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El legítimo presidente de Honduras rechaza renunciar y el movimiento popular anuncia la continuación de su lucha antigolpista

Zelaya y el Frente de Resistencia no ceden ante la dictadura

Fuentes: Tercera Información

El presidente de Honduras, Manuel Zelaya ha denunciado que la dictadura le niega sus derechos constitucionales como medida de presión para que abandone sus esfuerzos por revertir el golpe de estado y renuncie a su cargo a cambio del salvoconducto para salir del país. A este respecto Zelaya ha declarado que «al pueblo Hondureño y […]

El presidente de Honduras, Manuel Zelaya ha denunciado que la dictadura le niega sus derechos constitucionales como medida de presión para que abandone sus esfuerzos por revertir el golpe de estado y renuncie a su cargo a cambio del salvoconducto para salir del país. A este respecto Zelaya ha declarado que «al pueblo Hondureño y a la Comunidad Internacional le manifiesto y reitero que no renunciaré al mandato que me otorgó el pueblo y con dignidad y honor seguiré defendiendo los principios democráticos y la búsqueda de soluciones justas, que permitan la transformación y los cambios para Honduras.«

Además el presidente elegido por los hondureños y hondureñas en elecciones limpias y democráticas a finales del pasado 2005 denuncia que «el pueblo en las calles continúa sufriendo la mas cruel represión, masacres, asesinatos torturas, persecución política, detenciones arbitrarias, por alzar la voz de protesta contra la dictadura al exigir de manera pacífica la expulsión, de quienes usurparon el poder por la fuerza y las sanciones contra los autores materiales e intelectuales del Golpe de Estado Militar.»

Mientras tanto el Frente Nacional de Resistencia Popular (FNRP) ha declarado que este golpe trasciende las fronteras de Honduras ya que, en su opinión, «el golpe fue concebido dentro de un plan de control regional por parte de los poderes económicos transnacionales para frenar y revertir los procesos de cambio social latinoamericanos, que están mostrando la posibilidad de crear sociedades democráticas y justas, así como estados soberanos. El golpe de estado en Honduras es acompañante del Plan Colombia, de la reactivación de la Cuarta Flota, del bloqueo económico a Cuba, del asedio a Venezuela, de los planes desestabilizadores en Bolivia y Ecuador. El golpe es la intención de regresar a una Latinoamérica propiedad de la Texaco, la United Fruit Company, la Bayern, la Esso, La Carguill, La Alcoa y otras.»

El Frente ha declarado que se mantiene firme en la lucha por la Asamblea Constituyente y por la integración centroamericana y latinoamericana «no aceptamos otra salida a la crisis que el restablecimiento del orden institucional, la condena a los violadores de derechos humanos y la instalación de la Asamblea Nacional Constituyente (…) en la Resistencia vamos hasta el final, hasta la transformación de la patria, hasta la integración centroamericana y latinoamericana, hasta la soberanía total de nuestros pueblos, hacia la libertad, la igualdad y la justicia.»

La situación internacional está cambiando lentamente de manera favorable a los golpistas que están logrando ser legitimados poco a poco por la Comunidad Internacional, mediante el golpistas Pepe Lobo, nuevo rostro surgido de unas fraudulentas elecciones que continuará la dictadura iniciada el pasado 28 de junio. Guatemala ha dicho reconocer a Pepe Lobo como legítimo presidente de Honduras si Zelaya obtiene el salvoconducto.

De esta forma el país centroamericano dirigido por el presidente neoliberal Álvaro Colom se suma a los países que ya han reconocido el resultado electoral; Estados Unidos de América, Colombia, Israel, Panamá, México y Perú, y a los que como España, Chile o El Salvador han dado la legitimidad al nuevo dictador Pepe Lobo como «representante de gran parte de Honduras» para que conduzca el proceso a la democracia.

Sólo los países cercanos al ALBA, ya sean miembros como Cuba, Venezuela, Bolivia, Ecuador, Nicaragua, Dominica, Antigua y Barbuda y San Vicente y Las Granadinas, u observadores como Paraguay, Uruguay, Haití y La República Dominicana junto con Argentina y Brasil no reconocen el resultado de las elecciones y exigen la restitución de Zelaya sin condiciones.

Fuente: http://www.tercerainformacion.es/spip.php?article11669