El colmo del cinismo. A las 3:20p.m. y argumentando que hay demasiada gente con animo de votar, contrario a lo que en realidad esta pasando, el Tribunal Supremo Electoral de Honduras, decretó la extensión del período de votación por una hora, de las 4p.m. a las 5p.m. En realidad esta es la constatación del fracaso […]
El colmo del cinismo. A las 3:20p.m. y argumentando que hay demasiada gente con animo de votar, contrario a lo que en realidad esta pasando, el Tribunal Supremo Electoral de Honduras, decretó la extensión del período de votación por una hora, de las 4p.m. a las 5p.m.
En realidad esta es la constatación del fracaso de las elecciones y la aceptación de que el llamado a toque de queda patriótico del Frente Nacional de Resistencia fue acatado masivamente.
Esta es una medida desesperada del golpismo para justificar el fraude que tienen montado y que no pueden ocultar porque las cadenas y periodistas internacionales que cubren las elecciones, han constatado la falta de votantes a lo largo y ancho del país.
Si mas allá de lo pesado de la realidad de la abstención, los golpistas que hoy ejercen el poder ilegalmente pretenden imponer el fraude para blanquear el golpe de estado imponiendo a su candidato, Elvin Santos, se esta poniendo punto final a las posibilidades de reconciliación y marcando el punto de inicio para otras medidas que ya mañana lamentaremos.
Lo que queda claro es la desesperación de los golpistas cuando el guión que sus titiriteros les habían trazado, ha incluido demasiadas variables, que su pobre y limitado intelecto no permite improvisar.
Es ahora el momento de la resistencia para declarar su contundente e inobjetable triunfo, haciendo un llamado a aquellos países, a los que aun les queda duda para no reconocer las elecciones en este régimen de facto. Hoy mas que nunca se impone la necesidad de la unidad en un frente amplio para avanzar en la construcción de la alternativa política que habrá de liderar la fundación del nuevo país, de la nueva Honduras que acogerá las esperanzas de tanta gente que se ha hartado de la exclusión, de la discriminación, de la impunidad y del cinismo.
¡Adelante camaradas!, ¡El futuro es nuestro!
Rebelión ha publicado este artículo a petición expresa del autor, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.