El bloque occidental dirigido por Estados Unidos ha decidido incendiar el mundo antes de que el mundo acabe con su hegemonía supremacista. Occidente, que siempre se enfrentó entre sí en luchas por la hegemonía, hoy se enfrenta a una periferia que le sobrepasa en muchos aspectos y una vez más ha decidido que la guerra es su mejor opción y probablemente la única.