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Entrevista a Henry Boisrolin, del Comité Democrático Haitiano

«En Haití está desarrollándose una rebelión de las masas contra un sistema neocolonial»

Fuentes: Rebelión

M.H.: Las movilizaciones en Haití nos llamaron la atención. Lamentablemente solo tuvimos audios de Camille Chalmers y otros compañeros pero no tuvimos la versión directa de lo que pasó. ¿Cuál es la situación en Haití en estos momentos? H.B.: Haití está pasando hace ya varios años por distintas rebeliones e insurrecciones que anuncian algo en […]

M.H.: Las movilizaciones en Haití nos llamaron la atención. Lamentablemente solo tuvimos audios de Camille Chalmers y otros compañeros pero no tuvimos la versión directa de lo que pasó. ¿Cuál es la situación en Haití en estos momentos?

H.B.: Haití está pasando hace ya varios años por distintas rebeliones e insurrecciones que anuncian algo en el fondo, más allá de los elementos detonantes de algún momento particular.

En julio fue el tema del aumento del combustible, luego el tema de Petrocaribe, pero nunca hay que dejar que un árbol tape el bosque, porque está desarrollándose en Haití un embate, un ataque, una rebelión de las masas en contra de un sistema neocolonial.

Estamos asistiendo quizás al final de ese sistema, porque ya no admite más parches. Tuvo una intervención yanqui de 1915 a 1934, transformándonos en una neocolonia, luego la dictadura de los Duvalier, la huida del dictador en 1986, un gobierno militar que también fue rechazado por las masas, un Presidente con gran carisma, Aristide, que derrocaron 7 meses después de asumir, provocando 5.000 muertos. La traición del movimiento Lavalas aceptando una intervención norteamericana para volver al poder. Elecciones truchas, intervenciones de la ONU, golpes de Estado. Todas formas que intentaron para perpetuarse. Ahora, llega un momento donde esos parches ya no corren más, entonces la radicalización de la lucha es cada vez mayor, el enemigo está identificado, es el imperialismo norteamericano, entendiendo que los actuales gobernantes no son otra cosa que sus lacayos.

Lo que pide el pueblo a través del rechazo al aumento del combustible, a través del reclamo de un proceso para detener el despilfarro de los fondos de Petrocaribe, es la renuncia del Presidente, del Primer Ministro y el cierre del Parlamento. Lo que significa una transformación radical. También están reclamando no organizar elecciones ya, reclaman un gobierno de unidad nacional, de transición para poder tener por lo menos 3 años con un programa mínimo para atender las necesidades básicas, llamar a una Asamblea Constituyente y después sí llamar a una nueva elección. Esto es lo que está pasando en Haití, un rechazo al régimen neocolonial.

Eso significa que el pueblo quiere recuperar su libertad, su derecho a la autodeterminación y su soberanía. Por supuesto, está sumergido en una miseria atroz, pero no porque el país fuese pobre sino porque el país ha sido empobrecido.

M.H.: Una situación invisibilizada por la prensa hegemónica. Que de alguna manera está en paralelo con la que se vive en Venezuela. Y las autoridades haitianas han tomado partido contra Venezuela a pesar que ha sido uno de los países que más ha ayudado a Haití.

H.B.: Esto hay que interpretarlo como un acto de desesperación y de sometimiento. Porque si Macri lo hace se entiende, si Bolsonaro lo hace se entiende, si Duque lo hace también, pero el actual señor que está a cargo de la presidencia de Haití, que se llama Jovenel Moïse, en mayo cuando terminaron las elecciones en Venezuela, felicitó a Maduro y fue a verlo. Pero en julio, cuando estalló la primera insurrección fuerte, los días 6/7 de julio entonces el CoGroup, que es una especie de engendro que tiene su mandamás en el embajador yanqui, los embajadores de Canadá, España, Brasil y representantes de la OEA y la ONU, con EE UU a la cabeza, que dictan lo que hay que hacer, salieron a respaldar a Jovenel. Eso impidió su caída y lo mismo sucede ahora.

Entonces Jovenel debe votar a favor de la moción norteamericana o caer frente al embate popular, evidentemente optó por traicionar a Venezuela, pero la contradicción es tan extravagante porque la misma elección por la que había reconocido y había felicitado a Maduro, ahora dice que Maduro no puede asumir porque no es válida.

Pero además no fue una contradicción solamente, fue una traición. No fue solo el tema de Petrocaribe, porque hay una relación histórica entre Venezuela y Haití, tejida desde 1806 entre Dessalines y Miranda y luego entre Petión y Bolívar en 1816. Hay un reconocimiento mutuo que creíamos indisoluble y lo sigue siendo entre los pueblos pero evidentemente no con los gobiernos que tenemos. Lo mismo hizo Duvalier respecto de Cuba, cuando en Punta del Este aceptó la expulsión de Cuba de la OEA a partir de una moción norteamericana.

Esto el pueblo haitiano lo ha interpretado como una traición más, no una contradicción. Porque uno puede tener una contradicción, significa que se ha equivocado, acá no se trata de ninguna equivocación, sino de una elección política para poder sobrevivir y mantenerse en el poder. Porque el único apoyo real del gobierno actual en Haití frente al embate de las masas que es muy fuerte, es la posición norteamericana. La traducción es esta. No hay que hacer un reduccionismo solo al tema de que Venezuela dio 3.800 millones de dólares a Haití para su programa, no es solamente esto, hay algo que va mucho más allá del dinero, es algo que incluso fue sellado con sangre, no solamente con elementos materiales como fue el dinero que dio Petion a Bolívar, las armas, las municiones, sino los voluntarios haitianos que derramaron su sangre para la independencia en Venezuela, en Colombia, etc. Yo creo incluso que si pensáramos en función del intercambio de dinero nos estaríamos centrando en una cuestión mercantil.

Y hay otro aspecto más, no reconocer los ataques del imperialismo a la Revolución Bolivariana, lo que está haciendo el gobierno norteamericano con sus socios evidentemente para poder derrotar y someter al pueblo de Venezuela, ahogarlo económicamente, todo esto está pasando y no hay duda de que lo saben, sin embargo, hicieron la vista gorda. Eso es grave. A mí no me gustaría reducirlo solamente a un problema de los fondos que dio Venezuela de Petrocaribe. Doy un ejemplo para poder entender lo que estoy diciendo, hubo una misión de las Naciones Unidas en Haití, disfrazada de misión humanitaria que se llama Minustah, quienes ofrecieron participar a Venezuela y se rehusó, entendiendo que significaba una violación de la soberanía. A pesar de la buena relación que Chávez tenía con Lula y con Kirchner. Él se jugó por Haití. Lo mismo hizo Cuba. Todas esas cosas nos hacen ver que estamos frente a un ser repugnante.

Haití en este momento está «funcionando» sin presupuesto, que no fue votado por el Parlamento porque el pueblo dijo que era un presupuesto criminal y que si lo votaban iban a quemar el Parlamento con los diputados y senadores adentro. Se acobardaron y no lo votaron. Entonces, cómo un país puede funcionar sin saber cuánto va a recaudar, cuánto va a gastar y cómo lo va a gastar. Esto es un presupuesto. Entonces hoy nadie sabe nada. No se sabe qué se hace, no está dirigiendo nada este hombre. Llama a un diálogo nacional, todo el arco opositor, el 90% dijo que no, la única condición es su partida. Hasta los sectores religiosos dijeron que no. El sector protestante hizo un llamado a los demás sectores religiosos para organizar una gran marcha en Puerto Príncipe para pedir la renuncia.

Por supuesto ellos tienen atrás a una nueva insurrección que saben que puede ser mucho peor y que habrá inocentes que paguen por los culpables. Ven que cada vez las rebeliones son más fuertes, entonces para que no haya una pérdida total o para poder desviar o confundir más al movimiento de masas ven que hay que sacrificar a este hombre. Y yo creo que la comunidad internacional va a terminar por reconocer esto. Porque Jovenel no manda nada.

Detuvieron en Haití un domingo a la noche a 8 mercenarios, 5 ex militares norteamericanos, 2 serbios con residencia en EE UU y un ruso en dos autos sin patente. Cuando la policía los detuvo abrieron los baúles y encontraron armas de guerra tan sofisticadas que ni Haití las tiene. Cuando tomaron sus pasaportes vieron que no tenían sello de entrada al país lo que significa que lo hicieron clandestinamente. Detuvieron a esa gente, un día y medio después hubo una intervención de la Embajada norteamericana y el ministro de Justicia y terminaron saliendo por el aeropuerto internacional. Como si fueran turistas. Hasta hicieron compras en el Free shop. Esto significa que el gobierno está utilizando mercenarios para reprimir y matar. Esa misma gente estuvo en Irak, en Libia. Y se sabe que hay por lo menos 120 distribuidos por el país.

M.H.: No llama la atención. En nuestro país escuchamos la declaración del Juez Ramos Padilla que acusa a D’Alessio, un abogado trucho que dice ser un agente de inteligencia de EE UU. Y tenemos un fiscal, Stornelli, implicado. Hay centenares de llamados entre él y D’Alessio. Hay audios que prueban esto. Por eso no me extraña lo que comentás respecto de tu país.

Te dejo el cierre ¿Qué podemos esperar del pueblo haitiano?

H.B.: Podemos esperar más luchas, nuevas insurrecciones. Pero quiero asegurar que estamos en camino de escribir una nueva página en la historia. Ojalá sea similar a la de 1804. La realidad histórica nos impone este deber, es una obligación y confío plenamente en la capacidad de lucha del pueblo de Haití. Pero ojalá que haya una solidaridad plena, no ayuda humanitaria, solidaridad plena para acompañarnos en esta lucha tan difícil y compleja.

M.H.: La difusión es fundamental porque se conoce muy poco. Hay dos grandes hechos en este momento en Latinoamérica, una fue la derrota del imperialismo en Venezuela el 24 de febrero y la otra es la movilización popular en Haití.

H.B.: Quiero agradecerles en nombre de todo el Comité Democrático Haitiano y ojalá que podamos encontrarnos en un Haití victorioso. Y también ¡viva Venezuela!, que podamos terminar con esta locura y que pueda seguir desarrollándose la revolución bolivariana. Arriba los que luchan y un saludo a los luchadores y trabajadores en Argentina.

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.