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Radio Nacional de España cierra filas frente a Chávez

Fuentes: Rebelión

El presentador de «En días como hoy» de RNE ha dado a entender esta mañana que España y su gobierno pueden dar lecciones al presidente venezolano y a su país en tres ámbitos: historia, democracia y ciudadanía. Yo, como ciudadano español, avergonzado por el comportamiento del Jefe del Estado de mi país y el del […]


El presentador de «En días como hoy» de RNE ha dado a entender esta mañana que España y su gobierno pueden dar lecciones al presidente venezolano y a su país en tres ámbitos: historia, democracia y ciudadanía. Yo, como ciudadano español, avergonzado por el comportamiento del Jefe del Estado de mi país y el del ex presidente del gobierno, creo que es más bien al revés. Vayamos por partes.

Historia: quien primero afirmó que el gobierno español estaba al tanto y que nuestra embajada apoyó el golpe de estado en 2002 contra el régimen democrático venezolano no fue otro que nuestro actual ministro de exteriores, Miguel Angel Moratinos, al poco de llegar al cargo. ¿Por qué nunca se han investigado esos hechos y depurado responsabilidades en algo tan grave? ¿No es fascista quien apoya a golpistas, quien además apoya una guerra ilegal e injusta que ya ha causado más de 300.000 muertos en Iraq?

Democracia: Hugo Chávez ha ganado dos elecciones presidenciales y un referéndum revocatorio con un creciente porcentaje de votos en su país, siempre superando el 50% y la última vez con el 63%. Al rey no lo ha votado nadie y sólo fue elegido por un dictador que llegó al poder tras una guerra sangrienta. España es una monarquía, todos lo sabemos, porque la izquierda, históricamente republicana, hizo muchas concesiones en la constitución de 1978 ante la amenaza, real como se vio después, del golpismo militar y la involución democrática que anidaba en un ejército que había sido el soporte de la dictadura y no había sido depurado a fondo de sus componentes más fascistas. Por otra parte, Aznar nunca tuvo el apoyo de más del 50% de los españoles y, de exisitir en España el referéndum revocatorio, como existe en Venezuela desde la constitución que se aprobó tras la llegada de Chávez al poder, tal vez no habría acabado ni su primera legislatura.

Ciudadanía: Dice Ramón Lucas que las normas de ciudadanía exigen respetar a quien está en el uso de la palabra. No le falta razón en ello, pero también exigen tratar de usted a quien te trata de ese modo. ¿Por qué el rey se permite tutear a todo el mundo? Y del mismo modo exigen respetar el papel de quien preside una reunión, única persona autorizada para mandar a callar a cualquier otro interviniente. ¿O es que el rey se cree aún investido de poderes emanados de la autoridad imperial sobre América de sus antepasados?

Por último, Ramón Lucas insinúa al final de su comentario editorial con el que abre el informativo de las 8.00 que el que va camino de convertirse en un régimen fascista es el venezolano por estar presidido por un ex militar que impone reformas constitucionales para perpetuarse en el poder. ¿Poder presentarse indefinidamente a la reelección es fascismo? ¿Acaso no existe esa posibilidad en España? Felipe González fue elegido presidente 4 veces y perdió a la quinta, pero nada le impedía legalmente volver a presentarse cuantas veces quisiera, claro que para perpetuarse tenía que ser elegido, tal como prevé la propuesta de constitución venezolana y tal como ocurre con alcaldes, presidentes autonómicos y el propio presidente del gobierno aquí. El único que se perpetúa en el poder sin pasar por las urnas en virtud de una constitución es nuestro rey. Piénselo un poco, señor Lucas, antes de dar lecciones a países y gobiernos de los que tal vez tenemos mucho que aprender.