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[India] Entrevista a Savita Ali y Manisha, activistas indias de la comunidad dalit

«Nuestras luchas son contra el patriarcado, las castas y la clase»

Fuentes: Rebelión

La comunidad dalit, «intocables», trabaja para erradicar el sistema de castas en medio de la apatía, la impunidad, leyes no implementadas, la discriminación, múltiples violencias y la oposición de las castas dominantes que se rehúsan a perder sus privilegios.

¿Dónde nacieron?

Savita Ali (SA): En una villa en el estado de Haryana donde predomina la discriminación de género. Las mujeres no tienen libertad, no pueden montar en bicicleta ni votar.

Manisha (M): En Badalpur, una villa en Haryana.

¿Qué edades tienen las mujeres activistas?

SA: Desde los 18 hasta los 45 años de edad. La mayoría entre 18 y 30.

¿Cómo se hicieron parte de este movimiento contra el sistema de castas?

SA: Cuando estudiaba en la universidad leí libros del Dr. Bhimrao Ramji Ambedkar, jurista, académico y político, quien luchó por los derechos de la antes denominada casta de los «intocables».

Sus ideas y filosofía me inspiraron. Cuando me gradué me uní a All India dalit mahila Adhikar Manch (NCDHR). Comprendí que no era la única víctima de la discriminación de castas y de género. Fui testigo de las atrocidades contra nosotras: violaciones y asesinatos de honor, por eso, ayudé para que más mujeres se convirtieran en lideresas y visibilizaran estas injusticias.


Savita Ali

M: Desde el año 2005. He colaborado en el aumento del liderazgo para acabar con el sistema de castas, abolido por la constitución, pero vigente socialmente. Reclamo justicia por los crímenes cometidos.

Manisha

¿Cuáles son las herramientas utilizadas en el trabajo comunitario?

SA: Creamos el primer grupo cultural de mujeres en Haryana. A pesar del miedo de las participantes, a represalias, realizamos presentaciones sobre los problemas que afrontan las mujeres dalit en varias villas.

Consideramos la educación un pilar importante pues sin ella no podríamos acceder a la justicia. Trabajamos para superar el analfabetismo, ofrecemos cursos de contabilidad, asistencia legal, entre otros, para que las mujeres no se sientan inferiores y no vean a las otras castas como jefes.

Proyectamos películas sobre discriminación y nos reunimos con los padres de familia para insistir en la necesidad de educar a su descendencia.

¿Cómo se vive en Haryana?

SA: Muchas mujeres de esta comunidad realizan trabajos domésticos. Hice una encuesta entre ellas y descubrí que el 80% sufrió abuso sexual y discriminación debido a su «casta». Tras ganarme su confianza, reunimos a un grupo de adolescentes, trabajadoras domésticas, con el fin de sacarlas de allí y matricularlas en escuelas y dialogamos con sus padres pues sin su apoyo el programa habría fracasado.

Con respecto a los abusos ofrecimos acompañamiento legal. Continuamos esta labor en Bihar, otro estado de la India, a donde llegué en el año 2013. Comprobé que la situación de las mujeres dalit era la misma. Contacté organizaciones que trabajaban el mismo tema, no fue difícil pues soy abogada, llevamos a cabo talleres y ahora hay 50 personas disponibles para prestar ayuda legal a esta población en Bihar.

¿Es más retadora la vida para una mujer activista en India?

SA: En ningún país es fácil ser mujer y activista. En India, el sistema de castas determina cómo somos tratadas. Ser mujer, «intocable» y activista implica correr riesgos, recibir amenazas y enfrentarse a la oposición por parte de hombres y mujeres de castas altas.

M: ¡Hay que ser muy valiente! No se respeta a las mujeres activistas y, por ello, tenemos que superar muchas barreras. Haryana es un estado conocido por los asesinatos de honor, especialmente debido a matrimonios entre diferentes castas. Como mujeres dalit trabajamos en condiciones precarias y no sabemos si seremos víctimas de esas atrocidades que registramos.

¿Por qué es tan difícil eliminar el sistema de castas?

SA: Desde tiempos inmemoriales se ha intentado acabar con esta práctica. La «intocabilidad» está prohibida por la Constitución, es considerada un acto criminal. Hay movimientos en contra de esto, existen leyes pero falta mucho para borrarlo de la psiquis de las personas pues esto no ocurre solo en áreas rurales, como podría pensarse, sino también en las universidades y en los lugares de trabajo donde las comunidades dominantes, castas, oprimen a los dalit.

M: Es una práctica de aproximadamente tres mil años. Por eso, no es fácil cambiar la mentalidad de una sociedad construida en torno a esta. Hay quienes se oponen al movimiento y lo sabotean porque sus privilegios como «castas superiores» tienen su fundamento en este sistema.

¿Cuáles son las violencias que experimentan las dalit?

SA: En India, cada día dos mujeres de esta comunidad son asesinadas y tres son violadas. Anualmente se reportan unos 27 mil crímenes contra personas dalit. Pese a que fue abolida por ley, el odio de castas no ha desaparecido. Este es un fenómeno perverso que corroe los fundamentos esenciales de la democracia.

La mayoría de personas dalit no poseen tierras, viven en las zonas más pobres de las villas sin electricidad ni servicios de salud, tienen prohibido el acceso a los cementerios, el ingreso a los templos, en las peluquerías se rehúsan a atenderlos y desde temprana edad trabajan para pagar viejas deudas familiares.

En las escuela son ubicadas en la parte trasera de las aulas de clase, separadas de los demás; además, han sido abusadas y explotadas sexualmente, tienen en.

M: Ser llamadas aún por el nombre de la casta, la prostitución, impedirles tomar agua de la misma fuente y la segregación, entre otras.

¿Por qué son más oprimidas las mujeres dalit?

SA: Al ser ubicadas en los niveles más bajos de la sociedad sufren todo tipo de discriminaciones: escasez de educación, pobreza, violencia de género, invisibilidad política y opresión sexual. No existe voluntad política ni social para acabar con esta situación.

Hay grupos interesados en mantenerlas analfabetas, pobres, dependientes y subyugadas a pesar de las leyes expedidas en su favor, pues casi nunca son aplicadas y cuando algunas de las víctimas, superando muchos obstáculos, llegan a las cortes no siempre obtienen la reparación que merecen.

M: Primero porque somos mujeres y luego porque somos dalit. Nuestras luchas son contra el patriarcado, la casta y la clase. Mis familiares y yo pertenecemos a esta comunidad, es algo de lo que no podemos huir. Nacemos en esta casta y eso determina la forma en que las personas y la sociedad nos tratan.

¿Cuáles logros han obtenido con su resistencia?

SA: El movimiento se ha fortalecido. Hay líderes y lideresas, ahora las personas conocen y reclaman sus derechos.

M: Hemos trabajado durante más de una década y el movimiento ha crecido, el liderazgo y las habilidades de los miembros se han consolidado. Pese a todas las dificultades hemos visibilizado la situación de la comunidad dalit, de las mujeres especialmente, en India y fuera del país.

Su actividad es muy peligrosa. Savita ha sido amenazada por los perpetradores de crímenes y algunos oficiales, por defender legalmente a las mujeres dalit. Manisha también fue amenazada por miembros de las «castas altas» quienes se oponen a su trabajo, es vigilada. Sin embargo, ambas persisten en su lucha pues su objetivo es que las futuras generaciones vivan en igualdad de condiciones y dignamente.

Fotografías: Cortesía de Gangmei.

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso de la autora mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.