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Políticas ineficaces a la vista en Calais

Fuentes: IPS

Las autoridades de Francia desalojaron este martes a los inmigrantes que volvieron a instalarse en un campamento irregular en la septentrional ciudad de Calais, arrasado por primera vez con bulldozers hace una semana.

El gobierno francés trató de enviar un mensaje fuerte a los inmigrantes indocumentados que por cientos se habían radicaron en esta ciudad portuaria, cerca del Canal de la Mancha, reforzado con la presencia de altos funcionarios y de cámaras de la televisión.

Apenas un día después de la operación, realizada el martes 23, florecieron nuevas viviendas improvisadas a alrededor de un kilómetro de distancia del campamento original, lo cual, según activistas, demostró que la clausura fue «ineficaz» y que la política migratoria de la Unión Europea (UE) no funciona.

«Los que trabajamos a diario con inmigrantes estamos convencidos de que esto empeorará la situación», declararon en conjunto varias organizaciones no gubernamentales especializadas. «Destruir los refugios causará dispersión de inmigrantes y los entregará a las redes (de traficantes de personas). No logrará nada fundamental.»

El director de investigaciones del Grupo para la Información y el Apoyo de los Inmigrantes (GISTI, por sus siglas en inglés), Jean-Pierre Alaux, quien estaba en Calais el día 23, dijo a IPS que no le sorprendía «para nada» el surgimiento de los nuevos asentamientos.

«Cerrar el campamento no era una solución, sino sólo un modo de ocultar el problema, porque el gobierno no quiere lidiar con el fracaso de la política migratoria de la UE», dijo Alaux.

Con la clausura de «la jungla» –así llamada por las pésimas condiciones de vida y la abundancia de árboles y matorrales–, la policía detuvo a 278 inmigrantes, de los cuales la mitad aseguraron ser menores de 18 años. Los activistas intentaron infructuosamente formar un escudo humano alrededor de ellos.

Las autoridades afirmaron que los menores serían albergados separadamente de los detenidos adultos. Se les dio a todos varias opciones: solicitar asilo en Francia, regresar a sus países de origen o a aquél donde ingresaron a la UE. Según las leyes migratorias del bloque, los migrantes deben solicitar asilo en el país por donde entraron al continente.

La mayoría de los inmigrantes en Calais manifestaron su preferencia por emigrar a Gran Bretaña, cuyo gobierno ya anunció que no los aceptará.

Luego de ser puestos en libertad, muchos inmigrantes volvieron al antiguo emplazamiento del campamento, pero fueron desalojados de allí nuevamente este martes.

La operación de la semana pasada fue una oportunidad de fotografía creada por el gobierno francés, pues varios cientos de inmigrantes ya habían abandonado el campamento en las vísperas de la redada, según la evaluación de activistas.

El ministro de Inmigración, Eric Besson, fundamentó el cierre del asentamiento sobre razones humanitarias. Según él, supone una señal de disuasión para que los traficantes de personas pongan fin a la «ley de la jungla». Pero Besson también cuestionó la política migratoria de la UE.

«Hemos implementado una frontera común sin asignar medios suficientes para controlarla», dijo el ministro a los periodistas en Calais.

Una semana antes del cierre del campamento, ministros de varios países participaron en Francia, invitados por Besson, al simposio «Migraciones e integración: Los nuevos desafíos de la globalización», que dejó en evidencia las profundas diferencias existentes en la materia en la UE.

«Coordinar la política de asilo es una cuestión delicada», sostuvo el funcionario francés. «Debemos ser imaginativos. Las situaciones son diferentes en los distintos países. No estamos todos en el mismo barco. Algunos países necesitan inmigración debido a su menguante fuerza de trabajo. Francia no.»

«Holanda tiene hace mucho una política de respeto, generosidad y respeto a los derechos humanos», dijo en el seminario, por su parte, la ministra de Justicia de Holanda, Nebahat Albayrak, a cargo de cuestiones migratorias.

«Pero la realidad está cambiando. El apoyo del público mengua. Debo convencer al pueblo de Holanda cómo podemos beneficiarnos por la inmigración, así como controlar la ilegal», añadió la ministra, de origen turco.

La solución, en parte, responderá a un «mejor control de las fronteras de la UE», agregó Albayrak. «Creo, de corazón, que Holanda aún quiere ser generosa con los pueblos más vulnerables del mundo. Pero hemos visto muchos engaños.»

Holanda debe lidiar con una creciente cantidad de inmigrantes «que llegan con las yemas de los dedos mutilados» para evitar el rastreo, dijo la ministra. Por eso, el gobierno ahora promueve una política de «migración selectiva», por la cual se priorizará a los inmigrantes capacitados y a los estudiantes.

Ese enfoque alienta la fuga de cerebros sufrida por los países en desarrollo, advirtieron expertos.

El ministro de Educación de Túnez, Harem Ben Salem, exigió en el simposio «respetar la dignidad de los migrantes». «No queremos ver esas trágicas imágenes. La migración es un derecho. Es un elemento de nuestra historia y de nuestra civilización. Los inmigrantes deberían poder trabajar y vivir normalmente.»

«Los migrantes no deberían verse obligados a pedir asilo en los países por los que ingresan a la UE, que en general son países sin tradición de asilo ni de integración» como Grecia, Polonia e Italia, dijo Alaux. «Ése es el gran problema, y cerrar un campamento en Calais no va a solucionarlo.»

http://www.ipsnoticias.net/nota.asp?idnews=93454