En sesión extraordinaria de la OEA para tratar el tema de Honduras, la ministra de Exteriores constitucional, manifestó su rechazó contra los países que apoyaron las elecciones »espurias». Por lo que les preguntó »¿Qué pasa con la Carta Democrática Interamericana y las autoridades, fundamentalmente de aquellos que dicen defender la democracia?».
La canciller legítima de Honduras, Patricia Rodas, criticó este viernes a los países que reconocieron la victoria del candidato conservador, Porfirio Lobo, en las elecciones del pasado domingo en las que imperó la ilegalidad y el abstencionismo.
En la sesión extraordinaria del Consejo Permanente de la Organización de Estados Americanos (OEA), celebrada este viernes en Washington, Rodas denunció que Lobo había aprobado la decisión de su bancada en el Congreso para que votara en contra de la restitución del presidente legítimo de Honduras, Manuel Zelaya.
«El señor que ha resultado favorecido (en las elecciones del pasado domingo) según el Tribunal Supremo Electoral (TSE) es jefe de una bancada que ha ratificado el golpe de Estado el 2 de diciembre. Él mismo ha calificado la situación de su bancada como correcta», dijo la jefa de la diplomacia hondureña.
La canciller relató que el candidato por el conservador Partido Liberal (PN), Porfirio Lobo, había anunciado públicamente, antes de la consulta, que sus 55 legisladores votarían en contra de la restitución de Zelaya.
Más temprano, en entrevista exclusiva con teleSUR, el ministro de la Presidencia, Enrique Flores Lanza, afirmó que los diputados de Roberto Micheletti y Porfirio Lobo, «fueron los que dieron el golpe de Estado en el país centroamericano, «destituyendo de manera ilegal al presidente (Manuel) Zelaya».
El ministro manifestó que el hecho fue repudiado por «el mundo entero», sin embargo, estos mismos diputados (de Lobo y Micheletti) son los que han ratificado éste crimen el pasado 2 de diciembre.
Las elecciones del 29 de noviembre fueron calificadas de ilegales por el presidente constitucional porque se produjeron en un estado de emergencia, manifestó Rodas.
La canciller señaló durante su intervención en la OEA, que si bien el proceso electoral «está en las leyes de Honduras y fue programado antes del golpe de Estado, en ese mismo calendario tampoco existía un golpe con fecha y hora».
El señalamiento de Rodas, fue en referencia a la insistencia de Estados Unidos (EE.UU.), que en las últimas semanas ha manifestado que las elecciones hondureñas no fueron convocadas por el Gobierno de facto ni organizadas como estrategia de salida o para legitimar sus acciones, sino fijadas antes del golpe de Estado y acorde con la Constitución de esa nación centroamericana.
La ministra sostuvo que las naciones que han decidido reconocer el resultado de los tan cuestionados comicios, omiten algo fundamental: el hecho de que en las resoluciones del organismo, no solamente se desconoce al Gobierno de facto, sino también sus acciones y en ésas se incluyen las elecciones.
En este contexto, resaltó que en Honduras ni las leyes ni la Constitución están vigentes a raíz del golpe de Estado, sino que hay un Gobierno espurio que no es reconocido por ningún Estado miembro de la OEA y por tanto sus acciones al igual que las elecciones son ilegales.
«¿Qué pasa con la Carta Democrática Interamericana y las autoridades, fundamentalmente de aquellos que dicen defender la democracia?», preguntó Rodas a los países como Estados Unidos, Colombia, Panamá, Costa Rica y Perú, que califican de legítimas las elecciones y sus resultados.
Rodas aseguró que «nuestro suelo no podrá albergar nunca más un golpe, ni uno que quede impune, y la impunidad comienza cuando se ignoran las causas y termina cuando fabricamos nuevos artilugios para seguir disfrazándola».
Por último, exhortó a los países que integran la Organización a pensar qué van hacer desde la OEA por la violación de los derechos humanos del pueblo hondureño, que ha sido víctima del amedentramiento por parte de la Fuerza Armada; con la persecución política que padece Zelaya y con la «suerte de quienes violaron y criminalizaron la democracia en Honduras, que todos ustedes han dicho no reconocer».