El presidente estadunidense George W. Bush, designó a una delegación presidencial de observación para las elecciones generales del domingo próximo en Nicaragua, informó una nota de prensa de la legación diplomática en Managua. La delegación estará encabezada por el embajador en Nicaragua, Paul Trivelli, el ex miembro del Senado por el estado de Louisiana […]
El presidente estadunidense George W. Bush, designó a una delegación presidencial de observación para las elecciones generales del domingo próximo en Nicaragua, informó una nota de prensa de la legación diplomática en Managua.
La delegación estará encabezada por el embajador en Nicaragua, Paul Trivelli, el ex miembro del Senado por el estado de Louisiana Bennett Johnston y el ex miembro de la Cámara de Representantes por el estado de Nueva York, Hill Paxon.
Los comicios generales del domingo en este país centroamericano serán aún más observados que en 1990, cuando fue derrotado por primera vez el Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) tras gobernar desde 1979.
De acuerdo con los informes del Consejo Supremo Electoral (CSE), más de mil observadores internacionales y 16 mil nacionales supervisarán el proceso de votación, escrutinio y transmisión de datos.
Los comicios del domingo han despertado gran interés y más de mil periodistas internacionales y nacionales brindan cobertura al proceso.
Los ojos del mundo están puestos en Nicaragua por la posibilidad del triunfo electoral de la oposición sandinista de izquierda que en 1990 fue desalojada del poder por una alianza de partidos de derecha, encabezados por el Partido Liberal Constitucionalista (PLC).
Más de mil periodistas, más de 420 internacionales y 625 nacionales han sido acreditados para cubrir el proceso, indicó el portavoz del CSE, Félix Navarrete.
Los trabajadores de los periódicos, cadenas de televisión y agencias de prensa más importantes de Estados Unidos, España y Francia, entre otros, han llegado ávidos de obtener toda la información sobre la situación del país.
Centenares de esos periodistas del mundo fueron testigo del revés electoral del ex presidente Daniel Ortega (1979-1990) que marcó el fin de 10 anos de revolución sandinista en Nicaragua.
Hace 16 años, al filo de la madrugada de un 26 de febrero, Ortega reconocía su derrota en las urnas, una sorpresa para la cual ni la entonces candidata presidencial, Violeta Chamorro, y su alianza de partidos de derecha estaba preparada.
Pese a que el líder sandinista ha persistido en sus aspiraciones de recuperar el poder y haber sufrido dos reveses electorales, no había despertado tanto interés por las posibilidades que le otorgan las encuestas y el fraccionamiento de la derecha política en el país.
Ortega es el favorito con más del 32 por ciento de la intención del voto, pero además cuenta con un elevado porcentaje de opinión negativa, según los sondeos aplicados.
Los estudios de opinión no dan un claro ganador de la contienda, que puede decidirse en segunda vuelta si ningún candidato logra el 35 por ciento de los votos válidos y una diferencia del cinco por ciento del segundo lugar.
En este país centroamericano inició el jueves un silencio electoral de tres días para permitir que los votantes reflexionen sin estar bombardeados por la publicidad de los distintos partidos políticos, de acuerdo con lo establecido en la Ley Electoral.
Las campañas políticas terminaron desde la noche del miércoles y a partir del jueves comenzó un periodo para llamar a la ciudadanía a que asista el domingo a ejercer su derecho y sufragar por el candidato que gobernará este país a partir del 10 de enero de 2007.