Recomiendo:
0

El presidente Zelaya acepta el inicio de un diálogo con el gobierno de facto. Hillary Clinton y Oscar Arias dirigen la orquesta

Una posible salida con el sello USA

Fuentes: Rel-UITA

La noticia llegó de forma inesperada mientras miles de personas marchaban nuevamente por las calles de Tegucigalpa, llegando frente a las instalaciones del Ministerio Público, como siempre resguardadas por un fuerte contingente del Ejército y la Policía. La propuesta del presidente Manuel Zelaya contempla dos puntos innegociables: la restitución en su cargo y que nadie […]

La noticia llegó de forma inesperada mientras miles de personas marchaban nuevamente por las calles de Tegucigalpa, llegando frente a las instalaciones del Ministerio Público, como siempre resguardadas por un fuerte contingente del Ejército y la Policía. La propuesta del presidente Manuel Zelaya contempla dos puntos innegociables: la restitución en su cargo y que nadie del actual régimen de facto se mantenga en el gobierno.

La jornada había comenzado con una nueva movilización de los movimientos populares y la aparición de la primera dama, Xiomara Castro de Zelaya, quien finalmente decidió abandonar la clandestinidad y acompañar a los sectores que desde hace diez días siguen manifestándose en las calles hondureñas, pidiendo el regreso del presidente Manuel Zelaya y el restablecimiento del orden constitucional.

«En primer lugar quisiera solidarizarme con aquellas personas que de una o otra manera han sido ultrajadas por el Ejército de nuestro país. Quiero solidarizarme con Silvia y con David que perdieron a su hijo. Me manifestaron que están orgullosos porque a su hijo Isis no lo mataron por delincuente, sino por defender una causa, la paz y la justicia, porque estaba luchando por el retorno del orden constitucional y la democracia en nuestro país -dijo Xiomara Castro visiblemente conmocionada-.

Era imposible seguir refugiándome solamente porque mi vida y la de mi familia corren peligro, mientras hay hombres y mujeres que ofrecen el pecho y su vida por esta causa. Por eso estoy aquí -continuó la primera dama-, porque yo sé que las represalias van a continuar contra mi familia, sin embargo no tengo miedo, porque sé que el Presidente constitucional de Honduras levantó la bandera. Pero esta bandera no es de él, sino del pueblo, de ese pueblo que se une a las marchas y que es mayoría en nuestro país.

Pueden entrar a las casas, pueden capturar, hasta matar, pero hay obreros y campesinos que están luchando, y no podía quedarme callada ante esta lucha. Hoy quiero pedirles que sigamos manifestando de forma pacífica, que no tengamos miedo, y yo voy a andar con todos ustedes», concluyó Castro de Zelaya.

La marcha pasó frente a las instalaciones del Consejo Hondureño de la Empresa Privada (COHEP), organización conformada por muchos de aquellos empresarios que los sectores sociales señalan como los principales impulsores y verdaderos arquitectos del golpe de Estado.

Finalmente se dirigió hacia el Ministerio Público, fuertemente resguardado por el Ejército y la policía, y la tensión fue subiendo recordando la sangre derramada el pasado domingo, cuando fue asesinado el joven Isis Murillo en las inmediaciones del aeropuerto.

Una llamada del presidente Manuel Zelaya a una de las pocas radios que todavía no han sido calladas, pero sí repetidamente hostigada, llegó a calmar los ánimos. Difundida por los parlantes del vehículo que diariamente acompaña las marchas, generó reacciones contrapuestas entre la multitud.

Zelaya informó que del encuentro con la secretaria de Estado Hillary Clinton, surgió la propuesta de iniciar un diálogo entre el gobierno democráticamente electo hace cuatro años y el régimen de facto de Roberto Micheletti. Como mediador se propuso al actual presidente de Costa Rica, Oscar Arias, quien aceptó y convocó las partes el próximo jueves 9 en territorio costarricense.

Pese a las declaraciones del presidente Barack Obama, quien volvió a mencionar que el único gobierno que Estados Unidos reconoce es el de Manuel Zelaya, y que esta propuesta, a pesar de las diferencias ideológicas con el mandatario hondureño está encaminada a restablecer la democracia en Honduras, de hecho reconoce al régimen de facto de Micheletti como contraparte.

El presidente Manuel Zelaya se apresuró a aclarar que existen dos puntos que no son negociables: su restitución inmediata al cargo de Presidente electo por el pueblo y que el actual gobierno de facto no puede quedarse en el poder.

Antes estos elementos, la pregunta que surge espontánea es: ¿qué es lo que van a negociar?

El actual presidente de facto, Roberto Micheletti, ya dijo aceptar la propuesta de Estados Unidos, pero no la restitución de Zelaya. Una posición totalmente incomprensible ante el total aislamiento al que está sometida Honduras, y las pocas cartas que tiene en sus manos.

Al mismo tiempo, la Corte Suprema de Justicia, motor principal de las acusaciones montadas contra el presidente Zelaya, ya dijo que se podría encontrar una salida si el Congreso decretara una amnistía política para el Presidente.

Otro elemento importante que hay que tomar en cuenta es qué papel va a jugar y qué tipo de presiones está ejerciendo el Ejército en este momento, para no ser usado como chivo expiatorio en el caso de una solución negociada.

En este momento todo hace pensar que el contenido de la negociación será más enfocado en garantizar una salida «segura y suave» a los personajes políticos que han orquestado burdamente el golpe de Estado, dejando afuera a los también responsables ligados al poder económico.

También habrá que ver cuáles serán las reacciones de las organizaciones y países que hasta el momento han negado cualquier tipo de reconocimiento y diálogo con el gobierno espurio y, sobre todo, las de los movimientos y organizaciones sociales, populares y sindicales, que sin lugar a duda han sido el motor principal del rechazo al golpe de Estado en el país.

¿Estarán dispuestas a aceptar ese trago amargo de un gobierno golpista, sentado a dialogar y negociar como una contraparte?

Al cierre de este artículo, en la mañana de hoy, miércoles 8, las organizaciones que integran el Frente Nacional de Resistencia Popular culminaban una reunión en la cual decidieron redactar una carta que será enviada al presidente Manuel Zelaya antes de que se inicie el diálogo, y un comunicado que esta tarde (ndr: noche en Montevideo) será difundido públicamente en todo el país.

http://www.rel-uita.org/internacional/honduras/una_posible_salida.htm