marketing también lo hagan para Honduras, porque le interesa demasiado el pasillo desde México hasta Panamá para su salida al Pacífico?

«Independientemente de lo que era la estrategia grande, en este momento Washington queda muy aislado, muy desprestigiado, y frente a una denuncia unánime en el mundo, que viene de todas partes. Entonces, cualquiera que haya sido la estrategia, tiene que modificarse en este momento. Si no, repito: van a quedar condenados, aislados y repudiados, y ése es un alto costo por continuar una estrategia que está ya fracasada. Y más allá de eso, la masacre provoca un levantamiento dentro del país, que puede generar enorme inestabilidad, más allá de Honduras. En los países vecinos, en América Latina, la respuesta contundente de las masas puede poner en cuestión cualquier influencia y cualquier régimen filoamericano en el Sur. El costo es muy alto para continuar en este panorama.»