Daniel Nina (Puerto Rico, 1962-) es periodista y editor jefe de El Post-Antillano. Daniel, es cuentista y novelero, también. Nina, por su parte, es a la misma vez otras vidas en paralelo: politólogo, sociólogo, criminólogo, historiador, jurista (que no abogado), empresario y también, uno de los deportistas menos reconocidos del Caribe. Formado en la Universidad de Puerto Rico, ha realizado estudios avanzados en Inglaterra y Estados Unidos. Vivió y realizó parte de su desarrollo profesional en el África del Sur post-aparteid. Fue catedrático en la Facultad de Derecho Eugenio María de Hostos. Entre sus trabajos, destaca una de las mejores entrevistas de trabajo realizada a Juan Mari Brás. Nina, sin duda es uno de los intelectuales mejor formados en el Puerto Rico de hoy, por no decir en las Antillas hispánicas de las que son oriundos él (Puerto Rico) y sus padres, cubanos (padre) y dominicanos (madre). Daniel ha aceptado el reto de responder a mis preguntas sobre status y descolonización, cuyas repuestas son para ser compartidas con todos vosotros.
– Wilkins Román Samot (WRS, en adelante) – ¿Es hora de exigir el fin del colonialismo y comenzar una conversación sobre reparaciones económicas en Puerto Rico y Estados Unidos? ¿Por qué?
– Daniel Nina (DN, en adelante) – Llevamos rato tratando de terminar con esta relación colonial tan atrasada, pero tan devoradora de nuestra Nación, identidad y de nuestro sentido de diferencia con ellos. Cada día que pasa, el colonialismo americano se entronca más en la isla. Pero no por eso dejamos de luchar. Simplemente, ahora somos más selectivos en la lucha. Mucha distracción en los pasados seis años, desde el huracán María, Puerto Rico ha sido invadido nuevamente por nuevas facciones de la derecha y el capital de los Estados Unidos. (EE.UU.) Por lo tanto, todo se ha puesto un poco más complicado. Nos suavizan el robo con Bad Bunny y los conciertos infinitos de Wisin y Yandel o de Daddy Yankee. Pero realmente, el saqueo ha empeorado en los pasados años. Hay que detenerlo, pedirles que se vayan y que nos paguen por la agresión, por la violación a nuestra dignidad que ejercieron sobre nosotros en el 1898, cuando en el artículo 2 del Tratado de Paris, “nos cedieron”, como reces.
– WRS – ¿Qué relación si alguna ves entre la migración de los puertorriqueños a los Estados Unidos y las innumerables oportunidades desarrolladas por el Congreso de los Estados Unidos para que las corporaciones estadounidenses exploten a Puerto Rico?
– DN – EL proyecto de ley PRSA 8393 es el último capítulo de la agresión. Mal pensado por unos legisladores de origen boricua en el Congreso, lo presentan como la panacea del fin del colonialismo. Realmente es un asalto a nuestra dignidad, y por primera vez estos legisladores se aliaron con el Partido Nuevo Progresista, que es el gran victorioso, y si todo les sale bien, en noviembre del 2023, debe ser el plebiscito y de ganar la estadidad con un 50 por ciento de los votantes, esto “se acabó”. La estadidad es irreversible en el constitucionalismo americano. Por lo tanto, por primera vez está muy cerca, y esto se dio con el apoyo de Nydia Velázquez y Alexandría Ocasio-Cortez.
– WRS – ¿Cuál debería ser el rol de la academia y la sociedad civil puertorriqueña dentro de los Estados Unidos y Puerto Rico en la descolonización de Puerto Rico, si alguno? ¿Qué deberían hacer?
– DN – Son ciudadanía. Simplemente estar. La academia está muy dividida. Esto como resultado del trabajo consistente que el Partido Nuevo Progresista ha hecho de forma efectiva para documentar e impulsar la estadidad en todos los formatos. En el último plebiscito que hicieron, el del 2020, luego pusieron a sobre 20 académicos de origen boricua en los EE.UU. a impulsar la estadidad en los medios de dicho país. Terrible. Pero lo interesante es que el independentismo o los que no creemos en nada bajo la constitución de los EE.UU., no tuvimos la capacidad de responder de forma equivalente y sistemática. Fuimos derrotados.
– WRS – ¿Cómo la Comisionada Residente de Puerto Rico en el Congreso de los Estados Unidos y los congresistas de origen puertorriqueño podrían ayudar a resolver los problemas económico-sociales creados por la explotación de los Estados Unidos en Puerto Rico?
– DN – Si tú crees en la estadidad, pues debes conversar con Jennifer González, Nydia Velázquez y Alexandría Ocasio-Cortez. Es curioso que nadie en el Congreso parece apoyar la independencia de Puerto Rico. Curioso. Ese trabajo que desde la década de 1930 hasta la década de 1970 se había hecho con algunos legisladores y con el caucus afroamericano, se perdió. Un desastre, del cual el propio independentismo es responsable. Por un lado, al desaparecer el Partido Socialista Puertorriqueño, su progenie en el Movimiento Independentista Nacional Hostosiano, no supo continuar con ese apoyo. Por otro lado, el Partido Independentista Puertorriqueño nunca cultivó una relación de diálogo con el Congreso federal. Por lo tanto, nuevamente fuimos derrotados en esta coyuntura por el Partido Nuevo Progresista.
– WRS – ¿Por qué los movimientos de estadidad no han sido capaces de confrontar al imperialismo estadounidense en Puerto Rico y los Estados Unidos? ¿Qué deberían hacer?
– DN – No sé. Nunca he sido estadista. Esa pregunta se la deberías de hacer a tus amigos y amigas. Si me preguntas creo que el Partido Nuevo Progresista de Pedro Pierluisi Urrutia tiene todas las condiciones para alcanzar la estadidad. Lo peor es que lleva 24 meses comprándonos a todos y todas con fondos federales. Pero, en fin, llama al 1-787-721-7000, La Fortaleza, y pregúntales a ellos que son estadistas.
– WRS – ¿Qué ha hecho, si algo, la presidencia de los Estados Unidos, y los dos partidos políticos dominantes dentro de los Estados Unidos, el demócrata y el republicano, para mitigar el desastre que ellos y los estadounidenses ayudaron a crear dentro de Puerto Rico?
– DN – Son cómplices, ambos partidos de un modelo de colonialismo absorbente y diluyente de nuestra Nación. Ellos tienen esta colonia bien controlada. Para algo mi nueva publicación sobre el verano 2019 (Verano de 2019, que nunca que ocurrió, publicado en el 2022). Este, lo afirmo, no ocurrió. Se tornó en un “concert” en el cual el gobierno federal tuvo control de todo, hasta de la protesta. Que nadie se olvide, que Ricardo Rosselló estaba cooperando con el gobierno federal desde junio de 2019, pues alegaba que lo estaban extorsionando. Por lo tanto, mientras nosotros participábamos en el perreo combativo, Anthony Maceira iba a reuniones con Sixto Jorge Díaz Colón, completamente alambrado para grabarlo. Esto se hizo mientras Sixto George alegaba que tenía la fuerza en sus talentos (¿Kobbo Santarrosa, Jorge Pabón el Molusco, Nación Z?) para manipular la protesta. Por lo tanto, el gobierno federal, el colonial bajo el Departamento de Asuntos del Interior, y bajo la Comisión de Asuntos Naturales del Congreso federal, nos tienen en una relación de dominación y consentimiento.
– WRS – ¿Cuál sería la forma de que los puertorriqueños rompan con este ciclo de abuso del colonialismo estadounidense dentro de Puerto Rico? ¿Debería Puerto Rico y los puertorriqueños ser reparados económicamente por Estados Unidos?
– DN – No siguiendo a Bad Bunny. Es nuestra peor distracción, pues con su neo-nacionalismo light, promueve ideas simpáticas, que ninguna ha detenido en nada al Partido Nuevo Progresista. Lo que sí ha pasado, mientras Benito Antonio Martínez coquetea con ser independentista, que lo único que sí ha pasado es que se acerca a ser el primer mil millonario artista boricua, criado y desarrollado en la isla. Sus últimas ganancias lo ponen por encima de Jennifer López y Ricky Martín en cuanto a capital neto se refiere. Por lo tanto, para alcanzar la independencia hay que volver al pico de la década de 1970 y 1980. Todas las iniciativas son válidas. Desde la lucha armada, hasta la negociación directa con el gobierno de los EE.UU.. Pero no hay empuje para esto hoy. Lo que hay es para hablar de alianzas de gobernanza colonial, sin ninguna crítica a nada, ni al neoliberalismo, ni a la estructura colonial, y peor aún, sin cuestionar la mera existencia de los EE.UU. en Puerto Rico. Por lo tanto, “estamos bien” nos dice Bad Bunny, y mucha gente le cree.
– WRS – El economista francés Thomas Piketty considera que Francia debería reparar en más de 28 mil millones de dólares americanos a Haití. ¿En cuánto debería Estados Unidos reparar económicamente a Puerto Rico y a los puertorriqueños?
– DN – Thomas Piketty es un gran economista. Creo que se habrá de llevar el Nobel de Economía. Lo celebraré cuando pase. De mi parte, no apoyo el concepto de reparaciones. Ojo, que yo viví una versión en África del Sur al final del apartheid. De mi parte, lo que deseo es terminar la relación colonial y como Zimbabue en las negociaciones de Lancaster House. Uno termina la relación colonial, se despide, se da la mano, y no se vuelve a ver como parte de la relación amo-esclavo. Los cubanos, por ejemplo, no usan la tarjeta de reparaciones cuando hablan del bloqueo de los EE.UU. a su país. Reconocen su valor, pero no es la tarjeta. Lo que piden es que termine y ya. Eso es otro tipo de aproximación al problema. Es una lógica desde la dignidad existencial. Se termina el pasado y como los post-esclavizados en todo el Caribe, para nada uno quiere volver a hablar con el amo. Para nada.
– WRS – Muchos puertorriqueños viven en la diáspora, bien en Estados Unidos como fuera de los Estados Unidos. Otros puertorriqueños han sido y son partícipes del saqueo estadounidense dentro de Puerto Rico. Todos, los primeros y los segundos son estadounidenses. ¿Por qué deben ser o no ser recompensados? ¿Son todos los puertorriqueños sujetos coloniales a los que se les ha robado su futuro en su propia tierra? ¿Se les debe devolver su futuro estén donde estén, sean quienes sean?
– DN – Ya te dije, esas son preguntas que se le hacen a un estadista. Yo no lo soy. Te vuelvo a pasar el teléfono de la Fortaleza, 1-787-721-7000. Les debes consultar a ellos. Mientras, la narrativa de la ciudadanía fue un concepto que impulsó Pedro Rosselló en la década de 1990. Luego se volvió a hacer famoso, a partir del caso de Pueblo v. Sánchez Valle. Yo soy, a partir del Tratado de Paz de Paris de 1898, ciudadano de Puerto Rico. Por lo tanto, todo lo demás son narrativas coloniales. Vuelvo, yo no creo en el concepto de reparaciones coloniales. Una gran oportunidad para sacarlos de la isla, a los americanos, y a partir de ahí, nos organizamos de otra forma.
– WRS – Dos congresistas de origen puertorriqueño, Alexandría Ocasio-Cortez y Nydia Velázquez, presentaron un proyecto de ley para la descolonización de Puerto Rico. Por su parte, Jenniffer González representa a Puerto Rico dentro de los Estados Unidos. Tiene reconocido dentro de la Cámara de Representantes de los Estados Unidos el poder de presentar legislación. Ha estado moviendo un proyecto de anexión de Puerto Rico a los Estados Unidos junto con el congresista puertorriqueño Darren Soto, proyecto que al igual que el de las congresistas antedichas ha sido sustituido por uno alternativo y de consenso entre todos. ¿Qué le falta a ese proyecto de ley? ¿Qué defectos le ves a ese proyecto de ley? ¿Por qué Ocasio-Cortez y Velázquez merecen algo mejor? ¿Por qué González y Soto merecen algo mejor?
– DN – El gran problema de ese proyecto es que posiciona de forma automática la estadidad. El cabildeo no ha parado, y ahora en enero ese proyecto se debe aprobar en el Senado federal. Los PNP han logrado sumar tanto a demócratas como a republicanos en apoyar el proyecto. Luego inserta la idea de un plebiscito vinculante en noviembre del 2023, en el cual, si la estadidad se impone con el 50 por ciento de los votos, se inicia el proceso de anexión en 12 meses. Sin más. ¡Una genialidad para los estadistas! Es un robo a mano armada con pistolitas de plástico. Alexandra Ocasio-Cortes, Nydia Velázquez, Jennifer Gonzales y Darren Soto, todos son cómplices de una legislación que beneficia completamente al movimiento estadista de Puerto Rico. Yo me asusto como lo lograron imponer. Terrible. Pero así son los tiempos.
Wilkins Román Samot, Doctor de la Universidad de Salamanca, donde realizó estudios avanzados en Antropología Social y Derecho Constitucional.
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