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Nicaragua y Americanismo: en desacuerdo con que «sobre gustos no hay nada escrito»

Fuentes: Rebelión

Quizas Petronius fue un pos-moderno antes de su tiempo. Uno podria leer el Satyricon como una alegoría de los argumentos sofistas que apenas logran pararse, mucho menos funcionar. Últimamente en Nicaragua, han salido varias notas relevantes al tema de los medios, del rol de la clase intelectual y de las ONGs. (1) A este intercambio […]

Quizas Petronius fue un pos-moderno antes de su tiempo. Uno podria leer el Satyricon como una alegoría de los argumentos sofistas que apenas logran pararse, mucho menos funcionar. Últimamente en Nicaragua, han salido varias notas relevantes al tema de los medios, del rol de la clase intelectual y de las ONGs. (1) A este intercambio de notas siguió otro entre el novelista Sergio Ramírez y escritores críticos con su apoyo a la opositora empresa mediática venezolana RCTV. (2) Es significativo que estos intercambios tuviesen lugar en un ambiente político regional e internacional en que representantes del eje imperial estadounidense-europeo como Thomas Shannon y Gordon Brown han destacado que se trata de una «batalla de ideas». (3)

El contexto político y económico de esa batalla es bien conocido, pero quizás vale la pena detallarlo. La idea matriz que protagonizan individuos como Shannon y Brown es la de priorizar la dominación absoluta del capital corporativo de Estados Unidos y sus aliados de Europa y del Pacífico a nivel global y el control de los recursos de la tierra necesarios para garantizarla. Para lograr eso han enterrado la Declaración Universal de Derechos Humanos de las Naciones Unidas y se burlan de los principios de Nuremberg.

Tratan como obsoletas las Convenciones de Ginebra, apremian la especulación de sus empresas financieras de elite para crear una economía virtual sin relación concreta con el valor de la economía material. Bendicen el despilfarro y la destrucción ambiental de empresas transnacionales que presentan como «verdes». Pisotean el principio de la auto-determinación de los pueblos. Cubren su cinismo y su sadismo con un barniz humanitario de ayuda internacional en la forma de cooperación para el desarrollo y préstamos, fuertemente condicionados. La función principal de estos instrumentos de las relaciones internacionales es de profundizar la dependencia de los países empobrecidos y así garantizar su integración en el sistema global manipulado por las elites del capital corporativo y sus representantes políticos en los países ricos.

Todo esto es a la vez un hecho totalitario indiscutible desde el punto de vista de los pueblos afectados y algo que es casi imposible de encontrar mencionado en los medios principales de los poderes imperiales de Estados Unidos, Unión Europea, y sus aliados del Pacífico, como Japón y Australia. Históricamente, estos poderes son los beneficiarios de siglos de ganancias extraordinarias procedentes del comercio de decenas de millones de esclavos y la explotación de su mano de obra por parte de los ladrones propietarios de tierras robadas a los pueblos originarios de éstas. Las elites de estos países se beneficiaron del robo de tierras a escala global por medio de la conquista y del genocidio, de todo el sistema de colonialismo impuesto sobre África, Asia y América Latina.

Para camuflar sus crimenes contra la humanidad y su deuda moral a la humanidad, es decir las riquezas derivadas del colonialismo, del genocidio, de la esclavitud, los herederos se felicitan en sus discursos oficiales por su compromiso a la democracia con libertad de asociación y expresión, a la paz y a la prosperidad. Es un ejercicio masivo de amnesia conducido por sus sistemas de educación y de comunicación. Las personas educadas en este ambiente aprenden a lo largo de su infancia y juventud que sus países son buenos, nobles y prósperos porque merecen ser así. De este pensamiento se sigue inmediatamente que los pueblos de los paises que son pobres y atrasados también merecen ser así. Ese mensaje se refuerza cada día en los medios de comunicación por medio de diversas y sutiles maneras.

Cuando Estados Unidos y sus aliados sostuvieron su guerra terrorista contra el gobierno elegido de Nicaragua, fue para promover la democracia y la paz. Así fue cuando invadieron a Panamá. Así fue cuando derrocaron a Jean Baptiste Aristide, Presidente elegido de Haití. Así fue cuando invadieron y conquistaron Irak aunque Irak no amenazaba a nadie y había sufrido una década de sanciones genocidas por parte de los buenos y nobles. Así ha sido durante todo el proceso de genocidio contra los palestinos. Así ha sido durante todo el bloqueo genocida contra el pueblo de Cuba. Así fue cuando apoyaron el golpe de Pedro el Breve en Venezuela en abril 2002. Así ha sido en Colombia donde siguen apoyando el régimen asesino y narco-terrorista de Álvaro Uribe. Todas estas políticas injustificables se justifican por la esencial nobleza y buenas intenciones de los Estados Unidos y sus aliados, principalmente la Unión Europea.

El Americanismo

Entonces no hay que soprenderse cuando personas que se han alineado con la ideología dominante de Estados Unidos y Europa la reproducen en sus trabajos escritos y audio-visuales en los medios de comunicación. A la ideología en América Latina que se ocupa de justificar el cuento increíble de la nobleza y buenas intenciones de Estados Unidos y Europa, se le puede aplicar el término Americanismo. Es el Americanismo a que se refirió Malcolm X durante un seminario en Ghana en 1964 : «Intento por lo menos enfrentar el hecho tal como es y llego aquí a este encuentro como una víctima más de América, una de las víctimas del Americanismo , una víctima de un sistema muy hipócrita que pasa por todo el mundo hoy fingiendo como si estuviera cualificado para decir a otros pueblos cómo deben gobernar sus países, cuando son incapaces ellos mismos de enderezar las cosas sucias que ocurren en su propio país.»(4)

Los representantes de Estados Unidos y sus aliados sienten que ellos son superiores y saben más que los inferiores, los «otros». Ese Americanismo se deriva de la doctrina racista del «Destino Manifiesto» del siglo diecinueve. Afirma que Estados Unidos es todo lo que verdaderamente cuenta de las Américas, sea del Norte, Central o del Sur. Predica que todo lo que es de América Latina es inferior, como son todos los pueblos indígenas de las Américas. El Americanismo supone que las vidas de ciudadanos estadounidenses – principalmente de los blancos y ricos – valen más que cualquier otra vida.

El Americanismo supone que Estados Unidos no tiene por qué rendir cuentas a nadie. Sus crímenes históricos se tratan como equivocaciones, ya pasados e irrelevantes. Para los adeptos del Americanismo, América Latina es un espacio conquistado, conceptual y físicamente. Sus pueblos tienden a ser ineptos, impotentes, estúpidos, ineficientes, traicioneros, araganes, deshonestos y crueles. Cuando no lo son, es que se debe a la beneficiosa influencia de Estados Unidos y sus aliados.

Podría ser que el Americanismo se está transformando para que su patrimonio racista no sea tan obvio, pero sigue siendo la base para los ataques incesantes sobre las alternativas que rechazan el dominio de Estados Unidos y sus aliados. La superioridad que se atribuye al Americanismo reside en lo que Edward Said dijo del Oriente, «El científico, el académico, el misionero, el comerciante o el soldado estuvo en Oriente – o reflexionaba sobre él – porque podía estar allí o podía reflexionar sobre él con muy poca resistencia de parte del Oriente mismo.» (5) El Americanismo insiste que Estados Unidos y sus aliados tienen que poder estar donde quieren, pero la migración hacia Estados Unidos y sus aliados tiene que ser controlada.

La globalización y sus campañas militares asociadas – Afghanistán, Haiti, Irak, Palestina, Filipinas, East Timor, Sudán, Somalia, el despliegue en África del nuevo AfroCom estadounidense, la presencia del Comando Sur estadounidense en muchas partes de América Latina – constituyen un esfuerzo para hacer permanente la capacidad de estar dondequiera que el Americanismo estime necesario y con una resistencia mínima. En América Latina los proponentes del Americanismo desarrollan políticas variables, pero siempre enfocadas sobre ese propósito principal. Se consolidan alianzas con elites gobernantes en México, Colombia, Chile, Perú, América Central. Se busca cooptar actores ambiguos como los países de Mercosur, Brasil, Paraguay, Uruguay y Argentina.

En contra de gobiernos como los de Venezuela, Ecuador, Nicaragua y Cuba se alienta a los diversos componentes de la oposición, se fortalece una especie de sociedad civil al gusto ideológico dominante y se promueven campañas mediáticas de desgaste y desprestigio. Vale la pena recordar que nada de este tipo de intervención en los asuntos internos de un país sería aceptable para las elites dominantes en Estados Unidos o en Europa. Tal ingerencia insistente de un poder extranjero sería cortada tajantemente. Por supuesto, contra organizaciones como las FARC en Colombia, contra los Zapatistas y la APPO en México, contra Fanmi Lavalas en Haiti, y otros representantes de las mayorías excluidas de las sociedades de América Latina y del Caribe, se descarga toda la batería de armas estatales y privadas para frenar su crecimiento, con el apoyo de los gobiernos de Estados Unidos y sus aliados.

Los medios

En este contexto, es lógico que el papel de los medios dominantes va a ser conforme con toda esta realidad. Las y los escritores, periodistas, editores y productores culturales de los diversos medios dominantes llegan a ocupar puestos relevantes en parte porque generalmente trabajan mucho y tienen talento. Pero otra gran parte de su éxito se debe al complicado hecho de su conformidad con el estatus quo y con la ideología que lo sostiene. Todos los que escribimos nos esforzamos en crear, generar, producir y reproducir, fabricar, cultivar, obras y hechos conceptuales, lingüísticos, ideológicos, culturales. Heredamos por medio de innumerables hilos la contribución de nuestros antepasados y precursores. Estamos envueltos también por la madeja compuesta por nuestros contemporáneos.

Al mismo tiempo no controlamos la manera en que toda esa realidad conceptual, lingüística, ideológica y cultural se mezcla con nuestras vidas materiales para formarnos y hacernos escribir lo que escribimos. La intencionalidad puede existir, pero su naturaleza varia de un individuo a otro y también según las diferentes etapas del desarrollo de la vida de cada quien. Pero, aún reconociendo la complejidad de la producción cultural, se puede identificar con cierta claridad la naturaleza de las obras y los hechos que producimos, sus lealtades emocionales, sus conexiones y lazos materiales, las diferentes interpretaciones de la realidad que representan, la posible verdadera realidad que reflejan, y además, la que son en sí o la que podrían aspirar llegar a ser.

Incluso si una ideología como el Americanismo no busca oscurecer toda esta complejidad, de la misma manera hipócrita que busca esconder sus raíces sádicas, racistas y anti-humanitarias, resulta claro que busca como usar la misma complejidad para confundir y enredar un pensamiento lúcido y crítico. Aquella da lugar a ausencias y vacíos inexplicables si no se tiene en cuenta la influencia de su fuerza siniestra y negativa. Entonces, si uno revisa, aún de manera ligera, los medios de información en el ámbito internacional, se encuentra impresionantes ausencias de hechos muy importantes.

Uno piensa en el tratamiento de la violencia de estado horrorosa en México, la violación masiva de mujeres en Atenco por la policía, los abusos masivos allí y en Oaxaca, el asesinato de Brad Will y otros compañeros. Estos eventos apenas aparecieron en la prensa internacional. Tampoco las masacres de las tropas de las Naciones Unidas en Haiti. El enorme impacto de la Misión Milagro para cientos de miles de personas en América Latina, gracias a la iniciativa de los gobiernos de Venezuela y Cuba pasa desapercibido. En general, el aporte humanitario de Cuba sin precedentes en la historia de la humanidad está minimizado u obviado.

Uno se pregunta por qué es así. La respuesta más lógica – que sugiere Noam Chomsky y muchas personas aparte de él – es que las y los intelectuales y artistas/creadores influyen en los medios principales en la medida en que se conforman a la ideología dominante al servicio de la gente en el poder. Quizás la actitud más importante que se genera, alienta y cultiva es que el «nosotros» conforme con el Americanismo es «bueno» y lo opuesto, el «otro», es «malo».

En su forma más grave esta actitud se mantiene incluso cuando nuestros gobiernos matan a cientos de miles de personas directamente (Iraq) : los productores intelectuales y culturales dicen que fue una equivocación, que no quisimos hacerlo. Pero eso no cambia el hecho que sí, lo hicimos. O cuando permitimos que un pueblo sea destruido (Palestina) en contravención de todas las leyes, convenciones, tratados, acuerdos y normas internacionales establecidas. Los productores intelectuales y culturales de los medios dominantes logran presentar los asesinos roba-tierras sionistas como víctimas.

¿Por qué pasa eso? Seguramente porque los iraquíes y los palestinos no cuentan como seres humanos como «nosotros». En todo caso una interpretación contraria a la nuestra es lógicamente imposible porque nosotros somos inherentemente nobles. Este es el siniestro razonamiento del Orientalismo y del Americanismo. Hay variantes cuando se aplique en América Latina, pero el razonamiento básico es el mismo.

La fundamental relevancia de las revoluciones y movimientos populares latinomericanos reside en que, a pesar de las inevitables contradicciones de sus procesos, rechazan esta actitud anti-humana. Insisten sobre la inherente hermandad entre los pueblos y sus derechos universales que ni la misma Organización de las Naciones Unidas ya es capaz de defender siquiera verbalmente. En América Latina y el Caribe existe un antinomio muy claro entre la integración corporativa bajo el signo del Americanismo y la integración anti-imperialista y solidaria, realizada en su forma más avanzada en el ALBA. Todo lo que se produce en los medios escritos o audio-visuales en la región tiende a ser producido a un u otro lado de esa contradicción.

Sergio Ramírez y RCTV

Cuando se aplica este argumento a las recientes intervenciones de Sergio Ramírez, Jaime Wheelock, Hugo Torres y Guillermo Rothschuh, sobre temas relacionados, la primera cosa que impresiona a uno es la pobreza de referencias factuales y culturales. Ramírez muestra suma cinismo en sugerir que se supone que él y la otra gente opuesta a la no-renovación de la concesión a RCTV (Ramírez deshonestamente se refirió al «cierre de RCTV») forman parte de una conspiración imperialista. Ramírez erige un hombre de paja para después ritualmente matarlo. Pocos criticaron a Ramírez, o a personas que comparten sus criterios, en los términos que él plantea.

Las criticas contra los defensores de RCTV son principalmente que apoyan fuerzas que tienen arraigados antecedentes destructivos anti-democráticos y que están manipulando el argumento de libertad de expresión de una manera que falsea los hechos. RCTV sigue transmitiendo por cable y satélite y los medios privados en Venezuela todavía tienen mucho mayor presencia que los medios públicos. Son ellos los que restringen la libertad de expresión del público venezolano. Cuando Ramírez se refiere a los jóvenes estudiantes que se manifestaron contra la no-renovación en el caso de RCTV, omite mencionar varios reportajes fiables sobre su manipulación por parte de la oposición. Los más relevantes fueron los diversos reportajes del fracaso humillante de los representantes de este grupo de estudiantes cuando tuvieron la oportunidad de presentar sus argumentos a la Asamblea Nacional en Caracas.

Ramírez mezcló su misrepresentación del caso RCTV con otra tergiversación del caso del voto del aborto terapéutico en Nicaragua al sugerir que el FSLN promovía la votación sobre el asunto. Un análisis fiel de lo que pasó intentaría explicar el contexto. Se sabe muy bien que la jerarquía católica, junto con el entonces Presidente de la República Ing. Enrique Bolaños, actuó despiadadamente para aprovechar al máximo la opinión mayoritaria en el país en un momento complicado y crítico de la campaña electoral y así forzar un cambio en la ley. Fue un momento de gran decepción para muchos, que, de hecho, no eran mayoría en ese momento.

Sin embargo, si Ramírez quiere tener credibilidad y consistencia en su defensa de RCTV y de las mujeres vulnerables en Nicaragua, uno ha de encontrar su misma estridencia y difusión en periódicos internacionales, como El País, de las víctimas de abusos como la violación masiva de mujeres en Atenco, los asesinatos de Brad Will y otros compañeros en Oaxaca y las masacres en Haití por la ONU. Con respecto a éstos y otros hechos similares se encuentra un impávido silencio.

La mala fe por parte de Ramírez es evidente. Se une a las causas de libertad de asociación y expresión de la oposición venezolana, quienes gozan tranquilamente de las dos libertades, pero guarda silencio sobre abusos mucho más graves cometidos por aliados estadounidenses en México y de los mercenarios de la ONU en Haití, por mencionar sólo dos ejemplos. Este patrón en el comportamiento de Ramírez está conforme con el patrón de cobertura de los principales medios corporativos de Estados Unidos y de sus aliados.

Jaime Wheelock y las ONGs

Jaime Wheelock, antiguo responsable de la Reforma Agraria del primer gobierno revolucionario del FSLN, respondió a una nota de Orlando Núñez, actualmente asesor del gobierno del FSLN, quien analizó el desmantelamiento del estado nacional en el caso de Nicaragua. Parte del análisis de Núñez cubrió el papel de las ONGs y sugirió que éstas habían sido co-optadas en alguna medida para cumplir un papel político a favor de la agenda de la derecha y del centro-socialdemócrata. Wheelock varia respecto de la estrategia de Sergio Ramírez del asesinato ritual del hombre de paja. Con una especie de boxeo contra sombras, escribe alrededor del argumento central que Núñez ofrece con respecto al papel de las ONGs en el país sin contestarlo directamente.

Núñez emplea la palabra «mandato» como una figura verbal para manifestar que, en los años noventa del siglo pasado, las ONGs recibieron el apoyo de las organizaciones internacionales de ayuda y desarrollo para ejecutar una serie de funciones anteriormente ejecutados por el gobierno. En parte esto ocurrió por motivo de la manifiesta corrupción de los gobiernos neoliberales. De hecho, fortalecer el sector no gubernamental es una política conforme con la receta neo-liberal del Banco Mundial y del FMI para limitar las funciones del gobierno. (Casi todas las importantes agencias de ayuda de los países de la Unión Europea reciben subsidios de la Comisión Europea. En ese sentido, son el brazo suave de la política extranjera de sus gobiernos.) Wheelock no demuestra que eso no pasó en Nicaragua. Él argumenta como si Núñez usaba la palabra «mandato» literalmente, un non sequitur, ya que Núñez no argumentó en ese sentido.

Wheelock tampoco logra desmentir el argumento de Núñez de que una gran parte del sector ONG pasó a cumplir un papel de oposición político a favor del partido centro-socialdemócrata, el Movimiento Renovador Sandinista, bendecido por el gobierno de George W. Bush como «democrático». Uno sólo tiene que escuchar las numerosas críticas de las y los voceros de estas ONGs al gobierno del FSLN por su «autoritarismo» y su «secretismo» para darse cuenta que Núñez tiene razón. De hecho, la mayoría de las ONGs depende económicamente del apoyo extranjero de organismos y agencias internacionales controlados o financiados por los gobiernos de Estados Unidos o por sus aliados. Jaime Wheelock termina afirmando como un acto de fe algo que Núñez jamás negó – que mucha gente del sector no gubernamental actúa de buena voluntad a favor de los intereses de la población a la que sirven.

Desde la perspectiva de las personas que no apoyan MRS y trabajan a nivel de base en Nicaragua, es innegable que la mayoría de los líderes de las ONGs que pertenecen a la Coordinadora Civil, abiertamente favorecen al MRS y se oponen al FSLN. Wheelock puede negarlo si quiere, pero para los que viven por debajo de las alturas de la clase gerencial-no-gubernamental, es un hecho. Una parte importante de la clase gerencial-no-gubernamental se opone al gobierno del FSLN y participa en las políticas mediáticas de desgaste y desprestigio en contra del gobierno que va más allá de la crítica legítima. Orlando Núñez tiene razón. A quien tiene que escuchar el gobierno es la enorme mayoría empobrecida, no a la clase gerencial-no-gubernamental aunque esté representada por personas talentosas y sinceras como Jaime Wheelock.

Hugo Torres y la ética

En su nota de respuesta a una critica por parte de François Houtart, el general retirado Hugo Torres vuelve a reclamar el papel central de la ética para el partido de que es diputado suplente, el MRS. En este caso, Houtart había planteado que el MRS constituye ahora una especie de «derecha pos-moderna». Tanto Torres como Sergio Ramírez sugieren que resulta hoy difícil definir que es «izquierda» en América Latina. Hay que suponer que los dos han olvidado qué es el anti-imperialismo. Como Margaret Thatcher, Torres enfatiza un enfoque sobre el individuo. Como Tony Blair, el acólito de Thatcher, Torres destaca la ética.

«Nosotros decimos que ningún interés, ninguna ideología o sistema, ningún partido, ni el Estado ni el mercado, pueden estar por encima de la persona y de su integridad, de su dignidad y de su libertad, y del derecho que tiene a su autonomía, a su propiedad, salud y bienestar…..El nivel de descomposición en que han caído las cúpulas tradicionales, incluida la del FSLN, el nivel de corrupción propiciado en la sociedad, nos obliga a rescatar la ética como referente de primer orden para reconstituirnos como personas, familia y sociedad y poder tener opciones de futuro. El problema de Houtart y de otros pensadores es que malinterpretan las tesis de Maquiavelo con la consigna de que el fin justifica los medios.»

Escribe así el representante de un partido que negoció con Jean Kirkpatrick – compinche de Pinochet, Rios Montt y los generales Argentinos – para conseguir financiamiento de su campaña electoral de parte del Instituto Republicano Internacional – especialista del gobierno estadounidense en intervenciones electorales. Así escribe un diputado suplente de un partido que acordó un pacto electoral con los partidos de la derecha para apoyar a éstos en caso de una segunda vuelta electoral en Noviembre 2006. (6) Así escribe uno de los líderes de un partido que abiertamente contempla un posible arreglo con el partido de la derecha oligárquica del banquero Eduardo Montealegre para las elecciones municipales del 2008. Así se justifica un partido que aprobó una vergonzosa resolución intervencionista a favor del golpista empresa mediatica RCTV de la oposición venezolana en la Asamblea Nacional de Nicaragua, junto con los partidos de la derecha.

Entonces el supuesto problema de Houtart vuelve a ser evidentemente un problema sumamente urgente para Hugo Torres, quien prioriza la ética. Es una buena idea. Se espera que el MRS lo practique eventualmente en un futuro no muy lejano. La ética del MRS siempre ha sido muy elástico y ahuecado – no importa cuanto o en qué dirección lo estiren. Siempre deja algo inconveniente descubierto.

Ahora que el FSLN está llevando a cabo Consejos de Poder Ciudadano en cada rincón del país, estas personas siguen hablando del «autoritarismo» del FSLN. Lo que ellos llaman el autoritarismo de Daniel Ortega es el hecho que Ortega sabía maniobrar mejor que ellos en las luchas internas del FSLN. Ellos perdieron y nunca han perdonado a Ortega por haberles propinado una derrota que los dejó afuera de las cuotas del poder. Después, corrieron a la embajada estadounidense buscando la bendición como fuerza «democrática» por parte de los representantes del genocida fascista «todas las opciones están en la mesa» George W. Bush. Lo recibieron de la boca del Ministro de Indias de Bush, Thomas Shannon.

Si hay «autoritarismo». ¿por qué entonces se crean espacios de participación a nivel de comarca y barrio? ¿Por qúe Hugo Torres no asume el reto de meterse a ese nivel de comarca y barrio y pelear por el apoyo del pueblo? No lo hace porque sabe muy bien que no tiene el apoyo del pueblo.

Torres plantea que algunos casos de corrupción que afectan al FSLN desprestigian a todo el partido. Pero el FSLN es mucho más que el puñado de individuos oportunistas y corruptos que indudablemente se esconden detrás del FSLN como hacen en cada uno los partidos políticos en Nicaragua, especialmente aquellos con posibilidades de poder. Hugo Torres quiere hacernos pensar que es algo extraño que el FSLN tenga las mismas contradicciones que cualquier partido político importante en cualquier país, especialmente un país con la historia de inestabilidad y pobreza que tiene Nicaragua. Esto es lamentable, pero no es extraño. Lo importante es que el FSLN lo combate, que está comprometido hacer.

Torres también quiere hacernos olvidar que el FSLN tiene el apoyo masivo y la buena voluntad de la mayoría empobrecida del pais. Esa verdad se ha demostrado en cada acto público del FSLN desde su inauguración como gobierno en enero de este año – una realidad que los medios del MRS tienden a esconder. No cabían en la Plaza de la Fe de Managua los cientos de miles que participaron en la celebración del aniversario de la Revolución Popular Sandinista el 19 de julio. Llenaron también la contigua, aunque más pequeña, Plaza de la Revolución.

Dejamos a Hugo Torres mordiendo el hueso democrático con sabor imperial que lo lanzó Thomas Shannon.

Guillermo Rothschuh – ¿Cándido en Managua?

Mucho más interesantes son los argumentos del académico Guillermo Rothschuh. Rothschuh reconoce el enorme poder de los medios de comunicación bajo el control de las corporaciones de comunicaciones y de información, que es «un poder inusitado, único en los anales de la humanidad.» Sin embargo, hablando de posibles excepciones a la sumisión general de los medios norteamericanos al régimen de George W. Bush tambíen observa que «Los casos de The New York Times y The Washington Post son paradigmáticos. Sus críticas y reticencias ante la invasión de la Administración Bush a Irak lo confirman. Una manifestación clara de que los medios pueden contradecir y mantener posiciones diversas a las asumidas por el propio gobierno norteamericano.»

Es notorio que el New York Times publicó las invenciones de Judith Miller para justificar la invasión. Esos periódicos apoyaron la invasión de Iraq, junto con la enorme mayoría del sistema político y mediático. Después de tres años, cuando hay fisuras en ese sistema político frente a una catastrofe económico-militar parecido a la de Vietnam, estos periódicos reflejan fielmente los mismos intereses que siempre reflejaron, los cuales tambien ahora critican al régimen de Bush. Ninguno de esos dos periódicos pide una retirada de las tropas o el enjuiciamiento del Presidente que inició la guerra basada en puras mentiras. Ahora apoyan las amenazas del Presidente Bush en contra de Iran. Si existe una contradicción en ese contexto, no es entre medios y gobierno. La contradicción es entre un juego de intereses socio-económicos y políticos y otros juegos, similares en muchos temas, inconformes en otros.

Uno siempre siente que Rothschuh aporta mucha información valiosa a sus argumentos. Ve mucho y lo critica con mucha percepción, pero no tiene contacto con las cosas afuera de su mundo, es como si viviese en una burbuja. En un artículo anterior sobre los medios y gobierno en Nicaragua,(7) Rothschuh ha planteado ingenuamente que sería deseable un equilibrio de buena voluntad entre el gobierno y los medios. Este último artículo asume una posición más realista. Hace un resumen interesante de la situación actual de los medios en Nicaragua.

Es cierto que en Nicaragua es una equivocación hablar de medios corporativos en el sentido de enormes empresas mediáticas internacionales. Pero definitivamente es válido hablar de medios corporativos en el sentido de una dominación del mercado de comunicaciones y medios por un reducido grupo de empresas regionales y locales. Rothshcuh comparte el criterio que los medios han asumido el papel de partidos políticos, «Los partidos políticos han dejado de ser los principales mediadores, desplazados ante el mensaje lúdico y seductor que propician los medios. A eso se debe que los líderes más lúcidos busquen cómo tejer alianzas con los medios y en el mejor de los casos, contar con su propia maquinaria mediática. Lo que ayer apenas era una insinuación se ha convertido en una aplastante verdad: los medios son hoy en día la política.»

Todos los medios operan en un mercado. Fabrican un producto al gusto de sus clientes, sus consumidores. Mientras buscan satisfacer el gusto de su clientela, también promueven procesos de comercialización para convencer, convertir, ganar, conquistar, asegurar, seducir a más clientes y más consumidores para su producto. Ese proceso de comercialización está íntimamente ligado a los procesos políticos, sociales y económicos del país.

Uno intenta identificar dónde empieza la política y dónde termina la propaganda, pero es como intentar seguir hasta su final una linea en una obra de Botticelli. Dice Rothschuh : «los medios son hoy en día la política.» ¿Y no ha sido así durante más de un siglo? Hay que recordar lo que el empresario mediático Hearst escribió a uno de sus fotógrafos durante la guerra de Estados Unidos contra España, «Quedate allí – tú me envias los fotos y yo pondré la guerra.» Le hacen falta elementos al análisis de Guillermo Rothschuh en el sentido de las experiencias que él considera relevantes. Hacen falta referencias a, por ejemplo, las experiencias del periodismo auténtico de Al Giordano y sus «co-publishers» en Narco News o a las experiencias de Kevin Pina y sus colegas haitianos en Cité Soleil y otros barrios de Puerto Príncipe, o a los reportajes de Dahr Jamail desde Iraq.

Cuando Rothschuh alaba a El Nuevo Diario por incluir notas de opinión contrarias a la línea editorial de ese periódico, uno bien podría referirse a la experiencia del izquierdista Alexander Cockburn con sus aportes al derechista Wall Street Journal. Cockburn comenta, «pasé un período agradable de diez años en esas mismos páginas a lo largo de los años ochenta como el columnista de izquierda de adorno, ladrando cada tres semanas desde mi casita de perro en la página op-ed.» (8) Eso fortalece al imagen del periódico. Lo permite disfrazarse de «equilibrado». Es parte de su estrategia de mercado. Facilita mayor aceptación de su mensaje.

Adiós Petronius

No es necesario profundizar en el estudio de las teorías de la producción cultural para reconocer que la vida intelectual y cultural y sus expresiones materiales contribuyen a formar y están formadas por las mismas fuerzas políticas, económicas y sociales que figuran en los otros aspectos de nuestras vidas. Los medios corporativos de la empresa privada explotan esta realidad para extender el dominio de la ideología dominante. Operan constantemente para eliminar, socavar, descalificar y marginar resistencia y oposición.

En Estados Unidos se han visto dos casos recientemente de académicos reconocidos y populares con sus estudiantes, que han perdido sus puestos académicos por motivo de haber retado a los buenos y nobles. Antes, el enemigo de los buenos y nobles y su libre control del mundo fue el comunismo. Ahora, si uno protesta contra los crímenes de los buenos y nobles, se le aplica a uno la etiqueta «terrorista» o «simpatizante de terroristas». Así pasó con Finkelstein y Churchill y se ve este proceso desarrollándose actualmente en El Salvador, donde el gobierno derechista quiere criminalizar la protesta. Allí en Suchitoto recientemente, detuvieron brutalmente a manifestantes contra la privatización del agua bajo cargos de «terrorismo».

En Estados Unidos despidieron a Norman Finkelstein y Ward Churchill por haber denunciado el terrorismo de los buenos y nobles. Los Cinco Héroes anti-terroristas cubanos permanecen en prisiones de máxima seguridad porque revelaron el apoyo de los buenos y nobles al terrorismo contra Cuba. El paladín de los buenos y nobles, el torturador y verdugo Luis Posada Carriles, anda libre en Miami con su compinche Orlando Bosch, asesinos los dos de más de setenta personas en un atentado con bomba contra un avión civil de las lineas aéreas cubanas.

Los que resisten la ideología dominante son necesariamente malos. Por supuesto, porque si no fuera así, los buenos y nobles no tendrían el dominio. Los otros, los malos, tienen que callarse y aguantarse. En el Jardín de Eden donde viven los buenos y nobles, rodeado por muros alambradas y sistemas de CCTV, allí donde viven las elites dominantes de Estados Unidos, Europa y sus aliados, se aplica el dicho de «l’art pour l’art» de Verlaine – tous les claviers son légitimes. Petronius decreta : de gustibus non est disputandum. No hay juez al respecto. Hacen lo que quieren. Sus medios lo ratifican. Por lo tanto, así debe de ser. ¿No?

Quizás se trata de parte de lo que quería decir François Houtart cuando designó al MRS en Nicaragua de «derecha pos-moderna». Se recuerda del argumento de Edmund Wilson en «Axel’s Castle» que indica los lazos entre «l’art por l’art» y sus derivados y las diversas variedades del proto-fascismo. Uno piensa en el caso de Paul de Man, o en un caso mejor conocido, de Martin Heidegger. Los argumentos culturales pos-modernos tienen sus efectos en el ámbito político, en el ámbito de las comunicaciones y no son necesariamente benignos. Se ve esto en la manera con que los medios adaptan su producto al gusto de los intereses que sirven y para manipular el gusto de sus consumidores.

Para los que no son buenos y nobles se reserva el mundo de millones de iraquíes muertos, heridos o refugiados por sanciones inhumanas y guerra. Se programa una Palestina paulatinamente vaciada de Palestinos por asesinato, robo de propiedades y hostigamiento sádico. Se sostiene una Colombia con dos millones de personas desplazadas y millones en la extrema pobreza bajo un gobierno narco-terrorista. Es una lástima, pero después de todo no son de los buenos y nobles. Por supuesto, porque, si fueran, no les pasaría nada.

En América Latina la aplicación de esta lógica corrupta de los buenos y nobles es una realidad diaria. Los medios tienden a filtrar los hechos por un Americanismo omnipresente e invisible. Es como el aire que se respira. Cuando Thomas Shannon y Gordon Brown advierten sobre la «batalla de ideas» están tácitamente de acuerdo con Hugo Chávez. Después de la inauguración de Daniel Ortega como Presidente de Nicaragua en enero, Chávez dijo «Escojamos pues… o muere el imperio, o morimos nosotros, que cada quien escoja.» (9)

Los medios también tienen que «escoger». Los que proponen o hacen alianzas con la derecha en Nicaragua, Ecuador y Venezuela, identifican sus intereses con los del imperio. Los medios que promueven aquellas fuerzas promueven los diseños del imperio. Están al lado de Gordon Brown y Thomas Shannon, de los buenos y nobles perversos. No hay tierra de nadie. Cada uno ha de elegir lo que prefiere – el gusto de los que amenazan y destruyen o el gusto de los que ofrecen la solidaridad y la hermandad.

toni solo está radicado en América Central – toni.tortillaconsal.com

gracias a Agustín Velloso por su paciente revisión del borrador de esta nota – los errores que quedan son del autor

Notas

1. «El asalto al estado nacional», Orlando Núñez, Radio La Primerisima, julio 23, 2007 «MRS, ¿derecha posmoderna?», Francois Houtart, Radio La Primerisima, julio 25, 2007 «Medios y política: tensiones y realidades», Guillermo Rothschuh Villanueva, El Nuevo Diario, julio 30, 2007 «General retirado Hugo Torres refuta a Francois Houtart», Hugo Torres Jiménez, El Nuevo Diario, julio 30, 2007 «Jaime Wheelock responde a Orlando Núñez», Jaime Wheelock Roman, Radio La Primerisima, julio 30, 2007

2. «Crimen y castigo», Sergio Ramírez, Insignia, junio 2007 «¿Es usted un guerrillero latinoamericano convertido al neoliberalismo?», Pascual Serrano, Rebelión 2 de junio 2007 «Ideología y diversidad cultural», Enrique Ubieta Gómez, La Jiribilla, julio 27, 2007 «Apóstata de la fe» Sergio Ramírez, Insignia, junio 2007 «El llanto del apóstata», M. H. Lagarde, La Jiribilla, Rebelion 10 de julio 2007

3. www.washingtonpost.com/wp-dyn/ content/article/2006/02/09/AR2006020902261.html – y – http://www.telegraph.co.uk/news/main.jhtml?xml=/news/2007/07/30/nbrown330.xml

4. «Malcolm X on Wealth of Africa» – http://www.hartford-hwp.com/archives/45a/460.html

5. p.7 Introducción «Orientalism» Edward Said Penguin 1995

6. «El debate pendiente sobre el MRS» – www.tortillaconsal.com/toni/mrs.html

7. «Medios y Gobierno» – http://www.radiolaprimerisima.com/noticias/general/13701

8. «Rupert Murdoch and the Luck of the Bancrofts», Alexander Cockburn, Counterpunch, August 4th/5th, 2007 9. http://www.presidencia.gob.ni/discursoALBA4a_110107.html