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Numerosos médicos piden que la OMS revierta la decisión de abril de incluir el medicamento entre los medicamentos esenciales

«Pakistán necesita misoprostol para abatir mortalidad materna»

Fuentes: IPS

«No me imagino la vida sin el misoprostol», dice el ginecólogo obstetra Azra Ahsan, quien apela al fármaco desde hace una década para evitar que las mujeres se desangren después del parto. La angustia del médico pakistaní se debe a los planteos para que la OMS lo retire de su lista de medicamentos esenciales. Originalmente […]

«No me imagino la vida sin el misoprostol», dice el ginecólogo obstetra Azra Ahsan, quien apela al fármaco desde hace una década para evitar que las mujeres se desangren después del parto. La angustia del médico pakistaní se debe a los planteos para que la OMS lo retire de su lista de medicamentos esenciales.

Originalmente indicado en casos de úlceras gástricas, el misoprostol se hizo cada vez más popular por su capacidad de inducir el parto y evitar hemorragias posparto.

«Sabía que serviría para evitar que murieran mujeres mucho antes de 2009, cuando fue registrado su uso en Pakistán», indicó Ahsan, miembro de la Comisión Nacional de Salud Materna, Neonatal e Infantil.

Las pautas de la OMS (Organización Mundial de la Salud) recomiendan el misoprostol contra la hemorragia puerperal, mientras la Federación Internacional de Ginecología y Obstetricia (FIGO) sugiere su uso cuando los agentes uterotónicos comunes, como oxitocina y ergometrina, no están disponibles.

Numerosos médicos, como Ahsan, están consternados por las iniciativas para que la OMS revierta la decisión de abril de incluir el misoprostol entre los medicamentos esenciales que «satisfacen las necesidades de la salud de la mayoría de la población» y que «están disponibles en todo momento en cantidades adecuadas y en dosis apropiadas, a un precio accesible a la comunidad».

Investigaciones publicadas en la edición de agosto del Journal of the Royal Society of Medicine fueron tomadas para sugerir a la OMS que «reconsidere su decisión de incluir el misoprostol en la lista de medicamentos esenciales».

Allyson Pollock, quien encabezó el estudio, declaró que son insuficientes las pruebas que sugieren que el misoprostol sirve para evitar la hemorragia puerperal. En cambio, la especialista urge a los países pobres a mejorar la atención primaria y a evitar la anemia para disminuir el riesgo de un sangrado excesivo después del parto.

Pero en Pakistán, según Ahsan, alrededor de 80 por ciento de los casos de embarazo terminan en que el útero no se contrae naturalmente después del parto, lo que requiere del uso de agentes uterotónicos para reducir el sangrado.

«Casi 27 por ciento de las muertes maternas en Pakistán son consecuencia de un excesivo sangrado tras el parto», dijo Ahsan a IPS.

Según la última Encuesta de Salud y Demografía de Pakistán, de 2006, la mortalidad materna es de 276 cada 100.000 nacidos vivos, una de las tasas más altas de Asia meridional.

La hemorragia posparto, la principal causa de mortalidad materna en el mundo, según la OMS, es cuando la pérdida de sangre supera los 500 mililitros después del parto, y la hemorragia puerperal severa, cuando supera los 1.000 mililitros.

El hecho de que el misoprostol sea usado de forma incorrecta en este país, así como en otras naciones en desarrollo, como Brasil, para inducir el aborto a un menor costo, incide en la controversia en torno a este fármaco.

«No me importa que la gente piense que se usa o se abusa de él… Sé que evita que mueran madres», remarcó Ahsan.

A diferencia de otros uterotónicos, el misoprostol tiene la ventaja de que no necesita refrigeración para su almacenamiento y puede ser administrado vía oral por personal obstétrico, indicó Ahsan.

En una declaración conjunta de FIGO y la Confederación Internacional de Parteras dice: «En los partos en domicilio, el misoprostol puede ser la única tecnología disponible para controlar la hemorragia posparto».

Zulfiqar Bhutta, jefe del departamento de salud de mujeres y niños en la Universidad de Aga Khan, en Karachi, coincide con Pollock en que la necesidad del misoprostol debe ser evaluada con más firmeza.

«Pero no actuaría con demasiado celo», indicó Bhutta, también miembro del grupo independiente de expertos sobre salud materna e infantil que asesora al secretario general de la Organización de las Naciones Unidas, Ban Ki-moon.

«Es necesario aumentar su uso en condiciones adecuadas y también observar cuidadosamente su abuso. Tampoco es la panacea y no debería generar complacencia en la provisión de servicios esenciales», dijo a IPS.

«Creo que el objetivo del estudio publicado hace poco es separar la ciencia del celo mesiánico», indicó Bhutta, quien, además, es uno de los que preside «Countdown to 2015» (cuenta regresiva a 2015), una organización que supervisa los avances hacia el cumplimiento del quinto de los ocho Objetivos de Desarrollo de las Naciones Unidas para el Milenio.

«El misoprostol es prometedor y debemos realizar un esfuerzo para evaluar su seguridad», indicó Bhutta. «Pero hay gente en Pakistán que recomienda su distribución a gran escala para todos los partos. ¿Será rentable o seguro?», preguntó.

El estudio de Pollock generó preocupación a escala internacional.

Upeka de Silva, de la Federación Internacional de Planificación Familiar, dijo a IPS por correo electrónico que si la OMS retira el misoprostol significaría que «una innumerable cantidad de mujeres quedarían privadas de atención vital y obligadas a sufrir complicaciones relacionadas con el embarazo que son totalmente evitables».

«Somos plenamente conscientes de las limitaciones y de que se necesita una investigación permanente sobre las mejores prácticas de atención materna», prosiguió.

«A fin de paliar las necesidades urgentes de las mujeres, en especial de comunidades rurales y marginadas, confiamos en seguir la abundante literatura y evidencia de expertos que respaldan la seguridad y la efectividad del misoprostol para múltiples indicaciones en materia de salud reproductiva», añadió De Silva.

«No está bien crear confusión desde unas oficinas cómodas, mientras la realidad en el terreno en Pakistán es bastante diferente», remarcó Ahsan. «Las condiciones en las que trabajamos son muy, muy limitadas… No olvidemos las altas temperaturas y los prolongados apagones», que dificultan la refrigeración, añadió.

Fuente: http://www.ipsnoticias.net/wap/news.asp?idnews=101550