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Las medidas de emergencia que anuncia el gobierno griego incluyen privatizaciones, reforma de la seguridad social y congelación de salarios

«Podrían verse tanques en las calles de Atenas»

Fuentes: La Haine

Traducido del inglés para La Haine por Felisa Sastre

¿En qué va acabar la crisis financiera griega? Que el gobierno griego no va resistir las presiones del Banco Central Europeo, de la burguesía financiera y de los demás gobiernos de la UE, es algo seguro. Pero, ¿aguantará el pueblo griego la presión de su propio gobierno? Grecia podría estar cerca de la bancarrota. Mientras las agencias de calificación y los políticos europeos acucian al gobierno socialista para que lleve a cabo «reformas», es decir drásticos recortes en el gasto público para impedir la bancarrota, Papandreu anuncia que se avecinan momentos duros para el pueblo griego. Y al final todo se reduce a lo siguiente: ¿qué asusta más a Papandreu, los disturbios o la burguesía financiera europea? En un blog estadounidense alguien predice incluso que pueden llegar a verse los tanques en las calles de Atenas.

Existe miedo a que el caos financiero griego pueda desestabilizar la zona del euro. Bancos, políticos y las infames agencias de evaluación presionan masivamente al nuevo gobierno de Papandreu. En la edición on line del diario Kathimerini, se puede leer lo siguiente:

«Ayer, el Primer Ministro George Papandreu apuntó por primera vez la posibilidad de que el Gobierno adopte medidas de emergencia para reactivar una economía que se desmorona, y calificó la creciente deuda del país como una posible amenaza para la «soberanía nacional».

Kathimerini continúa:

«Según diversas fuentes, Papandreu ha mantenido una serie de reuniones con sus consejeros más cercanos y representantes del sector industrial, y puede abrir el debate sobre las posibles reformas el lunes próximo. Las mismas fuentes afirman que la propuesta de medidas de emergencia incluye una serie de privatizaciones, un intento de abordar la patata caliente de la reforma de la seguridad social e, incluso, la congelación de los salarios de los funcionarios. Fuentes de la Máximos Mansión [Presidencia del Gobierno] ni confirman ni desmienten que se vayan a debatir esas propuestas».

«Tanques en las calles de Atenas»

Mientras la huelga de los empleados municipales de la limpieza entra en su segunda semana y ha anegado Atenas con miles de toneladas de basura, en un blog de expertos financieros de EE.UU., alguien describe el peor escenario posible si el descontento social continúa:

«Al contrario que California, que puede recibir préstamos del viejo Tio Sam, en la actualidad es ilegal que otros países europeos compren deuda griega, por lo que es posible que algún otro país europeo se declare en bancarrota (aunque yo coincida con autor del mensaje en que pueden violar su propia Constitución).

Ya hemos visto antes a otros países declararse en suspensión de pagos. Pero, a diferencia que Argentina, la divisa griega no puede fluctuar ni devaluarse como haría en circunstancias normales (cuando Grecia podía emitir moneda en un intento inútil inflacionista para encontrar una salida a su deuda). La divisa griega es el euro- el mismo euro con el que se compran bienes y servicios en París y en Dusseldorf- que en Grecia se mantiene artificialmente fuerte. Ellos pueden dejar de pagar la deuda pero no pueden emitir más dinero para asumir sus compromisos.

No hay, pues salida alguna a la situación. Incluso si Grecia se declara en quiebra frente a cualquier préstamo y elimina el peso de la deuda de sus cuentas corrientes, está claro que no puede sobrevivir por sus propios medios.¿Cómo va a pagar a su ejército, armada, bomberos, policía, recogedores de basura, médicos, enfermeras, etc.?

Grecia ya es conocida por sus muchas huelgas de servicios municipales. El año pasado, los empleados de Correos estuvieron en huelga unas seis semanas. Fue una pesadilla- y se trataba sólo de un servicio. Imaginen a todo el país en huelga, sin que circule dinero. Una situación semejante podría llevar, casi literalmente, los tanques de nuevo a las calles de Atenas.

Existe quizás otro problema más perverso: la credibilidad del euro. Si los países extranjeros no pueden comprar deuda griega, examinarán con lupa a otros países europeos menos estables de la zona euro, y exigirán mayores intereses. Salvo que una mano invisible trabaje con información privilegiada, se van a ver más problemas de este tipo. El «marchamo de calidad» de los euros alemanes y franceses puede o no corresponderse con un cambio justo para que la gente prime el pago de los euros españoles e italianos. Algo que se va a exacerbar si se intensificara la situación de revuelta social en Grecia.

En cualquier caso, no es una buena perspectiva».

Indymedia UK, 10 de diciembre de 2009

http://www.lahaine.org/index.php?p=42021