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Posibles verdaderas razones del notable discurso de Obama en El Cairo

Fuentes: Rebelión

Una versión ligeramente modificada de este texto fue publicada originalmente en Webislam

Las palabras de Obama en el Cairo, notables por el cambio de estilo pero no por su esencia, no tienen demasiado valor y estimo hay que analizarlas desde dos perspectivas.

En la primera perspectiva, buscando entender la actitud del presidente USAmericano en el Cairo, los argentinos podríamos decir que «Obama es como el «tero», que pone sus huevos en un lado, pero grita en otro lado»

Para los que no son argentinos, informo que el «tero» es un ave de las llanuras argentinas que se comporta de esa manera para despistar a sus predadores, induciéndolos a que busquen los huevos donde está gritando y no en su nido.

Porque es posible que el discurso de Obama en el Cairo haya servido para «gritar en un lado, mientras los huevos están en otro lado»

Obama, inescrupuloso y oportunista, tiene la lucidez (que no tenía Bush) de aceptar que 30 años de jolgorio neoliberal han debilitado extraordinariamente a USA y que, al mismo tiempo y en esos años, el BRIC (Brasil, Rusia, India y China) ha ganado un poder económico, político (y, aún, militar) impensado en el siglo pasado.

Por tal razón, el mundo está dejando de ser unipolar para convertirse en multipolar y esa es la razón del discurso de Obama «halagando» al mundo musulmán que forma una parte apreciable de ese BRIC.

Aunque es bueno aclarar que no deberíamos hablar de la lucidez de Obama, sino de la lucidez del conglomerado empresario militar que hizo que el desconocido senador por Illinois ganara las primarias y luego fuera electo Presidente de Estados Unidos.

Pienso que esos empresarios, dueños del títere Obama, lo han mandado a Medio Oriente para distraer al mundo «haciéndoles carantoñas» a los palestinos y a los musulmanes en general, mientras las tropas estadounidenses endurecen de manera extraordinaria sus ya salvajes conductas en Afganistán y en Pakistán, países a los que pretenden balcanizar para así manejarlos mejor.

Allí (en Afganistán, en Pakistán y en la zona contigua en Rusia y Asia) se encuentran riquezas minerales incalculables no sólo en hidrocarburos sino en cobre y oro que podrían superar a las de Chile (que es el primer productor mundial de cobre con un 35% del total extraído en todo el planeta).

Además, Afganistán y Pakistán son el paso obligado de oleoductos y gasoductos vitales para las economías occidentales.

Por tal razón y a partir de la Era Obama, el juego USAmericano y Europeo (la OTAN) en la región se ha convertido en un juego mucho más sofisticado y ambicioso (además de más peligroso para los pueblos involucrados) que la pedestre codicia de la dupla Bush Cheney, quienes sólo buscaban ganar dinero fácil en contratos gubernamentales para sus empresas en Irak.

Esta es, me parece, la verdadera razón de sustituir al «plomazo del fundamentalista religioso» de George W. Bush por el «más simpático mulatito» Barak Hussein Obama.

Porque ya durante los debates con John Mc Cain, previos a elecciones USAmericanas, Obama había dicho con claridad que, si era electo, aumentaría su presión sobre Afganistán, promesa que ha cumplido al incrementar en 17.000 efectivos las tropas yanquis en ese país, al tiempo que ha extendido los ataques a Pakistán.

Y aunque mucho se ha hablado de las bases en Irak y del inmenso complejo USAmericano de la Zona Verde en Bagdad, pocos hablan de la pronta a estrenar inmensa base aérea de Campo Leatherneck en Afganistán, desde donde se controlará todo lo que ocurre en esa región vital para Occidente.

Además, el presidente de USA ha designado como alto comandante operacional en Afganistán-Pakistán al teniente general Stanley McChrystal,  famoso por su actividad criminal en África, en Asia y en Medio Oriente dirigiendo escuadrones de la muerte, asesinatos selectivos, bombardeos indiscriminados y organizando paramilitares (al mejor estilo colombiano) para amedrentar y controlar a las pobladores locales y a todos los opositores a los designios de Washington.

Por tal razón, aunque creo que debemos alegrarnos por lo que este discurso significa para los palestinos (las víctimas más visibles hoy) no debemos olvidar el sufrimiento actual no solo de los iraquíes sino también el mucho mayor que se avecina para los afganos y para los pakistaníes que estarán bajo una continuada agresión de la OTAN.

Porque, hasta hace poco, el eje de la geopolítica estadounidense era el Medio Oriente.

Pero hoy el panorama está cambiando.

Las reservas de hidrocarburos de los petromonarquías están en baja, mientras crecen los descubrimientos de yacimientos en Asia, en África y en América Latina.

Además, con unos EEUU debilitados y con una China, Rusia e India creciendo en poder y ambicionando los recursos del Oriente Próximo, Estados Unidos podría no estar en condiciones de darse el lujo de seguir sosteniendo demasiado al Estado Sionazi de los invasores y ocupantes de Palestina.

Por tal razón no es descabellado pensar que Obama podría soltarles un poco la mano a los nazis judíos, aunque no creo que llegue al extremo en que, hace medio siglo, los Estados Unidos abandonaron a su suerte al régimen de Vietnam del Sur.

El objetivo de este cambio de prioridades sería centrar todo el poder USAmericano donde se encuentra el «vellocino de oro», es decir en la zona de Afganistán y Pakistán.

Por ello no debemos permitir que Obama nos distraiga con sus discursos en apariencia proislámicos mientras que los que «tiran de los hilos del títere» Obama consolidan el control de Afganistán y Pakistán impidiendo a Rusia, China e India el accesos a esas fenomenales recursos naturales.

En síntesis, Obama fue enviado por sus amos a gritar en Palestina mientras los huevos USamericanos están siendo celosamente incubados en Afganistán y en Pakistan y debemos estar muy atentos a lo que sucederá en esta región que, de ahora en más, sustituirá a Palestina, al Líbano y a Siria como zona de conflicto caliente.

Desde una segunda perspectiva (que está ligada con la primera), para calibrar nuestra respuesta al discurso del Presidente de EEUU, hay que analizar cuidadosamente lo que ha ocurrido en la OEA al revocar la expulsión de Cuba de dicha organización.

Porque el aflojamiento gradual de la soga que ahorca a Cuba no puede ser entendido más que como una buena noticia para todos los cubanos.

Pero esa decisión de la OEA revisando la expulsión de Cuba es, como se preveía, pura hojarasca ya que el reingreso de Cuba en dicha organización americana sólo se hará efectivo si Cuba cumple unas inaceptables exigencias de USA y de algunos de sus peones latinoamericanos.

Por ello es tan importante la respuesta del gobierno de Cuba señalando que se alegra por esa decisión de la OEA, pero aclarando que no tiene ningún interés en reingresar a esa organización que es un apéndice (un Caballo de Troya, en realidad) de EEUU en América Latina.

Así, fueron claras las palabras del presidente del parlamento cubano, Ricardo Alarcón diciendo «Es una gran victoria para los pueblos de América latina y el Caribe y también para el pueblo de Cuba, [pero] lo que ha ocurrido no modifica en nada lo que Cuba pensaba ayer, anteayer y hoy» lo que significa rechazar las pretensiones USAmericanas de torcer el rumbo de la Revolución Cubana.

Y el diario oficial Granma señaló que «Cuba no ha pedido ni quiere regresar a la OEA, llena de una historia tenebrosa y entreguista, pero reconoce el valor político […] que entraña esta decisión».

Como ha hecho Cuba, todos aquellos que pensamos que es necesario que los sionazis (atención, léase que he dicho «sionazis» y no «judíos») desaparezcan de Oriente Próximo, debemos apreciar el valor político de las palabras de Obama, ya que implican que sus amos -el complejo militar industrial USAmericano- reconocen que el mundo ha cambiado.

Pero no debemos bajar la guardia y creer ingenuamente que el cambio de discurso de Obama cambiará la política en la región.

Me parece que hoy, más que nunca, debemos apoyar a Hamas y al resto de las organizaciones de la resistencia palestina que trabajan con Hamas en la Franja de Gaza las que, con sus luces y con sus sombras, se han mostrado como los más claros defensores de los derechos de los palestinos frente al Estado Sionazi.

Como en el Caribe, el cambio de política en la región se logrará, me parece, si todos los que apoyamos al pueblo palestino endurecemos nuestras posiciones frente al sionazismo y, al mismo tiempo, dejamos bien claro que somos muchos los que apreciamos sinceramente los profundos valores del judaísmo que comenzaron a ser secuestrados por la dirigencia sionista a principios del siglo pasado hasta que expulsó al judaísmo de Palestina para sustituirlo por el sionismo.

Palestina debe volver a ser, como lo fue durante siglos, la tierra donde convivían en paz musulmanes, judíos y cristianos y las únicas fronteras aceptables deben fijarlas, exclusivamente, los propios palestinos.

Los planes de paz de la Liga Árabe, de la corruptas petromonarquías, de la dictadura de Hosni Mubarak y las palabras de Barak Hussein Obama son, como las falsas promesas del Estado Sionazi, distracciones que postergan la solución definitiva del problema generada por la intervención extranjera en Palestina.

Para que ese mensaje llegue a los amos de Obama y a los criminales sionazis con toda contundencia, debemos solidarizarnos no sólo con los palestinos sino también con los iraquíes pero, muy especialmente, con los afganos y los pakistaníes que de ahora en más serán «los nuevos palestinos» y sufrirán una agresión despiadada para doblegarlos, aunque es cierto que conociendo a los pastunes y a los baluchis, la apuesta de Obama por someterlos se aprecia como demasiado arriesgada.