Miles de personas abarrotaron la plaza frente al Congreso Nacional esperando, sin resultado alguno, que los diputados restituyeran al presidente constitucional de Honduras, Manuel Zelaya Rosales. Ante esta nueva medida dilatoria, el Frente Nacional Contra el Golpe de Estado decidió desconocer el proceso electoral y sus resultados, invitando a los candidatos que se han opuesto […]
Miles de personas abarrotaron la plaza frente al Congreso Nacional esperando, sin resultado alguno, que los diputados restituyeran al presidente constitucional de Honduras, Manuel Zelaya Rosales. Ante esta nueva medida dilatoria, el Frente Nacional Contra el Golpe de Estado decidió desconocer el proceso electoral y sus resultados, invitando a los candidatos que se han opuesto al golpe a retirarse de la contienda electoral, y a la comunidad internacional a mantener su posición de deslegitimación del régimen de facto y de las mismas elecciones.
«Es una decisión que tomó hoy la dirección colegiada de la Resistencia, porque no podemos continuar aguantando medidas dilatorias de los golpistas para poder acercarse cada día más a la fecha electoral -dijo Juan Barahona, miembro de esta instancia, durante la conferencia de prensa que tuvo lugar ante miles de personas que expresaron su conformidad con esta decisión-.
Mandamos también un mensaje contundente a la OEA y al gobierno de Estados Unidos. No más juegos y manipulaciones como las de estos últimos días. Tienen que demostrar seriedad, responsabilidad y coherencia con lo que han dicho cuando apoyaron abiertamente la restitución del presidente Zelaya.
Por eso los declaramos cómplices de lo que está ocurriendo», finalizó Barahona.
Casi simultáneamente, los cancilleres del Mecanismo Permanente de Consulta y Concertación Política del Grupo de Río, reunidos en Jamaica, dieron a conocer una resolución en la que expresaron que la restitución del presidente Zelaya constituye un requisito indispensable para el restablecimiento del orden constitucional, del Estado de derecho y de la vida democrática en Honduras.
Determinaron también que «sólo esa condición garantizará la normalización de las relaciones de la República de Honduras con la comunidad internacional, así como el reconocimiento de los resultados de las elecciones previstas para el 29 de noviembre próximo.
Tras la restitución del presidente constitucional de Honduras, Manuel Zelaya, es imperativa la constitución del Gobierno de Unidad y Reconciliación Nacional con la integración en el Acuerdo de Tegucigalpa/San José.», cita la resolución que viene a contrarrestar a nivel internacional la política ambigua de Estados Unidos y de la misma OEA sobre este tema.
Segundo golpe de Estado
Tampoco hubo acuerdo sobre la conformación de un Gobierno de Unidad y Reconciliación Nacional, cuya instalación estaba prevista para el día de ayer, 5 de noviembre.
De forma abiertamente provocadora, la propuesta del presidente de facto, Roberto Micheletti, preveía el control total y discrecional del mecanismo para conformar el nuevo gabinete y sobre todo, su presencia al mando de esta instancia.
Pero el gobierno de facto fue aún más allá, y faltando pocos minutos para la medianoche, Micheletti convocó a los medios nacionales e internacionales para presentar de forma grotesca y descarada su nuevo Gobierno de Unidad y Reconciliación, conformado por miembros de los mismos partidos que apoyaron y ejecutaron el golpe contra el presidente Zelaya, lo cual fue señalado por muchos sectores como un potencial segundo golpe de Estado.
Esta nueva medida que desafía abiertamente a su contraparte y a la comunidad internacional, fue tajantemente rechazada por el presidente Manuel Zelaya, quien en la madrugada de hoy, 6 de noviembre, dio a conocer a través de su delegado en la Comisión de Verificación, Jorge Arturo Reina, un nuevo comunicado en el que declara no estar dispuesto a perder los derechos del pueblo legitimando este golpe de Estado, ni aceptar que el Presidente de Honduras sea nombrado en las cúpulas de las Fuerzas Armadas.
«La violación permanente a los derechos humanos, la cancelación de las libertades públicas y la confiscación de medios de comunicación, igual que la situación del Presidente electo por el pueblo, rodeado por sus militares en la sede diplomática de Brasil y la persecución política, son la prueba más evidente de la preparación de un gran fraude político-electoral para el 29 de noviembre -aclara el comunicado-.
Anunciamos nuestro total desconocimiento a este proceso electoral y a los resultados de los vicios antes mencionados. Elecciones bajo dictadura son un fraude para el pueblo».
El comunicado invitó también la OEA a expresarse de inmediato sobre lo que ha ocurrido, continuando también a condenar y desconocer al régimen de facto.
«Con esto se manifiesta la falta de voluntad para cumplir la letra y el espíritu del acuerdo, desconociendo la propuesta del Plan Arias, las resoluciones de la OEA y de la ONU -dijo Reina-.
Declaramos fracasado el Acuerdo por el incumplimiento del régimen de facto del compromiso de que en esta fecha debería estar organizado e instalado el Gobierno de Unidad y de Reconciliación Nacional, el que por ley debe ser presidido por el presidente electo por el pueblo de Honduras, José Manuel Zelaya Rosales», concluyó Reina, agregando que el gobierno electo por el pueblo no se prestará a encubrir con apariencias la ilegalidad profunda que encierra el golpe de Estado y la criminal conducta que se desempeña sobre el pueblo de Honduras y que se prepara como un gran fraude electoral.
En una breve declaración brindada a Radio Globo, el presidente Zelaya dijo que «me parece increíble y absurdo que el señor Micheletti quiera dirigir el gabinete de Unidad y Reconciliación. Voy a continuar con mis esfuerzos para que los hondureños sean respetados y no se legitime el golpe.
En este momento el Acuerdo es letra muerta por incumplimiento, ya que en Honduras un gobierno no se puede conformar sin un Presidente, y lo que querían hacer es conformar un gobierno con un presidente de facto que no ha sido reconocido por ningún país en el mundo», concluyó.
Para el día de hoy, 6 de noviembre, continuará la movilización de la Resistencia en todo el país y se intensificará la acción diplomática internacional para tratar de reanudar algo que se ha roto, tal vez de manera definitiva.
Fuente: http://www.rel-uita.org/internacional/honduras/segundo_golpe_de_estado.htm