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Honduras

Washington legitima elecciones

Fuentes: IPS

La sorpresiva segunda visita en menos de dos semanas a Honduras de Craig Kelly, el segundo hombre para América Latina del gobierno estadounidense, es considerada un aval fundamental para las elecciones generales en este país, que se realizarán el 29 de este mes pese al quiebre institucional. Kelly confirmó al término de su estadía que […]

La sorpresiva segunda visita en menos de dos semanas a Honduras de Craig Kelly, el segundo hombre para América Latina del gobierno estadounidense, es considerada un aval fundamental para las elecciones generales en este país, que se realizarán el 29 de este mes pese al quiebre institucional.

Kelly confirmó al término de su estadía que Washington apoyará las elecciones generales, porque «nadie tiene el derecho de quitar al pueblo hondureño el derecho de votar y elegir a sus líderes». Antes se había reunido por separado con el presidente Manuel Zelaya, refugiado en la embajada de Brasil, y con el usurpador en el cargo, Roberto Micheletti.

«Esa es una parte importante de la democracia y he notado el entusiasmo en el país, que avanza hacia las elecciones del 29 de noviembre», acotó Kelly, subsecretario de Estado adjunto para Asuntos del Hemisferio Occidental de Estados Unidos. Mientras, aparece cada vez más lejano el retorno de Zelaya a la presidencia de Honduras, de la que fue desaojado el 28 de junio.

La llegada del alto funcionario estadounidense coincidió con el anuncio de la dirección del Congreso legislativo de que la discusión sobre la restitución de Zelaya no se daría hasta el 2 de diciembre, dos días después de la fecha prevista para los comicios desde antes del golpe de Estados.

Es que el acuerdo de restitución de la democracia suscrito el 30 de octubre entre ambas partes presenta plazos difusos para que se expida tanto el parlamento como otros organismos de contralor, y todo indica que los golpistas tratarán de estirar lo más posible el comienzo de esa discusión.

La convocatoria a las urnas, que hasta ahora no es reconocida por la comunidad internacional salvo Estados Unidos, es para elegir presidente, 128 diputados, 298 gobiernos locales y otras autoridades.

En su fugaz presencia, Kelly también sostuvo que el gobierno que integra, conducido por Barack Obama, seguía impulsando el Acuerdo Tegucigalpa/San José del llamado «Diálogo Guaymuras», que contempla entre sus 12 puntos el regreso a su cargo legítimo de Zelaya, previo aval parlamentario.

La dilatoria en tratar la vuelta de la democracia y el hecho de que Micheletti conformara un nuevo gobierno, de unidad nacional y reconciliación, que el acuerdo había previsto debía estar a cargo de Zelaya, hizo que este último declarara nulo todo lo convenido.

«Cualquiera que fuera el caso, yo no acepto ningún acuerdo de retorno a la presidencia para encubrir el golpe de Estado», afirmó Zelaya en una carta enviada el fin de semana pasado a Obama.

Tras conocer el aplazamiento para después de los comicios resuelto por el Congreso unicameral, Zelaya reaccionó airado y calificó de una «barbaridad» la determinación.

En declaraciones a medios de comunicación locales e internacionales, el presidente legítimo de Honduras ha reiterado que su retorno al cargo depende de la voluntad de Washington, quien puede forzar esa situación en «cinco minutos» si quisiera. Pero «nos dejaron a mitad del río», reafirmó una vez más el miércoles.

No obstante, Kelly es del criterio que el Acuerdo Tegucigalpa/San José es un punto de salida a la crisis y «una base importante para los Estados Unidos en ir implementando el acuerdo, es el principio de la restauración del orden constitucional democrático como seguimiento a lo que ocurrió el 28 de junio».

En este sentido, «una parte importante de la solución para avanzar hacia el futuro son las elecciones», acotó.

«Vamos a seguir trabajando con nuestros amigos hondureños para lograr los objetivos importantes bajo el Acuerdo Tegucigalpa/San José», señaló, tras exhortar a hacer «gestos para avanzar en la reconciliación del país».

La Cámara Legislativa, a quien el Acuerdo Tegucigalpa/San José, le faculta para que consulte la restitución de Zelaya con otras instancias de contralor, entre ellas la Suprema Corte de Justicia, comenzó a recibir las primeras respuestas, entre ellas la del Comisionado Nacional de los Derechos Humanos y la Procuraduría General de la República.

En tanto, la Fiscalía del Estado, otra de las instancias consultadas, prevé entregar su informe la próxima semana, mientras que la Suprema Corte aún no definió fecha para hacerlo.

Saliendo al cruce de estas declaraciones, Juan Barahona, del Frente Nacional de Resistencia contra el Golpe de Estado, dijo a IPS que «esas dilatorias no sólo indignan sino que evidencian el poco interés de los golpistas en revertir la situación, pero nosotros seguiremos aquí, en los bajos del Congreso para presionar porque se restituya al presidente Zelaya».

Barahona, junto a un centenar de personas, realiza desde hace dos semanas plantones de cuatro horas ante la sede del parlamento, que está en el receso previsto en razón de la campaña electoral.

Zelaya, quien cumplirá dos meses de estadía forzada en la embajada de Brasil en Tegucigalpa tras su regreso al país burlando la vigilancia del gobierno de facto, comienza a perder los apoyos iniciales por causa de las elecciones, entre ellos un bastión fuerte de seguidores pertenecientes a su Partido Liberal, al cual pertenece también Micheletti, que participaban del Frente de Resistencia.

Sólo el candidato independiente de izquierda Carlos H. Reyes ha acatado el llamado de Zelaya de no participar en el proceso, mientras las casi 300 personas que le acompañaron al interior de la embajada han comenzado a salir, entre ellos varios periodistas.

El último en hacerlo fue el sacerdote católico Andrés Tamayo, un líder emblemático por su activismo ambientalista, quien se vio obligado a retornar este miércoles a su país natal, El Salvador, mediante un salvoconducto, debido a que el régimen de facto le canceló la nacionalidad que había obtenido tiempo atrás.

Tamayo, según el ministro de facto de la Presidencia, Rafael Pineda, violó las leyes al llamar a un boicot a las elecciones y «arengar a la violencia y la insurrección popular (…) y en su caso, se procedió a aplicar lo que dicta la ley».

La salida de Tamayo estuvo precedida de mucha emotividad. «Me duele esta partida, porque he luchado por más de 20 años a la par de este pueblo, digno de mejor suerte, pero me conforta el saber que ante el golpe de Estado el pueblo despertó y quizá nos reencontremos con el tiempo», dijo el sacerdote al despedirse.

La embajada salvadoreña en Tegucigalpa emitió este jueves un comunicado en el que indica que Tamayo fue conducido por personal de esa dependencia a la frontera de su país «sin mayores inconvenientes», desmintiendo así una versión preliminar que el religioso había sido detenido.

Las elecciones del domingo 29, son las más atípicas de la historia hondureña y están precedidas de amenazas de boicot y conatos de violencia.

Mientras, el Tribunal Supremo Electoral comenzará el próximo lunes la distribución del material correspondiente para los comicios del día 29. La incertidumbre ahora se centra en cómo reaccionará la comunidad internacional tras el cambio de posición de Estados Unidos.

Fuente: http://www.ipsnoticias.net/nota.asp?idnews=93993