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Un informe oficial asume que EEUU no puede vencer al islamismo armado

Fuentes: Gara

La estrategia que mantiene EEUU contra los insurgentes en países islámicos es equivocada y no puede triunfar, según un informe de un instituto privado encargado por el Pentágono. A juicio de la corporación Rand, EEUU debe modificar su política en países como Irak y Afganistán e impulsar los gobiernos civiles y a las fuerzas locales, […]

La estrategia que mantiene EEUU contra los insurgentes en países islámicos es equivocada y no puede triunfar, según un informe de un instituto privado encargado por el Pentágono. A juicio de la corporación Rand, EEUU debe modificar su política en países como Irak y Afganistán e impulsar los gobiernos civiles y a las fuerzas locales, «capacidades que no se han visto hasta el momento». El documento añade que ésta es «la mayor amenaza a la que se enfrenta EEUU».

Las fuerzas militares estadounidenses no están capacitadas para enfrentarse a la insurgencia en países islámicos, aseguró ayer un informe de la corporación Rand, solicitado por el Departamento de Defensa.

El informe indicó que «en el mejor de los casos, la intervención y la ocupación de EEUU en el mundo musulmán son inadecuadas. En el peor, son contraproductivas e inviables».

El documento fue encargado por el Pentágono a la corporación Rand, un organismo privado sin fines de lucro, para realizar una revisión de su estrategia destinada a luchar contra la insurgencia.

«EEUU debería modificar sus prioridades y financiación con el fin de mejorar el Gobierno civil e impulsar las fuerzas locales de seguridad, capacidades que no se han visto en Irak y Afganistán», señaló el informe.

«Mayor amenaza»

«El extremismo violento en el mundo musulmán es la mayor amenaza para la seguridad que enfrenta EEUU», dijo David C. Gompert, principal autor del informe.

«Debido a que esta amenaza probablemente persista y aumente es importante comprender el hecho de que EEUU no está capacitado en estos momentos para enfrentar el desafío», añadió.

El estudio señaló que cuando es «infectada por el extremismo religioso», la insurgencia se hace más violenta, contraria a los acuerdos, y es difícil de derrotar y probablemente se propague.

El mensaje yihadista a los insurgentes locales es que «su fe y su patria están bajo el ataque de Occidente y deben unirse para defender la causa mayor del Islam.

Por otra parte, el texto admiteque el reciente aumento de tropas ha mejorado la seguridad en Irak.

Sin embargo, advierte de que «sería un gran error sacar por conclusión que EEUU necesita mayor fuerza militar para derrotar las insurgencias islámicas», dijo Gompert.

«Sólo hay que contemplar la precaria situación en que se encuentra Pakistán para percibir las limitaciones de la fuerza militar estadounidense y el peligro de confiar demasiado en ellas», dijo.

Los autores del informe citan alrededor de 90 conflictos ocurridos tras la Segunda Guerra Mundial que muestran que la forma más segura de derrotar a la insurgencia es a través de gobiernos locales que sean representativos de los ciudadanos, competentes y honestos.

«Las fuerzas extranjeras no pueden sustituir a los gobiernos locales y hasta pueden debilitar su legitimidad», dijo John Gordon, otro autor del informe.

Pero cuando se trata de construir estas capacidades civiles en el exterior, «EEUU es alarmantemente débil», indicó Gompert.

Más primarias

Barack Obama partía como favorito en las primarias demócratas que se celebraron ayer en los estados de Virginia y Maryland y el distrito de Columbia, en el que se incluye Washington, frente a su rival Hillary Clinton.

Todos los candidatos piden la pena de muerte por el 11-S

Los candidatos a la Presidencia de EEUU pedirán la pena capital de los sospechosos acusados de ayudar a planificar los atentados del 11 de setiembre de 2001 en Washington y Nueva York, según informó el Departamento de Defensa.

«Aquellos responsables del atentado del 11-S deberán ser conducidos a la Justicia», afirmó ayer el precandidato demócrata Barack Obama.

Por su parte, John McCain, favorito en las filas republicanas, señaló que «los cargos contra los acusados están vigentes desde hace mucho tiempo».

El asesor legal del Pentágono, Thomas Hartmann, explicó que serán inculpados de «terrorismo, asesinato, ataque a objetivos y personas civiles», entre otras imputaciones, según informó Prensa Latina.

Entre los acusados están Jalid Sheik Mohamed, sospechoso de ser uno de los organizadores principales de los atentados del 11-S, en los que murieron 2.793 personas. Los otros son Mohamed al-Qahtani, Ramzi ibn al-Shibh, Alí Abd al-Aziz Alí, Mustafá Ahmed al-Hawsawi y Walid ibn Attash, quienes aún desconocen sus cargos,

Hartmann, por su parte, admitió que el proceso contra los acusados por los atentados del 11-S podría alargarse durante varios meses y aseguró que el juicio no será secreto.