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Uruguay y el Mercosur del narcotráfico

Fuentes: Rebelión / CLAE

El caso del narcotraficante Sebastián Marset sigue dando que hablar en Uruguay, pero lo que parecía ser “el gerente” de la Hidrovía Paraná-Paraguay, hoy parece ser una figura más desdibujada en un puzzle de miles de piezas con ribetes regionales más peligrosos.

Empecemos por el pequeño Uruguay.

Algo huele mal

Todo lo que pasa cerca de Marset huele mal y termina peor. Recientemente se suicidó uno de sus socios, el empresario Pedro Invernizzi, estando preso. Hacía pocos días que su defensa había solicitado ser trasladado a otra dependencia carcelaria y realizar un juicio abreviado.

Si seguimos por el hilo Invernizzi, su abogada Silvia Cuello es una expolicía y abogada también de “Papacho” Cartes que fue apresado en Uruguay al pilotear una avioneta propiedad de su sobrino, el ex presidente de Paraguay, Horacio Cartes. Dicha avioneta iba repleta de droga y tenía como destinatario a Sebastián Marset.

A su vez Silvia Cuello es la expareja de Diego Durand, abogado del narco sumamente conocido en Uruguay, “Betito” Suarez y paralelamente asesor del entonces senador Luis Lacalle Pou, hoy presidente de la República. Actualmente es Vicepresidente de la estatal petrolera Ancap y está siendo investigado por la Administración Tributaria de Suiza por evasión fiscal.

Estos nombres apuntan a los laderos del narcotráfico autóctono. Al gobierno uruguayo le sirve que se le baje el perfil, ya que fue el mismo gobierno el facilitador para que Marset obtuviera su pasaporte y pudiera quedar libre en Dubai. Hoy se encuentra prófugo y por un video que él mismo envió, se encuentra en Sudáfrica, pero fuentes paraguayas indican que podría estar en Mozambique. 

Marset no es el punto nodal, por más que suscite morbo y atención de los medios de comunicación, además de destapar conexiones locales de bandas narco. Es un emergente de una situación más compleja y una trama más turbia que tiene como protagonistas a actores uruguayos y paraguayos. Es un fusible en el tablero del esquema narco que está sufriendo presiones en tierras guaraníes sobre el costado del ex presidente Horacio Cartes y que tiene como horizonte mediato, las elecciones de 2023.

La interna paraguaya

Hay una disputa intestina en el Partido Colorado entre Mario Abdo, actual presidente, y Cartes. Más aún cuando el progresismo en Paraguay llega debilitado a las elecciones del año próximo.

El Partido Colorado se prepara para las elecciones internas del 18 de diciembre. Hasta el momento, las dos líneas que se expresaban en la disputa electoral eran el vicepresidente, Hugo Velázquez, que responde al presidente Mario Abdo, y el ex ministro de Hacienda, Santiago Peña, delfín del ex presidente Horacio Cartes. Según analistas, el que se quede con la interna del Partido Colorado será el futuro presidente del Paraguay.

Pero Velázquez renunció de la vicepresidencia y se bajó de la interna colorada tras ser acusado de «corrupción significativa» por las autoridades en Estados Unidos. Además de haber sido contactado por la mafia de Marset para poder liberarlo de la prisión en Dubai (cosa a la que no accedió), tarea que terminó de realizar el gobierno uruguayo a través de su cancillería. La Casa Blanca acusa al precandidato presidencial de ofrecer un millón de dólares para obstruir una investigación en su contra por lavado de activos.

En el marco del operativo antinarcóticos A Ultranza Py fue identificada una propiedad en la ciudad de Altos, en el exclusivo condominio Aqua Village, que terminó en manos de una organización criminal, pero que inicialmente compró Erico Galeano, el diputado perteneciente al Movimiento Político Honor Colorado y probable candidato del cartismo a la gobernación del Departamento Central para las elecciones de 2023. 

Erico Galeano es además dueño del Club Capiatá, donde Sebestián Marset, uno de los jefes del esquema desmantelado por el operativo A ultranza Py, jugó al fútbol y pagó 10 mil dólares para portar la casaca número 10.

El cártel uruguayo

Existen controversias sobre Marset y el Primer Cártel Uruguayo (PCU). Algunos periodistas lo dan como cierto y otros plantean que no existe una organización como tal, o al menos, que no reviste las características de un cartel, por más que ya estén operando en un esquema de narcotráfico y lavado de activos.

Se nombró a Marset como “el gerente de la hidrovía”, como el líder del PCU. Lo que está claro es cómo operaba a nivel nacional y regional y sus vínculos con las élites paraguayas y uruguayas; y el Clan Cartes. Otro punto aún más claro por lo turbio, que ha emergido a la superficie, es la porosidad de Uruguay en cuánto al narcotráfico y el crimen organizado.

Marset estando preso empezó a tender conexiones con el Primer Comando Capital (PCC), la mayor organización de narcotráfico en Brasil. Los viajes de Marset pos prisión, suponen el trazado de rutas para el tráfico de drogas. En 2019 la justicia uruguaya, a través de la Operación Magnesio, desbarató lo que quiso ser la primera célula del PCC en Uruguay. 

Recientemente se detuvo en Paraguay una avioneta que transportaba 440 kilogramos de cocaína con destino Uruguay. La estancia donde aterrizó de nombre “Tacuarembó” tiene como dueños a uruguayos. 

La montaña de cocaína ha parido al ratón Marset. Mientras en Uruguay se sigue viviendo bajo el espejismo de la tranquilidad aldeana.

Una aldea con mucho campo, sin radares funcionando, donde se ha quitado la obligatoriedad de los GPS en los camiones de transporte, fronteras secas sin control, corrupción policial, cárceles como cultivo de criminalidad, un Ministerio del Interior sin un plan para combatir el narcotráfico y un puerto en manos de privados europeos por 60 años donde aún se desconocen las verdaderas razones del acuerdo. 

Hasta el momento Uruguay ha sido usado como trampolín, puerto y vía de entrada y salida de cargamentos de droga por las mafias criminales y plaza para el lavado de activos. ¿Qué pasará cuando estas mafias quieran hacer base en el país?

Nicolás Centurión. Licenciado en Psicología, Universidad de la República, Uruguay. Miembro de la Red Internacional de Cátedras, Instituciones y Personalidades sobre el estudio de la Deuda Pública (RICDP). Analista asociado al Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE, estrategia.la)

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.