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Visita de Hillary Clinton al Pacífico en forma de mensaje a Pekín

Fuentes: Agencias

La secretaria estadounidense de Estado, Hillary Clinton, se dispone a hacer una gira inusual por el Pacífico, considerada por los analistas como una respuesta a la creciente influencia de China entre los países insulares de esta región. Los últimos viajes de Clinton a la región se habían concentrado en Canberra y Wellington pero esta vez […]

La secretaria estadounidense de Estado, Hillary Clinton, se dispone a hacer una gira inusual por el Pacífico, considerada por los analistas como una respuesta a la creciente influencia de China entre los países insulares de esta región.

Los últimos viajes de Clinton a la región se habían concentrado en Canberra y Wellington pero esta vez viajará a las islas Cook, un archipiélago de 11.000 habitantes compuesto por 15 islas que cubren una superficie apenas mayor que la ciudad de Washington.

Clinton debe asistir a la cumbre anual del Foro de las Islas del Pacífico (FIP), que reúne de lunes a viernes a 16 países y territorios de la zona, entre ellos Australia y Nueva Zelanda, las dos potencias regionales, aliadas de Estados Unidos.

Sin peso estratégico, la miríada de países insulares del Pacífico sur ha estado mucho tiempo fuera de los radares diplomáticos de Estados Unidos.

La presencia de Washington en la cumbre del FIP constituye un mensaje a China, según Michael Powles, experto del centro de estudios estratégicos de Wellington.

«Para decir las cosas claras, es un poco como su Estados Unidos lanzara un ‘no nos olvidéis, aquí estamos'», estima.

«Estados Unidos se han puesto a hacer de repente muchas más cosas en el Pacífico después de hacer lo mínimo mucho tiempo, mientras que China lleva tiempo en el terreno».

La recuperación del interés estadounidense por los «confettis» del Pacífico se enmarca en una política más amplia de compromiso en Asia-Pacífico, recuerda Annmaree O’Keeffee, especialista de la región en el Lowy Institute, en Australia.

Una política impulsada por el presidente Barack Obama, que realizó una gira por la zona en noviembre de 2011.

Ahora que las intervenciones en Irak y Afganistán se aligeran, Estados Unidos opera una reorientación estratégica y militar en dirección a Asia-Pacífico, reconocida como motor cardinal de la economía mundial.

Ciertos aspectos de esta política, como el despliegue de 2.500 Marines en el norte de Australia o el refuerzo de la flota estadounidense hacia el océano Pacifico, irritan a China, que considera suya la región.

Según O’Keeffee, la presencia de Hillary Clinton en la cumbre del FIP en las islas Cook es un acontecimiento de segundo orden en esta estrategia de conjunto. Pero tiene por objetivo mostrar que Estados Unidos está presente también en las islas más recónditas del vasto Pacífico.

«En una cumbre como esta, todos los actores están reunidos en un mismo lugar. Si quieres asentar tu imagen e influencia, es importante estar aquí», observa la especialista.

Estados Unidos posee territorios en la región, como Guam, las islas Marianas del Norte, Hawai, las samoa estadounidenses, y mantiene relaciones estrechas con Palau, Micronesia o las islas Marshall.

Además de las Samoa estadounidenses, todos estos archipiélagos se sitúan en el Pacífico central o norte, el sur escapa al espectro norteamericano.

China coloca sus peones. Desde 2005, Pekín ha prestado unos 600 millones de dólares a países como Tonga, Samoa o las islas Cook, con condiciones muy ventajosas y a muy largo plazo.

En comparación, Estados Unidos anunció recientemente una modesta participación de 20 millones de dólares para un programa medioambiental en el Pacífico sur.

Estas veleidades diplomáticas de Washington inquietan poco a China pero ve con malos ojos sus ambiciones militares, señala Michael Powles.

«Está en juego la adhesión de estos países a Occidente, conducido por Estados Unidos, lo que conlleva movimientos marítimos y despliegues de Marines, como los estadounidenses están haciendo en Australia», explica.