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Entrevista a Paul Oquist, Ministro para Políticas Nacionales del Presidente de la República de Nicaragua

«Todo es guerra mediática basada en propaganda negra»

Fuentes: Rebelión

El Dr. Paul Oquist Kelley es ministro secretario privado para Políticas Nacionales del Presidente de la República de Nicaragua, Comandante Daniel Ortega. En los últimos años, el Dr. Oquist ha ocupado puestos en representación de Nicaragua y del Grupo de América Latina y el Caribe en Naciones Unidas y otras instancias relacionadas con la lucha […]

El Dr. Paul Oquist Kelley es ministro secretario privado para Políticas Nacionales del Presidente de la República de Nicaragua, Comandante Daniel Ortega. En los últimos años, el Dr. Oquist ha ocupado puestos en representación de Nicaragua y del Grupo de América Latina y el Caribe en Naciones Unidas y otras instancias relacionadas con la lucha contra el cambio climático.

En 1976 obtuvo su Ph.D. en Ciencias Políticas de la Universidad de California, Berkeley, California. Su tesis doctoral «Violencia, Conflicto y Política en Colombia» fue publicada en español e inglés. En 1968 obtuvo su Maestría en Ciencias Políticas de la Universidad de California, Berkeley, California, y en 1965 obtuvo su Licenciatura en Ciencias Políticas en la Universidad de California, Los Ángeles. En 1967 realizó estudios de postgrado en la Facultad Latinoamericana de Ciencias Políticas y Administración Pública, de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (FLACSO), Santiago de Chile.

El Dr. Oquist fue profesor de Ciencias Políticas en la Universidad de los Andes (Bogotá, Colombia) y FLACSO (Chile y Ecuador), y en la Escuela Latinoamericana de Economía (ESCOLATINA) de la Universidad de Chile.

¿Qué ha pasado en Nicaragua a partir del 18 de abril?

Se produjeron unas manifestaciones contra las reformas del seguro social, en las que chocaron policías y estudiantes, y eso causó una reacción negativa en un amplio segmento de la población. Sin embargo, se vio desde el primer día la presencia de recursos tendentes al golpismo, a la falsa noticia y a la conspiración. Las mentiras se propagaron sistemáticamente sobre todo por Internet, por ejemplo la falsedad de que había un estudiante universitario muerto. La intención era inflamar los ánimos. Y lo lograron, se inflamaron. Al día siguiente había tres muertos, sí. Dos manifestantes muertos y un policía muerto durante los choques acaecidos al lado de la Universidad Politécnica.

El Presidente suspendió la reforma del Seguro Social pero eso no paró los disturbios. El movimiento de protesta solo había usado el tema del Seguro Social como un pretexto. Los grupos golpistas habían tratado antes de movilizar a la población sobre la base de un movimiento anticanal y muchos de los mismo actores habían ido donde los campesinos, que creían que iban a ser afectados por el canal, para tratar de movilizarlos. Esta estrategia funcionó porque la gente ante un proyecto de grandes infraestructuras siempre se pone nerviosa. Sobre todo por lo que pueda suceder, si se les va a indemnizar bien o si se les va a reubicar, por ejemplo. Hubo muchas manifestaciones en contra del canal, se quemaron camiones y cisternas, se bloquearon carreteras, pero fue un fenómeno localizado y transitorio.

El asunto del Seguro Social fue explosivo. En Nicaragua siempre hemos trabajado por consenso en lo que refiere a la política económica: se ha acordado desde hace varios años el salario mínimo por consenso entre el gobierno, los sindicatos y los empresarios. En la última vez, no acompañó el sector privado que no estaba de acuerdo. Eso fue el primer síntoma de lo que estaba pasando. Después en la reforma del Seguro Social no estaban de acuerdo en aumentar la contribución patronal del 19% al 22%, es decir, en un 3% no están de acuerdo. También se decía que se recortaba un 5% las pensiones. En realidad eso era para que los pensionados jubilados recibieran medicinas y que alguien que cotiza al seguro permitiera que los jubilados dignamente recibieran su medicina a través del seguro, pero nadie quiso entender.

También el asunto de la reforma del Seguro Social, que nunca llegó a entrar en vigor, se olvidó pronto porque el objetivo volvió a ser derrocar al gobierno. Los golpistas empezaron a ser más explícitos con la consigna «¡que se vayan ya, hoy ya es demasiado tarde!» Su objetivo declarado ya era sustituir al gobierno legítimo por un gobierno provisional. Eso se llama golpe de estado. Y esa actitud no va conducir al cese de violencia en Nicaragua. Lo único que va a acabar con la violencia es un acuerdo negociado por consenso y aceptado por casi toda la población que permita construir la paz y lograr así la reconciliación nacional.

¿Quiénes son los causantes de esta desestabilización?

Los de Miami, los cubanos norteamericanos de Miami. Y hay un senador, Ted Cruz, conduciendo el Nica Act, para castigar a Nicaragua cortando los préstamos del Banco Mundial y del BID, que ya ha pasado por la cámara de representantes de EE.UU. y no lo han considerado en el senado norteamericano, ya que no les importa Nicaragua como gran tema. Creo que a los republicanos de EE.UU. les encantaría más ver golpeada a Cuba, pero no tienen punto de entrada, y si no pueden golpear a Cuba, intentan ensangrentar a Nicaragua.

También la CÍA tiene una gran responsabilidad. Después del golpe contra el presidente Chávez en el 2002, después de los intentos de asesinar a Evo Morales y del intento de dividir Bolivia. Y tenemos una segunda ronda de cosas, con el golpe del 28 de junio de 2009 contra Mel Zelaya en Honduras, que fracasó, y después el golpe en Paraguay, luego contra Dilma en Brasil y más aún contra Lula.

Y ahora toca a Nicaragua. Estaban buscando la punta de entrada, la encontraron y después que se resolvió el tema del seguro, siguieron intentándolo. Pero en Nicaragua no pueden intentar dos cosas: ni el golpe militar, porque las fuerzas armadas son antiimperialistas, están a favor de la soberanía y son leales a la constitución; ni el golpe institucional porque las instituciones en Nicaragua son sólidas y no anárquicas como en algunos otros países de nuestro entorno.

Entonces se han centrado en la metodología del debilitamiento y del derrocamiento violento. Por un lado tenemos un intento de golpe estado para derrocar violentamente al gobierno, romper la institucionalidad de Nicaragua e imponer un gobierno nombrado por ellos. Y por otro lado, un diálogo para conducir a un acuerdo por consenso que, realmente, resuelva la situación y logre cesar la violencia y, de tal manera, poder reconstruir la paz y llegar a reconciliación. Y eso pasa por las elecciones, por la decisión del soberano, que es el pueblo de Nicaragua, sobre quien va a dirigir los destinos políticos del país.

¿Los medios de comunicación suelen decir que la sociedad civil acusa al gobierno de Nicaragua de generar esta crisis. En esta denominación puede usted especificar a qué sociedad civil se refieren ¿Cuál es la posición de los sindicatos, las organizaciones campesinas, las organizaciones estudiantiles legítimas y otras?

La sociedad a la que se refiere a su pregunta recibió 4,1 millones de dólares del NED (National Endowment for Democracy) del gobierno norteamericano que está en la fila de la oposición. Yo no sé la posición exacta de todos los sectores, pero si sé que la manera como pueden ellos expresar sus opiniones es mediante elecciones libres en las que el pueblo soberano decida en quien gobierna Nicaragua.

Hemos seguido las declaraciones de algunos obispos nicaragüenses ante los medios que demuestran una parcialización a favor de los sectores que usted llama violentos. ¿Seguirán actuando como mediador o se integraran nuevos actores para la mediación?

La Iglesia es el mediador, el Santo Padre ha sido muy claro en esto, como la única salida para que cese la violencia. Yo creo que la llegada del nuevo nuncio papal es algo que va a contribuir a que la Iglesia juegue un papel positivo en el proceso del diálogo. Dicho sea de paso, hay otro suceso reciente que es un golpe al golpismo, que, realmente, ayuda a superar las erupciones golpistas de algunos sectores y que nos permite vislumbrar un sendero a la paz por medio del diálogo y a, eventualmente, poder llegar a elecciones. Es la declaración de los presidentes del SICA (Sistema de Integración Centroamericano) en la que todos los presidentes de Centroamérica el 30 de junio pasado, en Santo Domingo, República Dominicana, donde invocan los valores y el proceso de Esquipulas que nos permitió salir de la guerra de los años 80, y llegar a elecciones en los 90, donde el FSLN perdió y se entregó el poder de forma pacífica por primera vez en la historia de Nicaragua.

También el FSLN ha hecho de la reconciliación nacional su principal objetivo, el presidente Ortega es el arquitecto de la Alianza Política Unida Nicaragua Triunfa. Por otro lado, el levantamiento de barricadas, no solo está desarticulando la economía nicaragüense sino también está desarticulando la economía de toda Centroamérica. No puede haber tránsito desde Panamá con el tránsito de furgones y los tránsitos entre Guatemala y Costa Rica están interrumpidos, por ejemplo.

La presión para levantar estos violentos eventos de barricadas aumenta y eso se verá en un futuro cercano ya que el pueblo no aguanta, los campesinos ya no pueden mandar sus cosechas a los mercados y pierden sus siembras. La gente que vive en las comunidades, dormitorios aledaños a Managua, ya no pueden llegar a trabajar y las empresas ya sufren por esa situación. Y el gran sector informal que vive de un jornal diario, que si pasa dos o tres días sin trabajar con sus ventas y sus servicios parados, no come, no aguanta más.

También hay mucho miedo y mucha tensión en la sociedad nicaragüense, y eso creo que va a desembocar en superar totalmente el golpismo y abocar seriamente a cesar la violencia para tener un dialogo fructífero.

¿Qué medida tomará el gobierno de Nicaragua para la recuperación económica en Nicaragua, y la reconciliación?

Se va a negociar, el gobierno no puede hacer eso solo, por eso tiene que haber una reconciliación, el gobierno tiene que trabajar con el sector privado y el sector privado tiene que trabajar con el gobierno, y los sindicatos tienen que trabajar con los dos. O sea, que no hay recuperación económica sin eso, pero ahora, antes de reconstituir la economía, la prioridad es dejar de destruirla, cada día que sigan esos tranques se está destruyendo la economía nacional.

En España ha habido bastantes señalamientos por parte de las feministas contra el gobierno de Nicaragua, ¿cuál es la situación real en Nicaragua de la mujer, existe exclusión social y política, existe discriminación a la mujer?

Nicaragua es el país con mayor cantidad de mujeres en el ejecutivo, en el gabinete de gobierno, entre ministros y viceministros. Nicaragua, está en el nivel número dos en cuanto a nivel de mujeres en el parlamento, más que España, solo detrás de Ruanda, que tiene el primer lugar de mujeres en el parlamento.

En 2007, cuando asumió el comandante Ortega la presidencia, en el índice de brecha de género del Foro Económico Mundial de Nicaragua ocupaba el lugar número 90, después Nicaragua ha subido hasta el número 6. Oscilando entre 6, 12 y 10 estaba entre los países que más han subido, incluso hubo años que estábamos en el número 6, solo los escandinavos estaban delante. La razón de esto es aún más meritoria si tenemos en cuenta que son mujeres pobres, que están subiendo a través del programa hambre cero y usura cero. El empoderamiento económico a mujeres pobres ha tenido un enorme impacto.

Nicaragua es uno de los líderes en la posición de la mujer en la sociedad, visto por mujeres en el gabinete, visto por mujeres en el parlamento, visto por el índice de brecha de género del Foro Económico Mundial.

Nicaragua es considerado uno de los países más seguros del mundo: ¿Qué avances y logros se han conseguido en el restablecimiento de la tranquilidad y de esa seguridad?

Antes de 18 de abril de 2018 Nicaragua era otra cosa, después se ha convertido en un caos, en anarquía, y para restablecer eso hay que lograr un cese inmediato a la violencia.

Hay cosas aquí que son surrealistas, porque los organismos internacionales de derechos humanos dicen que existe la obligación del Estado de proteger, pero una de las demandas de los manifestantes, de sus líderes era, concentrar a los policías en sus cuarteles. ¿Cómo nos protegemos entonces? Si se pide que la policía se repliegue a sus cuarteles y damos rienda suelta a los criminales y delincuentes o permitimos sitiar la estación de policía de Masaya, durante dos semanas, y, después, cuando la policía organiza una columna para sacar a sus policías se dice que la policía entró para reprimir a la población de Masaya. Todo es guerra mediática, es guerra de los medios sociales, basados en propaganda negra, en noticias falsas y eso es algo que debemos de superar también para cesar la violencia.

* Martín Marco, redactor jefe de economiadehoy.es y colaborador de rebelion.org.