Me gustaría comenzar con su opinión sobre el voto en la Asamblea Nacional a favor de la penalización del aborto terapéutico, porque me parece exprese la modalidad de hacer política del FSLN en Nicaragua. Lo que vimos en la Asamblea fue el respaldo y sobretodo, la promoción del FSLN a la reforma del Código Penal […]
Me gustaría comenzar con su opinión sobre el voto en la Asamblea Nacional a favor de la penalización del aborto terapéutico, porque me parece exprese la modalidad de hacer política del FSLN en Nicaragua.
Lo que vimos en la Asamblea fue el respaldo y sobretodo, la promoción del FSLN a la reforma del Código Penal para penalizar el aborto terapéutico. Fue René Nuñez quien la promovió y fue la bancada del FSLN la que puso la mayoría de los votos.
Esto se corresponde con un proceso de profunda involución política y ideológica del Frente Sandinista y de su cúpula. Un proceso de derechización que tiene como expresión, entre otras cosas, el pacto con el cardenal Obando y Bravo y con la parte más reaccionaria de la jerarquía católica.
Han ido tejiendo una serie de redes de relaciones de carácter totalmente interdependientes entre ambos, tanto el Cardenal Obando, quien tuvo diferencias con el actual gobierno y fue respaldado por el Frente Sandinista, como Daniel Ortega.
Además, el cardenal tiene un protegido dentro del Consejo Supremo Electoral, que es Roberto Rivas, quien fue reelegido Presidente del CSE con el respaldo de los magistrados del FSLN.
A cambio de un respaldo expreso, existe un acuerdo de favores, un «yo te doy y vos me das».
Lo pudimos ver claramente el día de hoy en el Canal 4 cuando, a pesar del silencio electoral, el Cardenal Obando y Bravo hizo un llamamiento muy directo a votar por Daniel Ortega, utilizando todos los terminos usados en la campaña del danielismo.
¿Qué es lo que la jerarquía católica le está exigiendo a Ortega? El retroceso en materia de derechos de las mujeres. Lo vimos en el congelamiento del Código de Familia, que tiene siete años de estar en el Parlamento, en el congelamiento de la Ley de Igualdad de Oportunidades, donde el alta jerarquía acusó a las mujeres de querer promover los matrimonios gay, cosa muy alejada de la realidad. Lo hicieron también a través de la reafirmación de un artículo del Código Penal, que prácticamente penaliza la relación homosexual y lesbiana y la transexualidad.
Lo hicieron con el actual gobierno a través del veto al Manual de Educación Sexual y el FSLN respaldó todo eso.
Hay un contubernio que obedece a los intereses, tanto de Daniel Ortega, como del cardenal Obando y es un acuerdo de reparto de poder, porque tiene la misma naturaleza y por ello, no les importa sacrificar derechos esenciales de la mujeres, como es el caso del aborto terapéutico.
¿No le parece que se trate más de algo personal entre los dos líderes y que no involucra a toda la jerarquía católica?
Obviamente en el contexto electoral, Daniel Ortega y Rosario Murillo se proponen, con este medio, convencer a más electores y es una maniobra electorera burda. Es decir que no solamente existe el pacto con el Cardenal Obando, sino que en esta maniobra electorera entra también la alta jerarquía, porque no es solamente Obando que está a favor de la penalización del aborto terapéutico, sino toda la jerarquía, siguiendo los criterios de la parte más reaccionaria del Vaticano.
De esa manera, ellos sacan ventaja con Obando, mejoran su relación con la alta jerarquía, porque es evidente que el actual Obispo de Managua no tiene la mejor relación con Ortega y está más por una separación entre los asuntos religiosos y los asuntos políticos. Con esta maniobra, Ortega, evidentemente, pretendía captar votos.
Algunos miembros de la bancada sandinista han dicho claramente que, cuando se discuta el nuevo Código Penal, se va a volver a establecer el derecho al aborto terapéutico. Esto deja en evidencia la doble moral, el doble discurso, la dualidad y la politiquería. La verdad es que no va a ser tan facil volver a resinstalar ese derecho, porque se van a enfrentar de nuevo a las grandes marchas y a la presión social.
¿A qué cree se debe ese pragmatismo del FSLN?
Esto tiene que ver con los cambios profundos que han habido en la conducción del FSLN. Hay que recordar que la mayoría de los cuadros históricos del Frente Sandinista ya no están con Daniel Ortega. Se han quedado unos cuantos y rodeados, además, de un grupo económico que ahora constituye la conducción del FSLN.
Básicamente lo que asistimos es a la conformación de un nuevo grupo económico, cuyo capitales se fortalecieron con el reparto de los bienes que se llevó la piñata, utilizando como mampara el reparto social de los bienes.
Otra parte viene de los bienes que supuestamente pertenecieron al Frente Sandinista y ahora han sido privatizados a favor de tres o cuatro personas o de sus testaferros. Es un grupo económico que se ha entendido con otro grupo económico gerente, que es lo del PLC. Por eso tienen un discurso visceral contra la oligarquía tradicional, porque pugnan por ocupar los espacios económicos en la economía de mercado.
Para mí son unos empresarios con ciertos aspectos mafiosos y su interes principal es la utilización del poder para sus intereses.
Lo único que queda para el pueblo es el discurso, la retórica, la palabra hueca, y si se alzaran con la victoria, como dicen las encuestas, ésto va a quedar mucho más claro.
¿Quién manda verdaderamente en el Frente Sandinista?
Es Daniel Ortega y su familia, porque él es la cabeza de esto proyecto empresarial. Es propietario de innumerables bienes, lo que pasa es que utiliza figuras de testaferros.
Han involucionado hasta llegar a ser un grupo económico más, lo único es que utilizan a un partido con bandera, con historia y con un ideal de izquierda, pero sin utilizarlo ni siquiera para su definir su línea política, porque esta línea la dicta Daniel Ortega.
Está hablando de grupos económicos poderosos, de grandes empresarios, de pragmatismo, pero al mismo tiempo, el FSLN tiene relaciones muy fuertes con gobiernos de izquierda como Venezuela, Cuba y Bolivia. ¿Cómo se explica eso?
Es por una razón muy simple. Los gobierno latinoamericanos moderados no lo ven muy bien, porque el estilo y la manera de hacer política del FSLN no es moderada.
Tiene una práctica política de derecha, pero con estilos y métodos radicales. En cualquier momento pueden, por ejemplo, paralizar el país con una movilización estudiantil.
Es una actitud muy esquizofrénica.
La segunda razón es que hasta hoy, para la izquierda mundial, el referente de la izquierda en Nicaragua son el Frente Sandinista y Daniel Ortega, porque no ha existido otra fuerza alternativa.
Nuestra fuerza es de muy reciente formación e incluso es una alianza que todavía no termina de perfilarse como una fuerza propiamente de izquierda.
Es natural que desde el exterior y ocupando la representación formal en el Foro de Sao Paulo, dentro de la Internacional Socialista, dentro de la COPPPAL, la organización que se presenta formalmente allí como representación de la izquierda es el Frente Sandinista.
En una correlación latinoamericana, signada mucho por una confrontación con Estados Unidos por parte de Venezuela, Bolivia y Cuba, Daniel Ortega, oportunistamente, se acercó radicalmente a ellos en los últimos años. Todavía siendo yo diputada y siendo ya electo Chávez como presidente de Venezuela, Daniel Ortega lo miraba como un militar golpista.
Los primeros a hablar de la Revolución Bolivariana fuimos nosotros de Izquierda Democrática, como izquierda del FSLN.
Fuimos nosotros a tener las primeras relaciones con ellos. En el último año, acercandose las elecciones, es que el FSLN se acerca a ese bloque y para ellos, Evo Morales, Chávez, Lula, quienes se han pronunciado a favor de Daniel Ortega, mientras que Fidel no se ha pronunciado, es importante que gane un gobierno que se sume en la correlación de fuerzas frente al imperialismo norteamericano. Sería una nación más y eso es normal.
La política interna no es un tema sobre el cual tienen que pronunciarse, porque a ellos les interesa un aliado más y eso es lo que Daniel les ofrece.
Ya veremos como lo hace, así que no me extraña esta relación.
En este contexto, ¿en qué se diferencia la Alianza MRS?
Hemos señalado que con su comportamiento político, el danielismo se ha alejado de los principios, valores y de la propuesta original del sandinismo.
Si uno revisa el ideario histórico sandinista, Carlos Fonseca abogó por una verdadera democracia, estuvo en contra de los pactos libero-consevadores, de la politiquería con reparto de prebendas y cargos, estuvo a favor de un verdadero antimperialismo.
El antimperialismo de Ortega es una retórica antimperialista y una práctica que favorece los intereses reales de las transnacionales en Nicaragua.
Cuando manda todos sus diputados a aprobar todas las leyes complementarias del CAFTA y cuando deja pasar el CAFTA sin hacer ninguna labor de educación entre el pueblo, como para generar un movimiento social de resistencia al CAFTA, como lo que se está viendo en estos días en Costa Rica y sin tener toda la historia y vida revolucionaria que hubo aquí, en la práctica estás apoyando la política imperial.
La política imperial hoy son los Tratados de libre comercio y entonces el FSLN hace un discurso antimperialista y una práctica de derecha.
Lo que pasa es que la estupidez del Departamento de Estado norteamericano y de los políticos neoconservadores que dominan la Casa Blanca, no les permite darse cuenta que sus ataques y confrontación con Daniel Ortega más bien le ayudan, porque los hacen parecer como un antimperialista.
Estamos frente a prácticas y discursos que van por caminos radicalmente distintos.
Es por eso que nosotros, como Movimiento del Rescate al Sandinismo, demandamos el retorno a los principios originarios del Frente.
¿Pero, en qué se diferencian?
Nos diferenciamos en la práctica política, porque estamos en contra del prebendarismo, del usufructo del poder sólo para unos cuantos, tenemos un plantamiento de recuperación de la ética sandinista, creemos que es inmoral lo que se está haciendo y tenemos diferencias profundas de caracter ético y político.
Y no terminamos de configurarnos en términos políticos e ideológicos porque, desgraciadamente, nuestro movimiento se ha articulado frente a un proceso electoral y las discusiones y los debates son más de caracter electoral que de caracter político-ideológico.
Una vez pasadas las elecciones volveremos a poner en primera línea el debate de las cuestiones más de fondo, como la posición común respecto al neoliberalismo, a los Estados Unidos, al mismo modelo en su conjunto, que nos está aplastando como país.
En relación a eso, en la Alianza MRS conviven diferentes almas. Hay sectores que salieron del FSLN en la primera escición del 1994-95, está Izquierda Democrática, exponentes de la sociedad civil y de la parte radical del movimentismo, miembros de los movimientos de mujeres, el Partido Socialista y un candidato que trabajó muchos años por el BID.
Independientemente de los resultados electorales, ¿cómo van a poder juntar todas estas diferentes almas sobre temas muy delicados como los que acaba de tocar? ¿No existe el riesgo de una pulverización en una alianza que se ha formado con fines electorales?
Esto es el desafío y el gran reto que nosotros tenemos y que ya hemos comenzado a discutir. Hay la firme decisión de seguir trabajando unidos en función de la conformación de la nueva izquierda en Nicaragua.
Siempre he afirmado que uno de los grandes déficit del Frente Sandinista ha sido el abandono del trabajo político y de formación y educación dentro del pueblo. ¿Cómo va a creer, por ejemplo, que se forme una conciencia sobre los males que creemos que el CAFTA va a traer a Nicaragua, si no se le explica al pueblo qué quiere decir el Cafta?
Y paralelamente, hay una campaña masiva del Gobierno para convencer a la gente que el CAFTA es bueno.
Lo mismo pasó con otros temas. Aquí hubo un periodo en que la gente realmente pensaba que lo mejor para resolver el problema de la energía era la privatización y hasta ahora se dan cuenta que teníamos razón, cuando decíamos que la privatización iba a ser un fracaso.
Una de las cosas que tendremos que hacer es la creación de correlación social. Hay algunas banderas que si vos las levantás, pero no la trabajás con el pueblo, se vuelve retórica.
Nuestro trabajo debe de ser la creación de correlación social a través del desarrollo del trabajo de una fuerza que se está creando y que se reivindique como izquierda y que asuma todas las banderas de la izquierda.
¿Cuántos de los que están ahora en la Alianza se van a sumar?
Yo creo que la mayoría. Muchos de los que antes tuvieron posiciones más moderadas, ahora han asumido posiciones más radicales en estos temas.
Te voy a poner un ejemplo. Una figura como la de Ernesto Cardenal, es una figura que siempre ha tenido posiciones muy radicales en todos los foros mundiales en defensa de la humanidad, en su relación con temas como el neoliberalismo, la política imperial, el problema de Palestina.
Tenemos muchas figuras y se trata de mantenernos unidos alrededor de un proyecto.
Cuando Izquierda Democrática decidió apoyar el proyecto de Herty Lewites, Usted me dijo que todavía era muy temprano para hablar de un Programa de Gobierno y que en su momento íban a poner en la mesa los contenidos que consideraban más importantes para integrar ese programa. ¿Cuánto del Programa de la Alianza MRS recoge estos contenidos?
El equipo que trabajó el Programa de la Alianza MRS tenía una tarea que consideramos crucial para la izquierda.
Creemos que no hay posibilidad de salir del atolladero en que se encuentran las masas de nicaraguenses si no hay un crecimiento económico y una distribución equilibrada de la riqueza.
Nuestro programa plantea medidas muy concretas en relación a la distribución de la riqueza, que se distancian de manera muy radical de las políticas neoliberales que han prevalecido.
Igualmente hay planteamientos que rompen con las condicionalidades del FMI, como la medida de incrementar el gasto de Educación hasta alcanzar el 7% del PIB o el tema de una política exterior no alineada a ninguna potencia.
Obviamente, nosotros hubieramos querido un posicionamiento de nuestra Alianza mucho más fuerte y firme en contra del neoliberalismo, más hacia la izquierda. Lógicamente había que pensar en las consideraciones de caracter electoral.
Yo sigo pensando que nuestro campo principal de disputa tenía que ser el campo de la izquierda y no tanto el de lo indecisos o de los indefinidos y esto nos íba a dar más resultados en la base sandinista, pero la correlación de fuerzas en la Alianza no favorecía eso.
Una cosa interesante es que una de las reservas que siempre se tuvo con relación a nuestra Alianza es que estábamos combatiendo el caudillismo de Daniel Ortega, pero que Herty Lewites aparecía también como una figura caudillista, porque el proyecto se centraba mucho en su figura.
La muerte de Herty puso en evidencia que, más allá de su figura, había una voluntad de cambio y la voluntad de un sector de la población y del sandinismo que hizo que el proyecto continuara y que la Alianza siguiera aglutinada para construir una nueva fuerza.
Un fuerza que creemos debe de estar profundamente vinculada al ideario sandinista, que es parte de nuestra historia y es el ombligo de nuestra identidad, con políticas profundamente de izquierda.
Aquí vendrá la pelea, porque estas cosas requieren de debate, de discusión y el Movimiento de Rescate al Sandinismo, dentro de la cual está Izquierda Democrática ,es la parte principal de esta Alianza.
Según las encuestas, parece que al final van a haber cuatro bancadas fuertes en la nueva Asamblea Nacional. ¿Ya discutieron cómo se van a mover en la Asamblea a nivel de alianzas o negociaciones?
Hemos discutido sobre punto esenciales como el desmontaje del Pacto libero-sandinista, la no reelección absoluta, reducir el número de diputados, en fin todas las reformas constitucionales.
Allí vamos a entrar en acuerdos con gente que viene del liberalismo, con algunos que creemos puedan desprenderse del danielismo, porque no miramos una bancada del FSLN monolítica.
Así que tenemos que hacer sinergias y contactos dependiendo de cada tema.
Si el FSLN apoya un tema popular, vamos a votar con ellos y lo mismo con las otras fuerzas.
Lo fundametal es lograr impedir que se vuelva a dar un pacto bicéfalo, donde dos personas se sientan y deciden por los demás y ésto, creo que ya no va a ser posible con la nueva correlación de fuerzas que va a haber en el Parlamento.
Faltando pocas horas al voto, ¿cuál es la real expectativa que tiene la Alianza MRS? ¿De verdad creen que puedan ganar en primera vuelta?
Las encuestas dicen que existe un gran porcentaje de gente que todavía no ha definido su voto.
El estudio que hemos hecho sobre la simpatía hacia nuestra Alianza y nuestra fórmula presidencial, nos da el derecho de tener exspectativas a que buena parte de este porcentaje se vuelque a apoyarnos, con una actitud güegüense que siempre ha predominado en las elecciones anteriores y que podamos estar entre los primeros dos lugares.
Esta es nuestra expectativa y tenemos que decirlo con sinceridad. Sabemos también que hay un porcentaje de gente que públicamente dice que va a votar por el danielismo, porque trabajan en la Alcaldía, porque tienen una cierta dependencia anímica histórica, pero que por debajo, nos han dicho que van a votar por nuestra Alianza.
En una eventual segunda vuelta en que se enfrenten un candidato liberal y Daniel Ortega, la Alianza MRS daría una indicación por quien votar?
Estamos comenzando a discutir eso, pero no lo hemos definido todavía.
© (Texto y Fotos Giorgio Trucchi -Ass. Italia-Nicaragua [email protected] )